Los enfermeros jóvenes (y los que no lo son, también) tenemos que lidiar de vez en cuando con esta típica frase “Aquí, siempre se ha hecho así…“.

Y Cuando te la dicen, resuena un trueno y escuchas de fondo una música diabólica. Para que te hagas una idea, es cómo cuando Alberto Chicote mete la mano en la freidora de los restaurantes que visita, que se te ponen grandes “las bolas de los ojos”, los párpados se abren y se te pone una cara de mala leche que no puedes con tu alma.

La verdat es que esto, pasen los años que pasen, nunca dejas de encontrártelo. Cuando terminas, “porque sois los jóvenes que venís con muchas prisas”. Cuando llevas algunos años trabajando “porque no paras de darle al tarro”, y cuando tienes tus añicos “que ya está el enfermero regruñón, siempre con los mismo”. Y es que, este problema es mucho más básico.

A las enfermeras no nos gustan los cambios.

confort

Lo de salir de la famosa zona de confort no va con nosotras. Nos cuesta (como este año al Alonso ganar una carrera con el cochecito). De partida, en la universidad, salimos con el título de enfermero y de biólogo, porque nos encanta coger vías (si puede ser del 14 mejor, menudo agujerito dejan…). Pero cuando se trata de hacer cositas nuevas, como diría Edurne (Eurovisión)…#ieieeeo.

Si tenemos que cambiar la cafetera de sitio en el estar de enfermería “tu estás loco niño, si lleva en esa lugar 16 años, ¿o es que no ves los chorreones (crianza) de café”. Si vamos a cambiar alguna práctica por pequeña que sea, siempre, siempre, siempre te encontrarás con otra enfermera, con un auxiliar, con un Señor Celador o con la médica de turno que te dirá esa frase que tú y yo sabemos (que no la quiero decir por lo de los truenos y eso.). Y si hablamos de evidencias… ¿evidencias de que? “A mí no me cuentes historias, que está la cosa muy mala, no tengo tiempo de ná, no se inglés, es muy complicado y, que te iba yo a decir, si siempre…”.

Lo mejor es la soluciones que buscamos los intrépidos, los aventureros, “los residentes” (que dicen por aquí) para intentar conseguir los cambios. Le damos vueltas y vueltas a las cosas (como una peonza) para intentar conseguir llevar un poquito de cordura a las prácticas “de toda la vida”: se lo digo a este de una manera (espero que lo pille), se lo digo a la Super (que lo mismo a la quinta le entra), le dejo el artículo con las conclusiones en fosforito, subrayado en rojo y con ARIAL DEL 25, para que lo pueda leer desde lejos. Y a veces, ni por esas. Es muy difícil, si señor.

No me extraña nada que luego estemos las Enfermeras Saturadas y nos dediquemos a escribir libros. Si es que la cosa está muy mala para cambiar nada. Al fin y al cabo, la vida es suero, y siempre se ha hecho así.

Un abrazo

Imagen Zona de Confort by Shutterstock

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5 comentarios en ““Perdona, pero aquí, de toda la vida se ha hecho así” (Monólogo V)”

  1. Lo peor es que en esa lucha diaria con el “es que aquí siempre se ha hecho así…”, hay momentos de flaqueza que te planteas si realmente vale la pena seguir peleando, intentar que las cosas se hagan con una respuesta al “por qué y para qué” las hacemos. Te planteas si realmente vale la pena seguir luchando contra el ejército de la cofia…
    Leeros me da fuerza para seguir, es como encontrar compatriotas en esta batalla que muchos días te planteas si es una causa perdida..
    Me entristece no solo los paleoenfermeros, sino ver que hay muchos en las nuevas generaciones que se indignan cuando los intentas llevar hacia una enfermería basada en evidencias.
    Muchas gracias por el monólogo! ?

    1. Hola Ro!. Siento mucho el retraso al contestar. Gracias por compartir tu reflexión en el blog. Cucha que te diga, seguir peleando, siempre (aunque algunos días tengamos que bajar la guardia)))))). Sigamos avanzando juntos! Un afectuoso saludo.

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