Son casualidades del destino. O no. Nunca se sabe. En el día donde te cabreas por el comentario (digámoslo así por decirlo suave…) inapropiado de un médico en relación a la capacidad para gestionar de un enfermero, resulta que una persona que ha sido atendida en el hospital tras una intervención quirúrgica, Pau Donés, agradece el trabajo y los cuidados de las enfermeras que le han atendido. Es como la cruz y la gran cara del día.

Respecto de lo primero, nada que decir. Como decía en Twitter, no pienso dedicar un minuto a contestar este tipo de cuestiones. Eso sí, de las palabras de Pau…

Gracias Pau, por hacer explícito tu sentir y tu mirada desde el otro lado. A veces, los enfermeros no somos conscientes de la potencia de una mirada cuando más lo necesitas, de una sonrisa de oreja a oreja que te hace sonreír aunque no quieras, del auxilio cuando gritas.

Hay días, donde leer estas palabras te llena de vida. Se agradece, y mucho, cuando una persona te das las gracias por tu trabajo. Unos cuidados que en demasiadas ocasiones, son invisibles.

Mil gracias por tus palabras. Estoy seguro de que también agradecerás el trabajo del resto de profesionales que te ayudaron a encontrarte mejor. Pero hoy les tocaba a ellas, a las compañeras enfermeras del hospital Vall d’Hebrón.

Os dejo con sus palabras… Un millón de gracias!

“¡Pau Donés!¿Qué haces aquí?.

Enfermeras en mi vida ha habido tres (en el sentido…amoroso me refiero). Tres grandes mujeres a las que quise y sigo queriendo mucho, y a las que ahora, después de haber pasado por el hospital,  valoro, respeto y quiero todavía mucho más.

Salíamos de fiesta, íbamos a cenar, a divertirnos. Yo les contaba mis cosas y ellas, muy discretamente y solo muy de vez en cuando, como les iba la vida en el “hospi”. Además de guapas, en las 3 había varios rasgos en común. Eran muy independientes, muy valientes y siempre estaban de buen humor.

Ahora ya no son 3 las enfermeras que llevo en el corazón. Son muchas más. Ahora también están Olga, Núria, Manoli, Ainoa, Mercedes, Loli, Eli, Maite, Mireia, Isa, Gemma y un montón de mujeres como la copa de un pino. ¿Alguno de vosotros se puede imaginar lo que es trabajar 10h al día, 5 días a la semana, en la planta de rehabilitación de un hospital?. O en cuidados intensivos, o en urgencias, o en el turno de noche de la planta 4 del Hospital de la Vall d’Hebron.

¡Eso sí que tiene mérito!. Siempre amables, dispuestas, super-atentas a todo (en su trabajo no hay lugar para el despiste), preparadas para cualquier contratiempo. Para ellas no existe el cansancio, ni el sueño, ni siquiera el descanso. No paran. Y no es que  no paren de “trabajar”. No paran de auxiliar y curar a gente.

¡Flipo con las enfermeras!. ¿ Que tipo de personas vivirán detrás de sus limpios uniformes blancos y sonrisas permanentes?.

Os adoro. Os admiro. Os quiero mucho. Y os doy las gracias por hacer el trabajo que hacéis, porque no hay nada en el mundo que pueda pagar un cariño de los vuestros cuando estás jodido en la cama de un hospital. Gracias por vuestra generosidad y entrega.

En serio, muchas gracias.

P.D.: Y exactamente lo mismo pienso y digo de  los enfermeros”.

 

Imagen destacada: Cuenta de Instagram de @JarabeOficial (https://instagram.com/p/7XK9ocityb/)

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3 comentarios en “Agradecimiento a las enfermeras de Pau Donés, de Jarabe de Palo”

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