Podría perfectamente acabar sin techo

En una época en que las sociedades se enfrentan a numerosos problemas y la brecha entre los ricos y los pobres va ensanchándose es esencial que recordemos la importante contribución que, en tanto que somos enfermeras, hacemos a nuestras sociedades.  Como personas y como parte de equipos unidisciplinarios y multidisciplinarios. A lo largo de los años las enfermeras han prestado apoyo, han ofrecido asesoramiento y han dispensado cuidados a un ingente número de personas, muchas veces en momentos de una mayor vulnerabilidad y de más dificultades. Esta contribución, en la que se recurre a nuestro conocimiento y capacidades de expertos, puede mejorar verdaderamente la situación. Colaborando con otras enfermeras, uniendo nuestros esfuerzos e iniciativas y dispensando unos cuidados de calidad duraderos pueden mejorarse y se mejoran los resultados obtenidos en los pacientes.

Entré en nuestra profesión hace más de tres decenios y sabía que quería ser enfermero no como resultado de alguna imagen de nuestra profesión idealizada en la niñez sino a consecuencia de los cuidados que mi padre y nuestra familia recibieron cuando él estaba gravemente enfermo. Vi que las enfermeras hacen que la situación mejore y experimenté el verdadero valor de unos cuidados de enfermería excelentes.  Esos cuidados no se dirigían a curar una enfermedad sino a satisfacer todas las necesidades de mi padre y de nuestra familia. Por esto quise entrar en la profesión y unirme a un equipo de compañeros que, juntos, ayudan a las personas a hacer frente al dolor, al sufrimiento, a la ansiedad y, en otros momentos y de manera más positiva, les ayudan a ver las maravillas de la vida, del nacimiento y de la recuperación.

Desde que entré en la profesión y durante tres decenios las cosas han cambiado en muchas partes del mundo.  Han aumentado las complejidades de los cuidados, se nos han planteado nuevos problemas y han resurgido algunos de los antiguos.  En tanto que profesión hemos influido para que nuestra formación inicial se situase en el sector universitario pues sabemos que eso hace que mejoren los resultados conseguidos en los pacientes.  Hemos aplicado nuevas tecnologías y hemos ampliado el ámbito de nuestra práctica.  Ahora trabajamos más que nunca formando parte de equipos y, cuando estos equipos trabajan a su plena capacidad, las enfermeras y enfermeros somos iguales a todas las demás disciplinas en lo que se refiere a nuestra contribución.

Los problemas de salud y sociales a los que los ciudadanos se enfrentan actualmente y se enfrentarán en el futuro exigen que nosotros, en tanto que somos enfermeros, sigamos desarrollándonos cada uno y haciendo entre todos que nuestra profesión avance.  Los estudios del segundo y del tercer ciclo pueden contribuir en medida importante a mejorar nuestra práctica actual. Hemos de descubrir los modos más eficaces, eficientes y compasivos de hacer que los cuidados de enfermería sean todo lo que pueden ser.  Mediante esta prueba sabremos que estamos haciendo la mejor contribución a la salud y al bienestar de la sociedad en el plano individual y como parte de todo el equipo de atención de salud.

Este sitio web y esta celebración son importantes.  Nos recuerdan la extraordinaria labor que se hace –24 horas al día, siete días a la semana y 365 días al año.  Pone de relieve la mejor práctica y constituye la plataforma para compartir los compromisos que tenemos con los pacientes, las familias y la sociedad.

¡Nuestra felicitación a ustedes por mejorar las cosas!

David C Benton. Director general del Consejo Internacional de Enfermeras

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5 comentarios en “"Hemos de descubrir los modos más eficaces, eficientes y compasivos de hacer que los cuidados de enfermería sean todo lo que pueden ser" #24h24p”

  1. Excelente reflexión del Sr Benton. Un lujo poder leer sus palabras.
    El camino del cambio empieza por uno mismo, es importante el desarrollo tanto profesional como personal de la enfermera y es fundamental trabajar en los cuidados compasivos.

    Impresionada. Un 10

  2. El título del post resume el día de hoy:

    “Hemos de descubrir los modos más eficaces, eficientes y compasivos de hacer que los cuidados de enfermería sean todo lo que pueden ser”

    Muchas gracias por su palabras y su reflexión sobre la sociedad y la enfermería.
    un saludo rosa

  3. Esta reflexión se sale de lo normal, se sale de lo que oímos cada día; utilizar efectivamente el término compasivo ligado a otros más comunes en las arengas de nuestros gestores como eficacia o eficiencia, me parece cuanto menos innovador si no transgresor de cara a una profesión en la que buscamos más la excelencia científico-técnica que la humanística para igualarnos-diferenciarnos de otras profesiones.

    El término compasión está además un poco denostado en nuestra sociedad, por lo que llama más la atención leerlo en el texto del Sr. Benton. A mí personalmente me gusta, es una buena compañía de nuestra profesión.

    Me recuerda este post a cuestiones frecuentes que se cuecen en este blog, tales como hablar de desigualdades en salud, como el movimiento “mirame”

    ¡Por cierto vaya nivel de ponentes!…

  4. Inma Perteguer

    Me gusta la definición que hace Confucio de “compasión”: “la preocupación respecto a alguien sintiéndose solidario”.
    En este sentido se puede entender por compasión la “empatía en acción” y se basa en un pleno deseo de conectar con otros y responder a sus necesidades.

    Si utilizamos la palabra “compasión” como palabra compuesta; “com-pasión”. “Com” de comunicación y “pasión” como expresión del afecto por alguien, podemos enterder la compasión como la emoción que nos permite comprender o ponerse en el lugar de los demás desde y mantener con ellos una auténtica, sincera y desinteresada relación de ayuda.

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