En los últimos días, mi amigo Carlos Núñez ha dado un giro a su blog Homosanitarius y lo ha convertido en El EnfermeraCtivista, un blog que te recomendamos leer sin ningún tipo de dudas. Tal y como él nos dice en su primer post:
…desde este humilde rincón se hace un llamamiento a toda la Enfermería a replantearse su profesión, a que salgan de la pasividad autoimpuesta, hacia un activismo responsable, un “enfermeractivismo” que permita conseguir el lugar que nos merecemos.
Pues bien, teniendo en cuenta este planteamiento, la enriquecedora y embriagadora conversación del 17 de mayo en Córdoba y el último post de Carlos, en el que se propone elaborar un Decálogo con las directrices sobre lo que queremos hacer con nuestra profesión, hoy, en nuestra casa, vamos a intentar, replantearnos ciertas cosas relacionadas con este tema. Tal y como nos dice el Profesor Pancorbo en más de una ocasión, somos investigadores y como tales “tenemos que mojarnos”.
Para “mojarnos” partiremos de un Tweet que publiqué el pasado 12 de Mayo, con la celebración del Día Internacional de la Enfermería y que fue retuiteado por muchas de las enfermeras de la blogosfera:
Actitud, responsabilidad, metodología, investigación y comunicación pueden ser claves, para que mañana #enfermeria sea mas visible que hoy
— Serafín Fernández (@cuidandosfs) mayo 12, 2012
Actitud: Independientemente de cualquier movimiento o acción que realicemos de manera conjunta para avanzar en nuestra profesión, debemos pensar que a nivel individual podemos hacer mucho más. Hace un tiempo escuché a Manuel Amezcua (Fundación Index) la siguiente frase: “Las enfermeras tenemos derecho a quejarnos, no a lamentarnos”. Los discurso de “yo paso” “a mí no me cuentes historias” “yo vengo a las 8 y me voy a las tres”, etc., no nos llevan a ningún lado. No se trata de construir grandes torres, simplemente de reflexionar y actuar pensando que es posible cambiar, tal y como viene reflejado en el Credo Enfermero de Rosa María Nieto.
Responsabilidad: María José Freire en este Editorial, nos comenta algo que tengo grabado en mi cabeza desde hace tiempo:
El compromiso con el paciente requiere de una actitud profesional y esto equivale a responsabilidad. Ser responsable es ser competente, y para ser competente hay que mantenerse actualizado.
“Casi ná”. Y partiendo de esta premisa, vienen los dos puntos siguientes.
Metodología: José Miguel Morales, investigador enfermero de referencia, nos habla del “pasar del hacer por hacer al hacer para obtener”. Esto es clave para nuestra profesión, y no hablamos solo de metodología enfermera. Hablamos de un proceso en el que los resultados son muy importantes y que condicionan todo. ¿Verdaderamente pensamos en lo que deseamos conseguir cuando facilitamos nuestros cuidados? En este artículo, nos habla de cómo la investigación de resultados es el camino para conseguir la excelencia en los mismos.
Investigación: Tenemos que desechar eso de que la investigación es solo para unos pocos. Es cierto que no todos tenemos habilidades para investigar, pero si tenemos que ser capaces de buscar respuestas a nuestras preguntas. Interiorizar esa búsqueda nos ofrece muchas cosas. Si conozco las bases de datos podré encontrar información, leer los artículos, estar actualizado, además de opinar y discutir con otros profesionales de “tú a tú” con un respaldo científico detrás. Mientras no superemos estas barreras no tendremos nada que hacer. Y no nos equivoquemos: si no se hacer investigación SI debo consumir investigación.
Comunicación: Hablamos de este artículo hace ya unos días en Cuidando y es que las enfermeras tenemos mucho que trabajar en lo que a estrategias de comunicación pública se refiere. Los cuidados de enfermería siguen siendo invisibles en la sociedad y entre otros grupos profesionales. ¿Las personas que cuidamos son conscientes de los cuidados que les prestamos?
Como veis, todo estos puntos no son nada nuevos, sabemos que están ahí, pero o bien no le damos importancia que tienen o pensamos que no nos sirven para nada ¿no sabemos a dónde vamos? ¿no tenemos un “norte”?.
Por otro lado, no todo es tan bonito. Hace un tiempo, Antonio me decía: todo esto puntos están muy bien, pero ¿Qué es lo quieren verdaderamente las enfermeras? Seamos francos. Los lamentos forman parte de nuestro día a día. Todos somos conscientes de que las condiciones laborales, el devenir de nuestra profesión, la falta de liderazgo, los miles de frentes que tenemos abiertos, etc. Todo esto no nos ayudan demasiado y merma nuestra capacidad de reflexión y de acción, pero verdaderamente ¿No podemos hacer algo más?.
Si dejamos el liderazgo a otros, las discusiones a otros, la investigación a otros, la comunicación a otros, la actitud a otro, la visibilidad a otros… entonces ¿Qué hago yo? NADA.
Construyamos un decálogo, una hoja de ruta, claro que sí, pero no nos olvidemos de lo que quieren nuestras compañeras. Necesitamos construir, pero para eso, tenemos que querer y lo mismo resulta, que no queremos. Que nos da igual. Sigamos trabajando también todo esto. Continuemos motivando, reflexionado y visibilizando lo que hacemos, pero partiendo de un angustioso punto: QUERER.
Tal y como en otras ocasiones otr@s personas han hecho conmigo seamos conscientes de esto, no vaya a ser que nos pase como siempre, que invirtamos todos nuestros esfuerzos en un movimiento seguido, por solo unos pocos, que nos llevará, como casi siempre, a la desesperación y al agotamiento.
Nosotros lo tenemos claro. Seguimos al turrón y apostamos por estos 5 puntos: ¿Y tú? ¿Dejarías en este documento que nos ha preparado Carlos tus principios para el futuro de nuestra profesión?
Serafín Fernández
Antonio Jesús Ramos
Editores de Cuidando.es
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Efectivamente, ya vale de lamentos y “juicios de salita”… nadie quiere ir más allá porque saben que lo que toca es arremangarse? porque la acción no es “voy a hacer menos” o “no voy a hacer eso” sino “esto se puede hacer mejor”.
Como dije en los comentarios en el blog de EnfermeraCtivista a muchas enfermeras todo esto les da igual porque supone esfuerzo y, en algunos, casos enfrentarse (¿?) al orden sumiso establecido con respecto a otros profesionales. Estar en segundo plano(¿?) supone tranquilidad y la certeza de que nada se alterará.
Frases rancias como «esto siempre se ha hecho así» o actitudes lamentables de «esto lo ha mandado el médico y no se puede cambiar» son contra las que debemos luchar con uñas y dientes… Enfermería tiene su camino, debe conocerlo y actuar por y para culminarlo. Hacer por hacer no es nuestra labor.
Serafín, Antonio, Carlos, Andoni, Salva y a todos los enfermeros: ¿Alguien ha preguntado el porqué, como, quien, donde? a las enfermeras… Yo no me atrevo a generalizar, más que nada porque entre el negro y el blanco hay infinidad de matices en una situación que se está volviendo cada vez más difícil para las enfermeras. Evidentemente estoy de acuerdo con la actitud, la investigación, la metodología, la comunicación, etc… faltaría más! Pero como dice Maslow, sin las necesidades de la base de la pirámide no están satisfechas, es difícil llegar a satisfacer y realizar los escalones siguientes… Sinceramente, a mi no me extrañan los juicios de salita e incluso justifico “lamentos” en vez de “quejas”. Y porque? Pues no tengo la respuesta que podría reunir a todo el colectivo… Así que la propuesta que os hago, porque la idea del decálogo es estupenda pero para mi se queda coja en la forma… Es precisamente usando el método científico y PREGUNTAR masivamente a nuestras compañeras EL PORQUÉ, QUIEN, COMO, COMO DEBE SER, etc… y luego viene el decálogo…
Creo que entre todos y la difusión q tenemos, podemos llegar a un reflejo bastante real de lo que piensan realmente los enfermeros… Y como tenemos la suerte de contar con un sociólogo de “cabecera” Juan Hernandez Yañez, como persona neutral, creo que es la persona idónea para coordinar nuestro macroestudio (parafraseando al de siempre…).
Un saludo
Muy buenas Lilita. Es complicado lo que planteas, pero es cierto, que las opiniones y comentarios de las enfermeras que “estamos en las redes” no suele casar con la realidad clínica del día a día.
Tendremos que buscar alguna alternativa para poder hacer esto, aunque como dije, lo veo complicado.
De igual forma, creo que ambas cosas pueden ser complementarias (tal y como apuntas). Busquemos la forma de pedir la opinión y participación y sigamos avanzando por otros caminos (como dice Lola), pero para eso, como dice Salva, tenemos que querer cambiar algunas cosas.
Un saludo!
Lilita, puede que tengas razón en lo que se refiere a que falta de una encuesta general de diagnostico y toma de opinión… El problema será que quienes debieran tomar sus resultados “en serio” la obstruyan o desdeñen, habituados como están a tratar torticeramente los datos.
Luego está el tema de las expectativas; todos sabemos que hay muchas personas dispuestas a implicarse, pero con diferentes posibilidades y grados, diferentes espectativas y horizontes… Definiir un único rumbo solo llevará a mas frustraciones o conflictos…
Un punto fundamental seria conseguir que se redefiniera en el estatuto marco el concepto de perfil de puesto de trabajo y que se encajara a ese nivel “superior” que cada perfil tenga unas habilidades y capacidades necesarias y reconocidas retributiva y formalmente. Ello supone un giro en el tema de la especialización.
Hola a todos:
Quizas sea un poco inexeperta pues es de las primeras veces que entro en vuestra página. No me gustaría parecer pesimista, pero a lo largo de mi corta experiencia profesional unos 8 años, me he sentido muy sola, al intentar avanzar y por mucho que reflexiono aún no logro comprender como el colectivo más grande en sanidad (que somos las enfermeras), tenemos tan poco poder de movilización y conseguimos tan poco avance como colectivo. No pretendo con esto realizar un menosprecio, pero somos un colectivo casi invisible, apenas vemos noticias de enfermeras.
Vuestro Blog es estupendo, pero estos decálogos se repiten durante años y nunca terminamos de avanzar.
Da mucho miedo que a través de la pasividad que mostramos colectivamente, aunque muchos de forma individual queramos avanzar. Un día decidan sustituirnos por una expendedora en la pared que diga “Su pastilla, Gracias”
Muchas gracias por existir, dais mucha esperanza, ojalá algún día todos decidamos movernos por nuestras condicones laborales y los tabus respecto a la profesión.
Gracias de nuevo un saludo.
Gracias Nuria por compartir tu reflexión con nosotros… Sigamos avanzando, estoy seguro de que no nos sustituiran por ningun máquina mientras existan profesionales como tú. Mucho ánimo y seguimos por aquí. Un abrazo!
La gestión del cuidado es por ley nuestra responsabilidad, demos a conocer nuestra labor y trabajemos por engrandecer aún más el grémio de enfermería
Gracias Gislaine, sigamos avanzando!
Hola Serafín y Antonio
Llevo días leyendo, incluso aportando algunas ideas a todo este “revolver conciencias” de la enfermería y lo primero que quiero decir es que me parece imprescindible, y por supuesto, muy necesario. Seguimos siendo un colectivo “bastante inmóvil”, donde no sólo nosotros sino otros colectivos nos recuerdan con sus actitudes que debemos permanecer al amparo de unas decisiones que sólo buscan el servilismo. Y perdonad que haga este inciso y de esta forma, pero hace unos días observé una situación en mi centro de trabajo que me demostró que otros no entienden ni valoran nuestra labor profesional en el cuidado, pero lo que más me pesó de aquello es que seguimos sin creernos cuál es nuestro papel en el equipo profesional y cuál es nuestra labor en el cuidado diario de nuestros pacientes.
Comparto con vosotros lo importante de estos 5 puntos que aportáis, donde la actitud y la responsabilidad de ejercer el cuidado de una manera competente, actualizada, bien comunicada y sobre todo creo que debemos ponernos en el lugar que nos corresponde, y desechar “complejos” profesionales, que se arrastran desde hace mucho tiempo. Aporté en el decálogo que opino como Lilita, que debemos darle una forma a todo esto, que debemos contar con gestores que crean y defiendan la profesión, dándole valor a las posibilidades de una gestión autónoma y especializada del cuidado y sobre todo abandonar el inmovilismo por la investigación, la actitud crítica y la responsabilidad en la competencia del cuidado.
Un saludo.
Hola Virginia!
Que quieres que te diga, coincido plenamente en tu reflexión y el post que escribimos es fruto de una reflexión que hice tras un debate en mi entorno más cercano. Es complicado que la actitud, la responsabilidad y la comunicación “brillen” cuando no tenemos suficientes recursos para ponerlos en marcha. Cuando hablao de recursos, me refiero a los mios y a los que me facilita la organización.
A veces me cuestiono si no estaremos equivocados en todos estos argumentos, pero cuando pienso lo que me ha aportado la investigación, el 2.0, las colaboraciones con otros profesionales, etc, en los últimos años me doy cuenta de que no.
Queda mucho camino por delante y con personas como tú, el camino se hace más fácil!
Como siempre, un placer leerte.
Para enfermería quiero:
– Una profesión que abandone de una vez el “cada maestrillo tiene su librillo” o “aqui las cosas se hacen asi desde siempre” por el hago esto así pq se basa en esta evidencia y en esta o pq esta guia de practica clinica recomienda que… etc, dejando siempre cierta variabilidad a la experiencia clínica segun el paciente.
– Profesionalidad. una profesion reconocidad por su excelencia y calidad.
– Empatía, por el paciente y su situación. A mi este es el punto q mas me cuesta, quizas pq nunca he estado encamado, poco a poco voy mejorando y cuando tenga trabajo estable supongo que mas.
– Inquietud y ciencia! por la profesion y sus mejoras mediante la investigación y el potencial que en ella reside.
– Lideres: que tenga voz y voto y opinen sobre grandes problemas que nos incuben a todas las profesiones sanitarias, para eso el hospital es un lugar multidisciplinar.
Saludos =)
Buenas Jose Luis! Coincido al 100% con tus argumentos!. Estos aspectos son esenciales para la práctica enfermera y si te fijas, para cualquier profesión sanitaria. Nos queda mucho camino por delante, sigamos trabajando!
Gracias por compartir tu reflexión con todos nosotros. Un saludo
Muchas gracias por vuestro empeño en poner a funcionar la masa crítica enfermera.
Propongo una propuesta tan sencilla como ¿utópica?:
uno de nuestros innumerables problemas es la falta de tiempo en nuestro trabajo diario. Se trataría de programar, dentro de la jornada ordinaria, al menos 1 hora a la semana para hacer sesiones enfermeras en cada unidad de enfermería. Se me ocurren innumerables temas a tratar por y para enfermería. Creo que sería una buena herramienta de mejora en los cuidados. Claro que se necesitan líderes audaces para gestionar esta iniciativa y no el perrito que va en la bandeja del coche balanceando su cabeza…
…. Como bien decís un lugar que nos merecemos pero también nos corresponde por derecho propio…
No es sencillo, necesitamos romper moldes y zonas de confort en donde muchos se han instalado sea por comodidad auto-impuesta o por cansancio obligado; pero muchos otros seguimos vibrando y sumándonos a ese activismo, como aquel día cuando decidimos ser profesionales del cuidado
Gracias por compartir tu experiencia Eduardo! Un saludo
Estoy desmotivado, lo siento hoy es así. Si hubiera leído el post mañana o probablemente ayer sería lo ideal para que el comentario fuera totalmente diferente.
No estamos en el mismo barco, es una pena pero es así. Protagonismos, individualismos y un sálvame deluxe en los relevos de enfermería son el causante de todo esto. Parece que vayas en contra del mundo, que nadie te escucha o ni siquiera ven tus ideas, que a lo sumo, es para aportar a la profesión.
Deberíamos dejarnos de todo este tipo de prácticas, de criticar de una manera en negativo, deberíamos cambiar los roles, empoderar, motivar, acompañar… esa es mi filosofía. No pienso dejar que me contagien. Voy a rodearme de personas que me motiven a seguir a creer en una profesión en la que todos valemos mucho más de lo que pensamos. En la que seríamos (unidos) una de las primeras potencias en la sanidad española.
Llegar al relevo de enfermería es ante todo deprimente en la mayoría de las ocasiones, todo suele ser negativo, aplastante. Me recuerda a esa serie tan famosa “aquí no hay quien viva”, un corral donde no se escucha ni una aportación en positivo. ¿Realmente queremos eso? ¿Nos beneficia como profesión? A todo esto, se le incluye que como destaques por alguna iniciativa más de la cuenta, los comentarios que puedes llegar a escuchar son generalmente de todo menos motivadores.
Dejemos esa “cultura” de quejarnos por todo, dejemos que lo negativo se convierta en positivo. Compartir el trabajo que hacéis en vuestro día a día en congresos, jornadas y trabajar junto asociaciones para ayudar a una profesión que será remplazada por personas que hagan técnicas concretas de una forma muy barata. Somos enfermeras, somos el cuidado, somos imprescindibles. Créetelo, compártelo y difúndelo.
Siento el retraso al contestar Pedro y gracias por compartir estas palabras con nosotros. Espero que desde Abril hasta ahora, esta experiencia y desmotivación haya cambiado (estoy seguro). Un fuerte abrazo!