Comenzamos el nuevo año en Cuidando, con la vuelta a casa de una de nuestras colaboradoras de lujo, Virginia Salinas, con un post muy interesante sobre gestión de cuidados, liderazgo, trabajo en equipo… Comparte su experiencia en gestión, y además, te pide que si te apetece, también la compartas tú.
¿Te animas?. Te dejo con ella…
Liderazgo en Cuidados: ¿Planificación o improvisación? ¿Cuál es tu experiencia?
Los proyectos son esas ideas que se materializan en espacios de oportunidades de equipo o individuales, con el compromiso de planificar e implementar acciones, actividades y elementos vinculados a la puesta en práctica del proyecto, manteniendo la misión y visión claramente identificada para alcanzar finalmente resultados visibles. Lógicamente, ante cada proyecto y con el paso del tiempo, toca echar la vista atrás para analizar su puesta en marcha, las actividades y los resultados obtenidos hasta el momento, hacer autocrítica y redefinir espacios y acciones para mejorarlo.
Este proyecto al que me refiero, es la creación de una Unidad de Gestión de Cuidados, de la que formo parte hace ahora más de un año. Como proyecto presenta un valor conceptual y teórico de peso en la organización (desde mi opinión), de hecho creo mucho en él, cuestión fundamental en mi espíritu que me ayuda a seguir vinculada desde la pasión de entender una utilidad, posibilidad y necesidad de normalizarse dentro de la administración y de la organización para ayudar a alcanzar resultados vinculados a la mejora de la calidad asistencial. Pero también opino que debe analizarse para mejorarlo, perfeccionarlo y hasta para conocer qué opinan los compañeros/as al respecto. Un poco esa es mi intención.
Mi experiencia actual en Gestión de Cuidados
Pero empecemos por el principio. Hace más de un año, concretamente unos 14 meses desde su constitución, la Dirección de Enfermería en la persona de D. Cipriano Viñas Vera, consideró que una serie de profesionales de Enfermería que venían trabajando en la Unidad de Evaluación y Resultados del hospital, nos reuniéramos en una unidad que se decidió denominar, Unidad de Gestión de Cuidados, como espacio de gobernanza desde el trabajo en equipo con el objetivo fundamental de dar soporte, ofreciendo diferentes herramientas y recursos a profesionales de enfermería, y coordinadores y supervisores de las diferentes UGC hacia una gestión del cuidado con criterios de excelencia en calidad asistencial. La idea se materializó en la unidad creada por un grupo de 5 enfermeras/os unidos organizativamente, aunque no así físicamente, debido a la dispersión geográfica que impone la presencia de los dos hospitales públicos de Málaga funcionando en convergencia, el Hospital Clínico Universitario Virgen de la Victoria (HVV) con sus 2 pabellones y el Hospital Regional Universitario (HRM) con sus 4 pabellones.
Para ello nos reunimos sus integrantes con el equipo de dirección y subdirección de enfermería y se materializó la unidad, se definió su plan funcional y su cartera de servicios con las líneas de acción a implementar, que son, entre las principales a destacar:
- Consolidación del Diraya de atención hospitalaria (DAH) como programa de registro corporativo incorporado a la historia de salud electrónica en ambos hospitales, desde hace un año en HRM y hace tres en HVV.
- El seguimiento y monitorización de los Acuerdos de Gestión Clínica (AGC) incluyendo todos los objetivos de seguridad del paciente y los objetivos vinculados a la estrategia de cuidados de Andalucía.
- El desarrollo y configuración de un cuadro de mando de cuidados de enfermería.
- La catalogación y desarrollo de las consultas de enfermería de práctica avanzada.
- La comunicación, información y TICs.
- El impulso y apoyo a la Investigación e innovación de cuidados de enfermería.
Es decir, en definitiva, muchas líneas de trabajo abiertas y desarrolladas, que precisan seguir dándoles una continuidad en este segundo año rodaje que se inicia.
Retos y dificultades
Desde mi punto de vista, hay elementos muy positivos en todo ello. Creo que nos hemos reunido un grupo de profesionales de enfermería con formación y perfiles profesionales diferentes, pero que tienen en común haber dedicado un tiempo a la gestión de profesionales y unidades asistenciales en algún momento de su periodo laboral y por otro lado, haber trabajado en la unidad de evaluación y calidad asistencial con más o menos tiempo de dedicación. Normalmente las reuniones de trabajo para sacar adelante ideas y su implementación son muy enriquecedoras.
Pero analizando más allá, contamos con un problema, y es la dispersión geográfica que obliga a que cada miembro se ubique en uno de los hospitales o pabellones de los que conforman los hospitales en Málaga, cuestión que dificulta la unidad, quizás no tanto al equipo, pero en riesgo de interpretarse como personas ubicadas en diferentes pabellones y haciendo actividades más allá del sentido de pertenencia a una unidad. Hay que añadir a esta situación la necesidad de establecer canales adecuados de comunicación, resuelta en la era digital con una carpeta virtual de documentación y trabajo en red, un grupo de whatsapp y el email corporativo, aunque en ocasiones hay necesidad de discutir o debatir ideas o aspectos que andamos trabajando, y precisamos el cara a cara. Lógicamente habrá que normalizar reuniones de equipo semanales, por ejemplo, o encontrar como superar lo mejor posible esta realidad de la dispersión.
Además, he preguntado 5 preguntas sencillas a un grupo de 8 supervisoras del hospital donde yo me ubico, a modo de encontrar cierto feedback (aunque soy consciente del sesgo de selección y es algo puramente orientativo), y lo curioso es que en sus respuestas encontraban dificultad para identificar la unidad, el número de miembros y quiénes somos, y orientan sus respuestas en su mayoría, que la misión u objetivo de la unidad es el asesoramiento, información o el apoyo a las supervisores y profesionales de enfermería de las unidades asistenciales, y en algunos casos, lo relacionan con servir de soporte para alcanzar adecuadamente los objetivos de la unidad en sus Acuerdos de Gestión Clínica (AGC). Luego, parece que la identidad de la misión de la unidad se reconoce, aunque quizás dificulta situar un equipo de trabajo configurado en la idea de unidad.
Cuando hablas con el equipo directivo, ellos también identifican y entienden la necesidad de la unidad como soporte y apoyo de la gestión. Es decir, parece que el proyecto es útil y positivo para la organización, y nos toca seguir trabajando para superar esa barrera de la dispersión con elementos que mejoren nuestra dinámica de trabajo y seguir manteniendo un servicio de valor al equipo de gestión y al resto de profesionales de los diferentes hospitales para trabajar por la calidad del cuidado asistencial en nuestros entornos de trabajo.
Oportunidades de gestión, cultura participativa y comunicación.
No quería despedirme sin hablar precisamente que estuve viendo en diferido la Jornada del 1º Encuentro de Profesionales en Gestión de Cuidados, que se celebró en la escuela andaluza de salud pública (EASP) como espacio de reunión de todos aquellos profesionales que estuvieran interesados, en torno a ese programa de formación de la EASP en gestión de cuidados, ahora definido como Diploma de Especialización.
Desde ese espacio de debate, con exposición por parte de los participantes invitados a la mesa que de la mano de su moderador, fue dando paso a una serie de intervenciones de los ponentes, incorporando preguntas o intervenciones del público para alcanzar ese diálogo entre todos. El Dr. Manuel Amezcua, moderador del debate, con su estupendo ingenio, centra su arranque en todos esos “palabros” relacionados con la gestión del cuidado, que permite orientar el debate de donde se parte y hacia donde se va en esta cuestión. Para Andalucía, según la Directora de la Estrategia de Cuidados de la Consejería de Salud de la Junta de Andalucía, Nieves Lafuente, no se entiende alejada de la gestión clínica y en gobernanza desde el trabajo en equipo hacia resultados en salud incluyendo a la ciudadanía (nivel meso y micro de la gestión).
En otros entornos sanitarios, delimitados por los ponentes asistentes, destacan como clave, encontrar el potencial cuidador de la organización con el manejo inteligente de los intangibles, que aportaba Soledad Gallardo Bonet, Gerente del Hospital Comarcal de Inca. (Servicio de Salud de las Islas Baleares). O como desde el País Vasco nos hablaban del cuidado como un bien común de la organización, que debe incluir al paciente en el proceso para su desarrollo y creación participativa, como apuntaba Ana María Chueca Ajuria, Directora de cuidados de Osakidetza (Servicio Vasco de Salud). El presidente de ANDE, Jesús Sanz Villarejo (aquí su minuto experto hablando de gestión de cuidados), nos recordaba la necesidad de incluir la gestión de cuidados a nivel de políticas de salud (nivel macro de la gestión). Y destacaría como definía el moderador, Manolo Amezcua, un estatus basado en la evidencia frente a las prácticas de la presencia, es decir, sellar la brecha del conocimiento. En definitiva, oportunidades de gestión y cultura participativa con la comunicación como eje vertebrador de esas relaciones bidireccionales en el deseo ultimo de alcanzar resultados positivos en la ciudadanía. Como podéis observar en el vídeo, es estimulante el debate sobre gestionar cuidados profesionales, con el reto de llevar esa pasión de la gestión del cuidado a la realidad asistencial. Por cierto, una cosa que me ha quedado claro es que debería hacer el curso de especialización un día de estos (espero sea más pronto que tarde).
Y ya sólo despedirme, pero sin dejar la oportunidad de preguntaros: ¿Cómo entiendes el modelo de gestión de cuidados? ¿Conoces unidades de gestión de cuidados como la que os cuento (aunque se definan de otra manera) en vuestros entornos de trabajo? ¿Quieres compartir cómo funciona o cómo crees que deberían funcionar en los entornos asistenciales sanitarios? ¿Te dedicas a la gestión de cuidados profesionales? Estaría bien conocer vuestras opiniones al respecto, ya que aquello que se habla y comparte, crece y mejora.
Me despido deseando un Feliz Año 2016 cargado de desarrollo profesional para la Enfermería.
Virginia Salinas. Enfermera. Directora de la revista “Archivos de la Memoria”.
6,546 visitas
Excelente explicación Virginia, no conozco en Castilla y León u a Gestión de cuidados tal y como indicas, pero sería importante su comienzo o desarrollo.
Hola Ana, qué alegría saber que me lees, gracias por pasarte y animarte a comentar. Me alegra que encuentres interesante la posibilidad de disponer de una unidad de este tipo o alguna oportunidad en este sentido allí en ese entorno y en la comunidad de Castilla y León, desde ese potencial que intento explicar. Un abrazo enorme y a ver si podemos reunirnos pronto.
Hola Virginia, muchas gracias por el post me planteas un tema de sumo interés pero también serias dudas.
Concuerdo en diagnosticar que la ausencia de una referencia a nivel macro para la configuración y seguimiento de una estrategia de cuidados global a toda la organización (y al entorno sociosanitario) es un serio handicap y por ello desde que tuve el placer de conocer a Nieves Lafuente en las II jornada 3eSalud (2014) he seguido con interés la tipología y el trabajo de los diferentes abordajes que de este tema existen en las 16 administraciones sanitarias españolas.
A nivel micro (a pie de cama, vamos) creo que es fundamental el trabajo de liderazgo de los mandos intermedios y de las propias enfermeras en lo que se refiere a liderar los cuidados dentro del equipo multidisciplinar.
Lo que me crea dudas (y muchas) es el nivel meso… el apoyo que desde la estructura interna de cada centro se de a los líderes de las unidades y la trasmisión (y devolución de resultados) de las lineas estratégicas así como la generación de recursos de apoyo basados en la mejor gestión del conocimiento disponible ¿necesita una estructura fija y permanente?¿podemos dedicar preciosos recursos a ello?… es evidente que deben ser los resultados (objetivos y subjetivos) los que acaban avalando este tipo de apuesta.
En el caso que conocí la principal traba vino al topar con el muro de una estructura organizativa piramidal muy rígida y la imposibilidad de responder con cambios a ese nivel a los problemas que exiten en la prestación de cuidados aunque con el tiempo creo que lo más decepcionante era el escaso interés en mejorar la práctica desde el conocimiento…
En fin; como vengo diciendo estos días a mis allegados cuando les llamo para contarles sobre esta nueva etapa creo que “el éxito de esta misión se podrá medir si cuando llegue el momento de volver a mi base la organización tiene necesidad de mantener vivas las funciones desarrolladas con esa u otra figura específica”.
Hola Salva
Muchas gracias por pasarte y comentar, además considero que pones la sal al guiso, porque tal y como valoras, si a nivel macro hay una estrategia clara de cuidados, entiendo que es prioritaria que entre lo macro (toda la administración) y lo micro (el nivel asistencial básico) se necesiten estructuras de la gestión del cuidado, porque hay una prioridad de transferencia de información y de conocimiento, que quizás y sin estas estructuras, o de otra manera, sería más difícil o imposible que esas estrategias planteadas puedan llegar a lo más básico. Y por supuesto que comparto que dentro de una organización sanitaria con jerarquías piramidales rígidas, entiendo que sean más complejas de desarrollar, pero pienso que hay una cuestión que ayuda en estos niveles meso de la gestión, como es contar con un liderazgo claro que permita introducir líneas de acción hacia cambios adaptativos para el trabajo en equipo y con un fin último que es la calidad asistencial del cuidado profesional.
La siguiente que comentas, en forma de dos preguntas, creo que la estructura fija y permanente debe tener al menos el tiempo mínimo para que un proyecto pueda ser evaluado y analizado en perspectiva, un año?, dos años?… de manera fija y duradera? o con una estructura con rotación de profesionales interesados e innovadores? (quizás esto último es lo más positivo), pero también es cierto que un año, creo que es poco tiempo para sacar conclusiones sobre el valor conceptual y resultados objetivables. Aunque debo comentarte que hay una gestión del conocimiento que al menos en dos cuestiones en el hospital han sido muy positivas para la organización hospitalaria a la que pertenezco (al menos así las entiendo yo, y destacando dos muy concretas): una, el valor de tener a 5 profesionales de enfermería de soporte en el proceso de implantación de un programa informático (de cuidados) al implantarse en el hospital el DIRAYA (DAH) y poder resolver dudas a los profesionales de enfermería (y profesionales sanitarios) con el uso del programa, ayudar a favorecer circuitos de uso y desarrollo del uso del programa informático de registro de salud, formación in situ, desarrollo de los planes de cuidados estandarizados en las unidades, etc. Y la segunda, el soporte y formacion que realizamos sobre la estrategia de seguridad del paciente orientando a los profesionales sanitarios (más allá de la enfermería), para el trabajo y desarrollo de los diferentes proyectos que sostiene la estrategia en sí (higiene de manos, cirugía segura, notificación y gestión de incidentes de seguridad, etc). De manera, que ya sólo en estos aspectos, la virtud de la unidad, quizás ha podido espantar el fantasma del recurso “precioso”, como indicas destinado a ello. Pero que en muchas ocasiones y yo misma entiendo que alguien se lo cuestione, sobre todo cuando escasea el recurso profesional de enfermería de base, de manera que quizás un año es poco tiempo para evaluar resultados, pero esa ha sido mi inquietud, que se conozca la unidad y que se valore su necesidad, se analicen líneas de acción y resultados (estamos elaborando la memoria de la unidad), y sobre todo que si hay que mejorar algo, lo intentemos entre todos.
Por ultimo, darte mi más sincera enhorabuena por tu nueva etapa en prevención, gestión de riesgos y apoyo al conocimiento en cuidados. Creo que a partir de ahora tenemos que compartir mucha más información, Salva ;-). Que tengas mucha suerte y como dices, si estamos creando necesidad de existencia y supervivencia de estas estructuras o unidades, todo sea por el bien del ciudadano y de los profesionales sanitarios.
Un abrazo enorme.
Hola Virginia… el detalle de ser apoyo a la implantación del software de cuidados se me había pasado por alto; en ese caso considero que es algo esencial disponer de una referencia y que es fundamental que esta funcione para unificar tantas y tantas cosas del desarrollo del proceso de cuidados apoyado en una herramienta informática.
Como sabes participé en el proyecto http://softwaredecuidados.blogspot.com.es en el que acabamos de publicar los resultados que expusimos en #INVES15 sobre la encuesta #cuidados y bits (https://t.co/zuUJY7Ql4W) y que muestran lo lejos que suelen estar estas herramientas de lo que necesitamos para apoyar los cuidados… muchas veces ni están a la altura como registro.
En fin, ahora viene un tiempo de mucho aprendizaje en el que no podré prestar atención a ciertos temas por mucho que me interesen pues he de responder con responsabilidad a la confianza que me otorgan.
Un beso.