“Cucha que te diga…” ¿Alguna vez has estado ingresado? ¿Has rellenado la encuesta de satisfacción? ¿Te han llamado por teléfono para saber cómo ha sido tu experiencia?
A las encuestas de satisfacción suele pasarle como a la mayoría de las películas… Casi siempre terminan bien. Los números son muy sufridos… “el 95% piensa que está bien o muy bien”… Que te voy a contar. Pero… ¿y las experiencias de cada persona? ¿Se reflejan en esas encuestas numéricas?
Hoy quiero compartir contigo un post del blog “Avances en Gestión Clínica” (que por cierto, me gusta cada vez más). En esta ocasión escribe sobre las hospitalizaciones y las experiencias de los pacientes, hablando precisamente de todo esto, de conversar (escuchar) a ciertos pacientes seleccionados con el objetivo de conocer propuestas para mejorar. Es decir, conocer “lo cuantitativo” y “cualitativo” del proceso. Básicamente, escuchar más allá de una encuesta.
Concretamente, en el post se hace referencia a “Podge Reed Jr., un paciente con doble trasplante pulmonar que había acumulado seis hospitalizaciones, dos quirúrgicas y cuatro médicas, ocho procedimientos ambulatorios con anestesia, más de cien visitas a consultas externas y 700 pruebas de laboratorio”. Seguro que todos conocemos a pacientes que podrían ayudarnos a mejorar lo que hacemos cada día si los escucháramos.
Por otro lado, el post de Jordi incluye también un “Decálogo del paciente hospitalizado”, elaborado a partir de las experiencias y aportaciones de los pacientes, que incluye propuestas que tendríamos que hacernos mirar. Y no solo hablo de a nivel profesional, sino también en el marco institucional. Como veréis, algunas cuestiones tiene que ver con aspectos relacionados con la humanización de la asistencia sanitaria… tenemos margen de mejora.
Ya me contaréis que os parece. Os dejo con las propuestas. #AlTurrón
Decálogo del paciente hospitalizado
- Déjenme dormir entre las 10 de la noche y las 6 de la mañana. No me tomen constantes ni me extraigan sangre si no es vital, y si lo es, me lo deberían explicar bien. Piensen que dormir bien me ayuda a recuperarme y me hace sentir mejor.
- No hagan ruido en el control de enfermería. Bajen el volumen de las conversaciones, el televisor, la radio, el ordenador y las alarmas de los aparatos y monitores, especialmente por la noche. Los pacientes preferimos plantas de hospitalización poco ruidosas.
- Tengan cuidado de mis pertenencias. Tengan inventariadas y protegidas mis cosas. Esto me hace sentir más seguro e incrementa mi confianza en ustedes.
- Llamen a la puerta antes de entrar y preséntense. Diríjanse a mí por mi nombre y no me tuteen si no se lo pido. En resumen me gustaría que respetaran mi intimidad y mi manera de ser.
- Tengan colgada en la pared una pizarrita con los nombres de los profesionales de cada turno y con las acciones que me han preparado para el día. Esto me ayuda a estar orientado. Comprueben que mi nombre y el número de la cama están escritos en el cabezal.
- Ténganme al corriente, a mí y a mi familia, si observan cambios en mis condiciones clínicas. Infórmenme también si hay retrasos en las pruebas programadas. Estar informado me rebaja la ansiedad.
- Tengan la habitación limpia. Limpien en profundidad cada día. Me han dicho que la limpieza reduce el riesgo de infecciones.
- Escúchenme e implíquenme en las decisiones de mi proceso clínico. Utilicen un lenguaje llano y confirmen que les he entendido.
- Explíquenme las normas básicas del hospital. Si estoy ingresado en unas instalaciones grandes y complejas, donde trabaja mucha gente, el hecho de entender las reglas de juego, me hace sentir más adaptado.
- Mantengan un nivel alto de profesionalismo en todo momento. Cuando están tomando un café en el office o cuando ya han terminado el turno, para mí siguen siendo el reflejo del servicio que se me ofrece. No se olviden de este detalle
(Agradecer la elaboración del Decálogo a Jane Hill, Director de Relaciones con el Paciente de Jonhs Hopkins. Traducido al español por Jordi Varela, “Avances en Gestión Clínica”).
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Genial!, añadiría que intentaramos suprimir el “Buenos días como estamos?” en un tono de voz bastante alto mientras abrimos persianas, no hablar de otros pacientes en mi presencia, guardar mi intimidad en todo momento.
Gracias Serafín! Un abrazo.
Te lo compro Dolors (siento el retraso al contestar) Un saludo!
Me parece muy oportuno este decálogo y también lo que comenta dolors
Contaros mi experiencia en un hospital público a la entrada pude ver un cartel grande con el nombre de todos los médicos del Servicio me llamó poderosamente la atención en sentido positivo, pero la verdad es que no puedo llegar a entender ni comprender que no apareciera en ese cartel informativo el nombre de las enfermeras que atendían a los pacientes
Dato para la reflexión
Un saludo a tod@s
Interesante lo que nos comentas “Gracias”. Un saludo.
Por fin saco algo de tiempo para comentar este magnifico post, que da que pensar porque, al fin y al cabo, habla de la Humanización de los pacientes en las plantas de Hospitalización.
Me ha llamado la atención el Decálogo, no porque no me guste la idea, si no por lo complicado que es que se cumpla al 100%, concretamente por lo siguiente:
1º Es difícil dejar dormir a un paciente a partir de las 10 de la noche, cuando los tratamientos en los pacientes hospitalizados implican su administración, en muchas ocasiones, sobre las 12 de la noche. En la mayoría de los hospitales, la ratio de Nº de pacientes por Enfermera es tan alta que, aunque empieces a repartir la medicación nada más terminar de contar el relevo, puedes terminar más allá de las 12 de la noche, y hablo de hospitales públicos, porque en los privados son más elevadas las ratios. Imaginaos administrar tratamiento EV y Aerosolterpia a 18 pacientes a partir de las 6 de la mañana, y además extraer sangre a, al menos el 30% de ellos, con la mayor seguridad posible. La enfermera que no sabe que constantes vitales puede tener un paciente en el turno de noche ¿no implicaría una probable desatención al paciente?
2º Es realmente confortable un hospital poco ruidoso. El problema no es mayoritariamente de la Enfermeria (que parece culpabilizar en el Decálogo). Existen las televisiones en las habitaciones, que los pacientes/familiares pagan (vergonzoso esto) y que por problemas de hipoacusia, lo pueden poner más alto de lo normal. O los familiares que hablan por teléfono en medio de los pasillos. O las sobrecargas en el número de visitas (que raro sería ver en un hospital una norma donde diga que no hay limite en el número de visitas (todos se la saltan), o con menores de edad)
3º Donde yo trabajo, el hospital no se hace responsable de la posible pérdida de las pertenencias de los pacientes. En tal caso, y por norma general, todas las pertenencias de los pacientes que derivados desde Urgencias son llevados a hospitalizacion se les deberia proporcionar el servicio de custodia por parte del personal de Seguridad.
4º El personal de Enfermeria, no está obligado a proporcionar informacion clinica sobre un paciente a un familiar, salvo que el propio paciente lo autorice, o según circunstancias especiales. Además el personal de Enfermería, por normal general, desconoce la programación de las Pruebas complementarias (RX, Ecografías, TACs, etc…) de hecho, en ocasiones se llevan a los pacientes a realizar dichas pruebas sin conocimiento de la Enfermera.
5º no sólo el personal de Enfermería debería velar por la limpieza de las habitaciones, si no que también los propios pacientes y familiares deben mantener el orden y la limpieza de las habitaciones.
Los hospitales de España no poseen la capacidad para cumplir este decálogo. Si hay alguno que lo cumpla al 100%, sus usuarios serán unos privilegiados.
Amigo Serafín, hay que empezar por concienciar a la ciudadanía que un hospital, ni es un bar, ni un centro comercial (aunque algunos ya lo parecen), es un centro para el cuidado y control de personas con patologías agudas, o crónicas agudizadas, con sus consecuencias y sus normas al respecto.
Un saludo!
Gracias por este comentario. Como compañera tuya, estoy 100% de acuerdo contigo.
Casi todas se pueden cumplir al 100% sin coste adicional de esfuerzo. Todos los profesionales sanitarios hemos estado en alguna ocasión de enfermo o de acompañante y sabemos que es cierto. Pondría especial énfasis en tratar al paciente como una persona que sufre, que está temerosa, que su máxima necesidad es el tranquilizarlo. Basta con mirarle a los ojos y dejar que se exprese (escucha activa).
Gracias por pasarte Francisco José y siento el retraso al contestar. Un cordial saludo.
Soy de la provincia de buenos aires Argentina, trabajo en un Hospital público, y si bien hay partes de este decálogo que se pueden implementar , existen otras que no , ya que en una habitación hay 6 pacientes y un piso de traumatología y cirugía hay 20 pacientes y 1 una enfermera y algunas veces las menos son 2 , se hace imposible cumplir con las indicaciones médicas y el tratamiento ,ya que se controla antes de medicar ,se vigilan drenajes,tracciones,goteo,dolor etc durante las 24 hs y obviamente apenas se recupera se externan y van a descansar y disfrutar de su casa ,disculpen las molestias ocasionadas para restablecer vuestra salud.
Gracias Laura por pasarte y compartir estas palabas con nosotros…