Tras un episodio asistencial (lo que viene a ser, un ingreso hospitalario, asistencia en consulta, etc) o cuando una persona se va de alta, ésta recibe numerosos informes (pruebas) de que lo que se le ha hecho durante dicho episodio. No voy a entrar en los detalles de las características que deben tener cada uno de esos documentos, ya que para eso, tenemos el Real Decreto 1093/2010, pero me gustaría detenerme en la utilidad de dichos informes desde el punto de vista de las personas que cuidamos.
- INFORME CLÍNICO DE ALTA: Con todos los campos rellenos, y además con cosas muy raras, según mis familiares. A mí siempre me preguntan y si me preguntan, lo mismo es porque no se enteran…
- INFORME DE CONSULTAS EXTERNAS y el de URGENCIAS: lo mismo que en el anterior, pero incluye interconsultas, datos técnicos y todo…
- INFORME CLÍNICO DE ATENCIÓN PRIMARIA: ¿cuando un paciente acude a una consulta de Atención Primaria se le da un informe? No lo sabía.
- INFORME DE PRUEBAS DE LABORATORIO: ¿Cuando se entrega a un paciente un informe de estas características somos conscientes de la ansiedad que causan “tantas estrellitas”?
- INFORME DE RESULTADOS DE PRUEBAS DE IMAGEN: No te quiero ni contar lo bien que está que te den la Radiografía. Puedas enseñársela a todos “tus colegas” sin saber que significa “el dibujo”. Además, quedan muy bien guardaditas en casa, eso sí, sin informe.
- HISTORIA CLÍNICA RESUMIDA: Este también tiene su punto, y ahora es electrónica, más resumida todavía, mola más, pero si me voy a otra comunidad no puede leerse.
- INFORME DE CUIDADOS DE ENFERMERÍA: Muy chulo también, con sus NANDA, NOC Y NIC, codificados y todo… de Enfermera a Enfermera y de camino lo lee el paciente (que no sabe lo que pone).
Total, que la persona, una vez terminado su proceso, está perfectamente documentada, pero… “no se entera de na, de na, de na”.
Lo mismo, sería interesante comentar a las personas que cuidamos “todos estos informes, los guarda y se los enseña solo a profesionales sanitarios”. A cambio, le podríamos facilitar, un documento y su oportuna explicación de manera clara y sencilla, sobre cuáles han sido los cuidados facilitados durante su proceso y las recomendaciones que tiene que tener en cuenta en casa.
El caso es que lo mismo todo esto, “son cosas mías” y esto no pasa con demasiada frecuencia, pero… ¿vosotros que pensáis? ¿les explicamos a los pacientes todo aquello que necesitan saber? ¿lo entienden? ¿Seguro que los pacientes están informados?¿necesitamos entregar 3 informes que contienen información, que quizás no es relevante para el paciente? ¿Informes o recomendaciones?
Mientras llegan las reflexiones, es dejo con este vídeo. Así, vamos entrando en calor…
Buen día!
Nota: Vídeo realizado para la I Jornada de Vídeos y Salud. Ya mismo la II Edición.
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Lo que comentas es como la dicotomía ficha técnica-prospecto en relación con los medicamentos. Los documentos que cita el RD 1093/2010 son “ficha técnica”. Nos falta implantar algo parecido al “prospecto” para que el paciente se entere (algo) de lo que le hacemos … que previamente deberíamos haberle explicado de palabra.
Eso es Rafael! Elaborar documentos sin que sean correctamente explicados a las personas que cuidamos no tiene mucho sentido. Aunque como me comentaba hace unos días un compañero “los informes sirven para comunicarse con otros profesionales” y esto también ayuda a los pacientes.
Visto así, tiene sentido.
Un saludo
Desde mi experiencia, puedo decir que de todos los informes relatados, el paciente encuentra dificultades con los informes clínicos de alta médica, que por cierto en mi lugar de trabajo llegan bastantes retrasados, se depositan en la zona de trabajo de la planta y desde allí los enfermeros los repartimos, aunque en algunas extrañas ocasiones los entreguen algunos residentes y se los “expliquen” ellos mismos. De modo, que la inmensa mayoría de las veces, entrego sobre las 15.30 horas de la tarde (el paciente lleva vestido desde las 12 o las 13 horas y quiere salir corriendo) y siempre insisto que se lean todo el informe antes de macharse(a veces son los familiares directos quienes se los leen), y que si tienen alguna duda que la pregunten, cuestión esta con asidua concurrencia, lo que obliga a veces que se deben explicar ciertas cuestiones a través del especialista de guardia (que previamente no conoce al enfermo y es la primera vez que lo ve, porque su médico ya se fue). A su vez, entregamos el informe de alta o informe de continuidad de cuidados de enfermería (ICC), pero todavía estoy esperando que alguien me pregunte algo de ese alta de enfermería (nunca me ocurrió), ya que preguntan “¿y esto qué es?”, y se les dice, “su alta de cuidados de enfermería”, y dicen “ahhh” (así que a veces me cuestiono si lo que hacemos lo lee alguien), aunque si es verdad que lo enviamos por PDF creator a los centros de salud, pero ¿allí también se lo leerá alguien?, espero y deseo que sí. Luego en mi opinión, los informes clínicos son necesarios, pero deberían concentrar recomendaciones concretas, claras y específicas, por parte de los médicos y de los enfermeros, quizás en formatos resumidos hasta recibir más adelante unos informes más desarrollados y completos. Y por supuesto que deben ser explicados por el profesional responsable del paciente (el médico que da el alta tiene su responsabilidad). O al menos, eso sería lo correcto (esta situación se que debe mejorar en el servicio y así lo he hecho saber).
Un saludo turronero.
Coincido al 100% con tu planteamiento Virginia. Generamos informes por doquier, con información que para ser digerida necesita algún complemento. Como comentaba antes, un compañero me dijo al hilo de todo este tema, que si todos estos documentos sirven para informar a otros profesionales (continuidad) de los cuidados facilitados a una persona, esta persona ya se estaría beneficiando de manera indirecta de esa informacion (si los profesionales están informados, ambos sabemos que hemos hecho o dejado de hacer). Vale, este planteamiento puede estar bien, pero ¿de que nos vale estar nosotros informados si las personas que cuidamos no lo están?.
Un abrazo!!!!
Hola; teneis toda la razón al señalar que el RD no está enfocado al paciente sino al sistema; a que al información que circula entre profesionales tenga unos formatos y contenidos estandarizados; pero para el paciente NADA.
Y es que “no viste” que el informe que un paciente vaya a entregar en otro centro no sea críptico…
Por eso y porque la enfermería SI sabe que quien necesita información y cuidados es el paciente es por lo que te reclaman que se elaboren hojas de recomendaciones al alta para tal o cual problema, dispositivo o tratamiento… para apoyarse en él al explicarle cosas al paciente y que el paciente lo tenga como documento de consulta… y que desde ese documento se le puedan indicar otras fuentes de información y apoyo tanto en el “mundo real” como en la web.
Pero lo principal es que el ostentador del derecho a la información es el paciente y a él deben dirigirse los documentos que se le entreguen. Otra cosa es cómo se comunican datos clínicos entre profesionales y centros…o no.
Excelente reflexión Salva. Por un lado la comunicación entre profesionales y entre Centros. Por otro, la información que facilitamos a las personas que cuidamos. Como me dijo hace un tiempo una periodista “no confundamos las vías de comunicación…”. Tal y como dice el profesor Morales Asencio, sigue existiendo una asimetría de información tremenda, y a todos nos corresponde reducirla. Sigamos pues…