La cofia está en tu mente, no en tu pelo
La enfermería no debe reinventarse, debe comprenderse
Enfermería vive presa de un complejo de inferioridad preocupante en los tiempo que corren. Parece que existe un empeño especial de la Administración[i] en relegarnos a un segundo, tercer o cuarto plano; quizás amparados por un modelo médico-hegemónico que sigue vigente pese a demostrar un fracaso tras otro. El último coletazo se pudo ver hace unas semanas con las declaraciones irresponsables de la Organización Médica Colegial calificando la prescripción (¿indicación?) enfermera como un riesgo para los pacientes.
Ante esto, se puede reaccionar con silencio; entrar en una guerra teatral, absurda, arcaica, artificial y alejada de la realidad asistencial o quitarnos de una vez por todas la cofia y responder con hechos y evidencias. No hay mejor argumento. El miedo del otro es nuestra fortaleza. Detrás de nuestro desarrollo, está el beneficio de la población, ¿quién obtiene beneficio al obstaculizarlo?
Hay que romper definitivamente con la pasividad tan cómoda en la que se suelen instalar muchos compañeros. Usted es enfermero. Usted es responsable de los cuidados. Usted puede y debe gestionar. Usted investiga. En definitiva usted es una profesión sanitaria (enfermero, vamos a dejar de hablar en abstracto de enfermería) y ha de comunicarse de igual a igual con el resto. No hay subordinación posible. Menos indignación de cartón piedra y más implicación real.
Para avanzar, autocrítica
Como comentábamos en nuestra última editorial (1), es el momento de ejercer autocrítica, detenerse y pensar. Tenemos que romper de una vez por todas y construir un modelo en el que ser capaces de plasmar en el mundo real esa enfermería que sobrevive (casi agoniza) en el mundo de las ideas. Hay muchos que trabajan ya en ese camino. Y es que, ser el mejor, no es hacer más que nadie, es comprender la realidad como nadie y ofertar soluciones satisfactorias. El cuidado es nuestro mundo y, si nos centramos en él, debemos poner de manifiesto una realidad innegable: sin la Enfermería y sus cuidados la sociedad española hoy no sería lo que es y el sistema sanitario se hundiría.
Ya sabemos que las enfermeras españolas son extraordinarias en sus roles clínicos, administrativos, y de investigación. No así en su rol como colectivo que podría inspirar y empujar cambios sociales que avancen la salud de la población, luchar en contra de políticas gubernamentales de austeridad y desempleo), como también cambios laborales relacionados con la profesión misma como es la necesidad urgente de aumentar significativamente el número de enfermeras profesionales en todos los ámbitos de atención. Realmente y sinceramente, esto ha sido para mí un enigma desde mi primera visita a España y hasta el día de hoy. ¿Tenemos argumentos para responder a Doris Grinspun (Directora ejecutiva de la RNAO (Registered Nursing Association of Notario)? (2).
La mentira de la panacea 2.0
Una mesa no tiene que demostrar que es una mesa. Lo demuestra siendo. Armando Aguirre.
El escenario cambió ya hace tiempo. La red no sólo ha democratizado el acceso a la información, también la producción. Cualquiera desde cualquier punto del mundo es productor de información y puede potencialmente originar corrientes de pensamiento, movimiento y opinión.
Aquellas viejas funciones de los medios tradicionales (conferir prestigio, reforzar normas sociales, disfunción narcotizante) siguen vigentes, pero su alcance (potencial) crece exponencialmente. Se habla largamente sobre los beneficios del uso de estas tecnologías del acercamiento, como diría José María Cepeda de Salud Conectada, pero falta algún estudio que muestre resultados contundentes más allá de las buenas palabras e intenciones.
Muchos han buscado (y encontrado) visibilidad y presencia enfermera en la red, conceptualizándola casi como la panacea, la solución a todos lo males enfermeros. Guruses, influencers y especialistas en construir imagen digital a base de selfies[ii], se han esforzado en alimentar – tal vez inconscientemente – la tan mencionada brecha digital (hay un elevado porcentaje de profesionales sanitarios que no están ni se les espera por las redes) buscando generar un espacio propio, distinto. Ahora deben consolidar ese liderazgo informal y capacidad de movilizar a las masas deconstruyendo un poco el discurso que los alzó. No podemos permitir crear un cuarto grupo endogámico, autoalimentado, con vida propia y estanco (los otros tres, salvo honrosas excepciones son colegios, sindicatos y academia).
Creo firmemente que los nuevos líderes enfermeros emergerán de la red, pero estamos al borde de ser presa del propio éxito de la herramienta dospuntocerística. Ya es momento de dar el siguiente paso y éste, previsiblemente, tendrá que ser un paso atrás. Hace unas semanas, a propósito de esta entrada, mantuve una conversación telefónica con Serafín Fernández, referente enfermero en las redes, y compartíamos la necesidad de frenar el ritmo y comprender que construir un mundo paralelo no tiene ningún sentido si no conseguimos trasladar iniciativas e inquietudes a la realidad asistencial, docente, investigadora, colegial o sindical.
Si es que el 2.0 no existe (o al menos está sobrevalorado), son personas – enfermeros – usando herramientas. Vamos a dejar el papel de evangelizadores y trabajar para el otro. No se trata de reinventar el círculo, hay muchos que están desarrollando una labor fantástica por y para la enfermería en la red y más allá de ella, pero no son reconocidos ni visibles por círculos formales. Rompamos de una vez la brecha[iii].
#EnfermeríaVisible
Lo esencial es invisible a los ojos.
El Principito.
En este contexto en el que parece que la enfermería crece pero seguimos estancados en los mismos debates de hace treinta años, surge en la red #EnfermeríaVisible, una iniciativa libre de humos industriales, colegiales y sindicales, promovida por un grupo de enfermeros con un interés y reivindicación común: visibilizar a la enfermera.
Como recoge su manifiesto:
El colectivo enfermero de este país siente una profunda (y continua) falta de reconocimiento social, político y profesional. No compartimos que cuando se habla de atención sanitaria y de la prestación de servicios de salud a la población, ésta sea entendida sólo como atención médica y que se contemple como un entramado al servicio de terceros y no del paciente, olvidando que la curación se consigue a través de la dedicación de un colectivo multiprofesional conformado por diferentes profesiones de servicio.
Pese a que las actuaciones profesionales de las enfermeras abarcan desde los cuidados más básicos hasta actuaciones enfermeras de práctica avanzada, consideramos preocupante que la alta especificidad, cualificación y capacitación técnica de la enfermería española pase inadvertida, y más teniendo en cuenta la alta consideración que si tiene esta profesión fuera de nuestras fronteras.
Además de citas, palabras bonitas, página web (http://enfermeriavisible.es) , y presencia en las redes, #EnfermeríaVisible es un movimiento que pretende ayudar a construir una imagen social y profesional de la enfermera española acorde con la realidad asistencial. Y es que, parece que la enfermera ha llegado a tal mimetismo con el sistema que, aunque éste no se entiende sin Ella, Ella parece no estar… En palabras de José Luis Gutiérrez, una enfermera visible, con peso en el escenario clínico, debe hacer aflorar valores que van más allá de lo afectivo, y que están en el núcleo, en la esencia misma del cuidado. Debemos conseguir que el paciente considere que la enfermera ha jugado un papel clave en el proceso clínico; que sin los cuidados enfermeros, dispensados además con simpatía y cariño, el proceso no habría sido igual, el riesgo de complicaciones se habría multiplicado, la calidad y la estructuración de la arquitectura del devenir clínico se habría tambaleado, etc. En definitiva, debemos conseguir que el paciente visualice a la enfermera en un papel protagonista en el escenario, alineado con el de otros profesionales. (3)
¿Conseguirá una iniciativa como esta la visibilidad añorada? La respuesta es fácil: no. No seremos visibles más allá de la ternura, afecto y empatía con el otro, aspectos más relacionados con el arte del cuidar que con su ciencia (que no es poco, pero somos algo más) hasta que no seamos capaces de poner en marcha diferentes acciones e intervenciones. En definitiva hasta cambiar las palabras y quejas por la acción.
[notification type=”notification_info” ]19 Propuestas para el desarrollo y visibilidad de las enfermeras[/notification]
- Como profesión seamos capaces de influir en política sanitaria. 260.000 enfermeras deben tener más peso.
- Dejemos de hablar nosotros mismos con nosotros mismos en círculos que sólo leemos nosotros mismos. Romper la endogamia enfermera.
- Exijamos el respeto y trato administrativo y legislativo que merece una profesión sanitaria titulada, reglada y colegiada. Una exigencia serena pero contundente.
- Tomemos la administración y no permitamos concursos de oposiciones cada 10 años, contratos basura y el abuso al eventual.
- Rompamos de una vez por todas con el servilismo retrógrado.
- Promovamos en nuestras organizaciones la profesionalización de la gestión. Muerte la dedocracia administrativa.
- Direcciones de Enfermería y cargos intermedios comprendan que su gestión es algo más que cuadrar turnos y pedir gasas.
- Acabemos con la emigración forzosa de muchos compañeros. Por una parte, no admitiendo coberturas de plantilla insuficientes y por otra, impulsando un equilibrio entre la formación de enfermeras por las universidades, la ratio enfermera/paciente adecuada y la contratación.
- Ajustemos los cuidados a la evidencia, a los datos. La obsolescencia entre la evidencia y su aplicación es inadmisible.
- Adoptemos el lenguaje común y trabajemos con él desde la crítica racional, no desde el talibanismo taxonómico.
- El desarrollo curricular contribuya al desarrollo de la profesión, no al negocio de unos pocos.
- Rompamos con la forma tradicional de transferir conocimiento (congresos, jornadas, etc.), apostando por las nuevas tecnologías.
- Utilicemos el desarrollo académico para construir ciencia enfermera, más allá de engordar nuestro propio ego.
- Apostemos definitivamente por la especialización como vía para el desarrollo profesional.
- Entendamos que plantear el enfermerocentrismo contra el sistema médico hegemónico es absurdo.
- Los investigadores enfermeros españoles (que hay muchos y buenos), no se sometan a la tiranía del factor de impacto y traten de causar impacto real en su organización, no en el papel.
- Editores de revistas de enfermería adoptemos la cultura del acceso abierto real (no sobre el papel).
- Desde la red, además de debatir sobre el color de los zuecos o vender libros, hablemos de profesión enfermera.
- Y todo esto, como decíamos, sin perder la esencia de nuestra profesión: el cuidado.
#EnfermeríaVisible es una marca, un sello, un movimiento contra el lugar que pretenden otros que ocupe la enfermería. Una corriente a favor de transmitir en positivo la realidad de la enfermera ¿Te sumas?
Agradezco a Serafín Fernández y a La Factoría Cuidando la invitación a escribir en su casa.
Gracias, un saludo y #ENExiste, Martín.
Martín Rodríguez Álvaro (@mrodalv)
Director de la revista de enfermería ENE (@enerevenfermera)
Referencias
(1) Rodríguez Álvaro, M., Santamaría García, J. (2015). GREGOR SAMSA, ENFERMERO. ENE, Revista De Enfermería., 9(1). Consultado de http://ene-enfermeria.org/ojs/index.php/ENE/article/view/522
(2) Rodríguez Álvaro, M. (2015). ENTREVISTA A DORIS GRINSPUN. ENE, Revista De Enfermería., 9(1). Consultado de http://ene-enfermeria.org/ojs/index.php/ENE/article/view/517
(3) Rodríguez Álvaro, M. (2014). ENTREVISTA A JOSÉ LUIS GUTIÉRREZ SEQUERA. ENE, Revista De Enfermería., 8(3). Consultado de http://ene-enfermeria.org/ojs/index.php/ENE/article/view/474
Notas
[i] Por cierto, ¿Qué es la Administración? ¿Por qué seguimos hablando de ella en tercera persona? ¿Es un ente abstracto? ¿No somos parte ella?
[ii] Entiéndase como autocrítica. ENE es un proyecto que difícilmente se entiende sin su presencia en la red.
[iii] Si eres enfermera y no sueles pasear mucho por la red. Te interesará seguir en Twitter las etiquetas: #enFFermero, #enfermeríaENEspañol, #EnfermeríaVisible, #MLPela, #YoNoPaso, #AlertaATS, #PrescripciónEnfermera.
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No tengo palabras para mostrarme más de acuerdo con las reflexiones de Martín, una parte de esta “invisibilidad” está promovida por las brechas, La prncipal no tiene que ver con la tecnología, pero si con la educación enfermera, muy pero que muy separada de la práctica profesional. Unir el mundo laboral con la Universidad, puede dar fuerza al caracter enfermero y a todo lo que podemos llegar a hacer. ¿Dariamos así respuestas a Doris?
Tengo la hipótesis de que la brecha entre la Universidad y el mundo laboral es porque nosotros mismos damos la espalda a una parte de nuestra identidad frente al vértigo de las instituciones. Los graduados enfrentamos el dilema entre lo que deberíamos ser y lo que otros dicen que debemos ser. Los graduados nos “gestamos” en las universidades Por qué entonces, existe brecha entre la Universidad y el mundo laboral? No son dos mundos en su esencia.
Un festín de ideas para pensar y debatir. Una manera estupenda para festejar este día. Muchas gracias.
Algunas reflexiones tras leer el post de Martín:
1. Después de la visibilidad, ¿qué viene? Creo que los grandes problemas de la enfermería están dentro de casa, y la visibilidad acaba siendo un problema externo.
2. Si queremos otro modelo de profesional, nos guste o no, hay que meter mano a las universidades (responsables de la formación y deformación de las futuras enfermeras), a los colegios (sí, lo de siempre, pero a la hora de tomar decisiones políticas sobre el futuro de la enfermería, los políticos suelen preguntarles) y a los que diseñan los modelos de RRHH, promoción y desarrollo para los actuales profesionales. Tres ejes clave…
3. El hashtag que más me preocupa es #yonopaso. ¿Cuantos profesionales quedan que nos hunden como SNS? ¿CUantos son los que ponen su confort por encima del paciente? ¿Cuantos pasan de todo? No olvidéis aquello del eslabón más débil de la cadena… Desgraciadamente, pese a todo lo que se investiga, avanza o difunde, la imagen para el ciudadano es la de la enfermera que vacuna, la que acude (o no) cuando llamo al timbre en la habitación del hospital o la de urgencias.
4. Anoche estuve dando vueltas al tema del liderazgo 2.0 y creo que aunque algunos hayan construido sus propios espacios, fomentando su ego, al menos se ha conseguido que haya un grupo de personas comprometidas, con ideas (casi) locas, que son tenidas en cuenta en foros, medios, etc. Y su mensaje suele merecer la pena. Vale, podemos hablar de gurús, pero prefiero un gurú que hable de futuro y marque el rumbo a seguir, a un presidente de colegio retrógrado (es un ejemplo al azar, jajajajaja).
Un lujazo de post, aunque en La Factoria Cuidando es lo habitual, tanto con los propios como con los invitados 🙂
Impresionante el post…Sin palabras. Solo Gracias.
La necesaria revolución de las profesiones sanitarias (todas) pasa por un liderazgo basado en el servicio y una profesionalización que aporte valor añadido a la organización y al paciente. Lo resumiría en una frase: “Más trabajo de calidad y menos escaqueo”, aplicable en primer lugar a mí mismo y en segudo a todo el que se atreva.
Creo que ya estamos sobrepasados de teorizar la sanidad y nuestras profesiones. Argumentos que por cierto se nos caen del sombrajo cuando nos ponemos en primer lugar, llegamos los últimos, nos vamos los primeros y ustedes ya me entienden.
¿Cómo conseguiremos hacer mejor las cosas cada uno? ¿Trabajar un poco mejor? ¿Tomarnos más en serio lo que hacemos y sobre todo lo que dejamos de hacer?
Como profesional sanitario me doy cuenta de todo el campo de mejora que tengo, por eso no me atrevo a construir castillos en el aire de nadie, tan solo me uno a la reflexión de este post añadiendo preguntas y mis ganas por hacer un poquito mejor las cosas.
Hola compañeros enfermer@s, soy Toni un estudiante de 4º de enfermería que necesito de vuestra maravillosa imaginación y sobretodo ayuda. Como ya sabéis, este año he de presentar el famoso TFG (trabajo final de grado) y no os podéis imaginar el número de temas diferentes que se me han ido ocurriendo para realizar este trabajo, aunque aún y así no ha habido ninguno q me satisfaciera lo suficiente, ya que la mayoría de ocurrencias se basaban en estudios de investigación ya masivamente realizados.
La ultima idea fue realizar un estudio donde pregunto a la población que piensa o sabe sobre la profesión enfermera. Me leí varios estudios similares ya realizados por otros compañeros, y me condujo a varias conclusiones: cuidados invisibles, poca investigación enfermera o mucha pero no aplicable al campo asistencial, poca confianza de la población respecto a nuestros consejos de salud, etc.
Todo esto me entristece porque soy auxiliar desde ya hace muchos años, y deseo que llegue el día en el que ya sea enfermero, amo nuestra profesión y por eso me gustaría aportar algo positivo a la misma, por eso, estas lecturas definitivamente me han conducido a realizar mi TFG sobre el tema, Enfermería visible, lo único malo es q no se bien por donde meterle mano y m gustaría tener vuestra ayuda, ya que seguro que tenéis mucha más experiencia que yo.
Muchísimas gracias por vuestro tiempo.
No puedo estar más de acuerdo con tus 19 propuestas. Deberían estar en la mente de todas las enfermeras. Nos abriría nuevos caminos para hacernos visibles y romperíamos de una vez por todas la estigmatizacion a la que estamos sometidas. Hay más profesión alrededor que el pinchazo y los apositos