El día a día, en ocasiones, se vuelve complicado. Soportamos presiones de unos y de otros, de arriba y de abajo, incluso de los compañeros que tenemos al lado. Presiones que hacen que podamos desquiciarnos en algún momento, pero…¿Quién no ha trabajado alguna vez bajo presión? ¿Que sensación nos provoca? ¿Qué resultados aporta en las organizaciones sanitarias? ¿Trabajaríamos de la misma forma sino la tuviéramos?
Reflexiones en un día, donde a pesar de todo, sigue saliendo el sol.
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Respiro, respiro profundamente e intento estar sola o centrarme en la tarea que me implique más atención … ¡ohmmmmmmmm!
Ohmmmmmmmmmmmmmm yo también 🙂 Un abrazo Juana
Siempre estamos bajo presión; la de la responsabilidad de velar por la seguridad y la salud de nuestros pacientes.
Esta reflexión me la apunto! Un abrazo Salva
La responsabilidad de cuidar de personas es la verdadera “presión” o estrés. Todo lo demás son intoxicaciones agudas producidas por el clima laboral. Contra estas últimas, lo mejor es un buen traje de escamas y mucha filosofía.