Me encanta estar aquí, al igual que el año pasado, colaborando con Cuidando.es en su iniciativa anual por la visibilidad de los cuidados enfermeros. Me han pedido una aportación dentro del lema “trabajo en equipo” y aquí está: trata sobre el mestizaje y lo que alguna vez he llamado “enfermero-diversidad”.
Los equipos de trabajo asistenciales en los centros sanitarios están viviendo lentos, pero implacables, procesos de cambio, relacionados muy especialmente con la construcción de nuevos mapas profesionales que están redefiniendo las competencias, funciones y roles de cada componente y, por tanto, sus aportaciones a los resultados asistenciales y de la organización.
Si analizamos los sistemas más desarrollados a este respecto, podemos ver que una de sus condiciones (o resultados, nunca se sabe muy bien) es una notable diversificación de las estructuras profesionales enfermeras. Y desde numerosos ámbitos enfermeros se está alarmando acerca de las graves consecuencias desnaturalizadoras que dicho proceso está conllevando: la dilución del discurso y la visión y la mirada enfermeros, la medicinalización de la enfermería y su abandono del enfoque holístico o la descohesión interna que convierte a las enfermeras en peones fáciles de manipular, cada cual en su propia casilla sin ver más lejos.
Lo cierto es que, tanto desde el punto de vista de la visibilidad de la enfermería, como de la ampliación de las perspectivas de progreso de las enfermeras en sus carreras profesionales, esta diversificación está permitiendo buenos avances. Una de las principales razones es que la extraordinaria complejidad de los servicios de salud actuales ya no precisa únicamente perfiles generalistas bien delimitados, sino que cada vez necesita más soluciones ad hoc a nuevos problemas o a problemas enquistados que no se han podido resolver desde los enfoques burocrático-competenciales aún dominantes.
En mi blog y en muchos otros hay numerosas entradas donde se describen experiencias de todo tipo en cuanto a organización del trabajo y de los equipos asistenciales en atención primaria, en hospitales y en centros sociosanitarios, todas diferentes, muchas de ellas imaginativas y otras tan obvias que parece mentira que no se hayan ensayado antes. Estas experiencias están gozando de una notable visibilidad social, con reflejo en los medios de comunicación, y la enfermería está avanzando en la consecución de una imagen social más moderna, más competente e independiente, menos lastrada por sus orígenes. Y lo principal, sin duda, es que los médicos que participan en estos sistemas de organización del trabajo avanzados expresan claramente su preferencia por ellos: romper barreras de dominación es lo que tiene: libera tanto al oprimido como al opresor (que nos lo digan a los hombres).
Por eso, creo que el mestizaje es bueno. No importa tanto cómo me llamo, sino quién soy, qué aporto que sea mejor de lo que aportaba y, sobre todo, cómo y porqué lo hago.
Juan F. Hernández Yáñez. Sociólogo, consultor. Editor del Blog “La enfermería frente al espejo“
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Recuerdo a esa chica como si fuera ayer, no podía dejar de mirarla…
Era tan, tan, tan… no encuentro la palabra. No es bella, no es diferente, no se… ¿especial?
Era en un vagón de metro en Manhattan, hace 15 años.
La chica era morena, con el pelo liso, con los ojos rasgados y la piel oscura. Y yo me comportaba como una chica de provincias, mirándola fijamente y sin poder apartar la vista de ella.
La chica bajó del vagón sin saber que ella me había hecho comprender que necesitamos mezclarnos para avanzar.
Gracias Juan por hacerme recordar esto.
Un abrazo
Esta tarde, que no podía ver que se cocía en el 24h24p y estaba con un paciente… a través de la puerta estaba oyendo al médico… haciéndome el mejor regalo como enfermera! Empoderarme en mi labor!
Solo desde el trabajo en equipo, el mestizaje como bien dices, el empoderamiento como dice Rosa en su post http://enfermeradospuntocero.blogspot.com/2012/02/un-revolucion-desde-lo-cotidiano.html puedes llegar a “saber quién soy, qué aporto que sea mejor de lo que aportaba y, sobre todo, cómo y porqué lo hago”.
Por cierto… los posts que más me han gustado (unos cuantos blogs colaterales)… han venido de médicos… Tampoco me extraña… porque yo sinceramente, a diario en el trabajo (salvo escasisimas excepciones), siempre
me he sentido valorada… El descrédito siempre viene de 4 gilipollas o direcciones obsoletas…
Me siento extraño utilizando un blog diferente al mío (extraño, pero a gusto). Y es que no puedo dejar de daros las gracias por estos dos comentarios tan hermosos, tan al grano; me alegra mucho haberlos inspirado. Muchas gracias, Rosa y Lili. Besos.
Me encanta como planteas la “enfermero-diversidad”, no podía ser de otra forma… si somos diferentes es evidente que nuestros mapas competenciales serán distintos pese a que muchos factores y grupos de interés basculen el perfil enfermero hacia la uniformidad…
Gracias por plantearlo así, sin estridencias, con normalidad, (Me ha impresionado la página del NHS donde aparecen los perfiles de enfermeras que se buscan), un tema bastante trasgresor por cierto en un ámbito como el nuestro en el que pese a carreras profesionales, pese a mapas de competencias y diferentes “inventos” acaba por imponerse la “bolsa de trabajo” en la que todos somos iguales salvo por la antigüedad en la bolsa (Que no en el puesto), y cobramos todos igual porque si no sería un agravio.
Personalmente no me siento oprimido por el compañero, más bien por un sistema muy poco flexible, y poco orientado a resolver problemas de salud…