Hola de nuevo. Comienza una nueva semana y desde Cuidando.es nos hemos propuesto llenar todos los “rincones” de la web con reflexiones de nuestr@s amig@s.
Si hace unos días fue Josefina la que nos habló de las UPP, esta semana nuestro gran amigo José Carlos Bellido-Vallejo nos deja una importante reflexión sobre las enfermeras quirúrgicas…por cierto…¿Sabéis que en los quirofanos trabajan enfermeras, no?
Gracias José Carlos, por dedicar un ratito a escribir unas líneas para Cuidando.
Pd. Esperamos que no sea el último.
¿Qué hay de la enfermería quirúrgica?
El importante desarrollo de la profesión enfermera en las últimas décadas también se ha visto reflejado en las enfermeras quirúrgicas. Podríamos decir que la metodología de cuidados ha sido un pilar fundamental en impulsar dicho desarrollo, dotar de contenido y fundamento el trabajo diario es un pilar que orienta la prestación de los cuidados, especialmente en el ámbito quirúrgico, donde la cirugía y la anestesia acaparan toda la atención.
Por otra parte el hecho de que las enfermeras sean conscientes de que sus cuidados tienen valor y repercuten en el bienestar del paciente, hace que poco a poco las enfermeras quirúrgicas busquen identificar mejor su rol independiente, cuestión nada fácil en los entornos quirúrgicos, donde tiempos de estancia cada vez son más cortos y rotaciones de pacientes más altas, en ocasiones llevan a las enfermeras a una limitación de tiempo y energías muy importante de cara a desarrollar ese rol independiente.
Bien es cierto que no todas las fases del proceso quirúrgico siguen el mismo ritmo de desarrollo profesional, mientras que la fase pre-operatoria y post-operatoria se han visto impulsadas y favorecidas por algunas de las estrategias de cuidados institucionales, no me atrevería a decir lo mismo de la fase intraoperatoria, que parece siempre ser la última cuando hay que poner en marcha alguna mejora o estrategia de cuidados.
La fase intraoperatoria necesita sumarse a cualquier estrategia al mismo ritmo que cualquier otra unidad, las enfermeras de las áreas quirúrgicas tienen que hacer un esfuerzo porque las mejoras les lleguen en tiempo y forma. En este sentido hay barreras que limitan que su desarrollo esté en el percentil óptimo de crecimiento con respecto a otros grupos de enfermeras; en primer lugar las propias enfermeras quirúrgicas, que a veces ancladas en su actividad muestran importantes resistencias al cambio y la innovación; en segundo lugar los cargos intermedios, que en ocasiones no son capaces de ver cuáles son las carencias cualitativas de su equipo y liderar estrategias de cuidados que mejoren e impulsen el verdadero trabajo enfermero; en tercer lugar los gestores, que con frecuencia están más preocupados de resultados cuantitativos (tiempos de ocupación, número de informes…); en cuarto lugar otros profesionales, en particular los médicos, más interesados en llevar a cabo sus programas quirúrgicos que en desarrollar un verdadero trabajo de equipo multidisciplinar.
Puedo estar equivocado en todo o en parte de los planteamientos anteriores, a mi me parece evidente que en las áreas quirúrgicas las enfermeras tienen un potencial de desarrollo muy importante, potencial que tiene que apoyarse en una formación sólida, especialmente en la metodología de cuidados, el proceso enfermero tiene que implementarse de verdad y eso sólo será posible cuando las enfermeras se convenzan de ello; también ha de impulsarse la investigación y buscar nuevas líneas sobre los cuidados quirúrgicos, así como el verdadero trabajo en equipo. Todo esto será posible sí además los gestores entienden la importancia y repercusión del trabajo de las enfermeras quirúrgicas, más allá de las cifras, y establecen una discriminación positiva que permita un desarrollo equilibrado e igualitario con el resto de enfermeras.
José Carlos Bellido-Vallejo
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