Un año más metidos en faena. Nos gusta celebrar cosas, y más si se trata de aniversarios como los que hoy nos toca celebrar.
Que un blog cumpla tres años es una buena noticia tal y como está el patio últimamente, y si encima ese blog es el de nuestros amigos los turroneros, pues mejor que mejor.
Un año más celebramos #24h24p por los cuidados de enfermería, y un año más nos piden nuestra visión, así que saco del armario mi “alma enfermera” y nos ponemos manos a la obra.
Hablamos de visibilidad del colectivo de enfermería, visibilidad hacia el resto de profesionales del hospital y/o centro de salud, y visibilidad hacia los pacientes y sus familiares. Muchas son las tareas que la enfermería hoy en día es capaz de hacer durante su jornada laboral pero en pleno siglo XXI seguimos necesitando de iniciativas como ésta para sacarlas a la luz.
La visibilidad es una de las claves para el éxito; el rendimiento excelente resulta multiplicado por la visibilidad. Según Ann Marriner Tomey en su “Guía de gestión y dirección de enfermería (2009)”, el contacto directo, con comunicación cara a cara, es una forma de obtener visibilidad. La buena presentación oral de un informe obtendrá más visibilidad que el informe escrito. La participación en grupos de trabajo dedicados a la solución de problemas aumenta la propia visibilidad.
¿Realmente necesita nuestra enfermería salir del armario o nos estamos dejando llevar por cantos de sirena?
Y una última reflexión, si me lo permiten mis #turroneros: cuando sale un artículo como el de Cayetana Guillén Cuervo alabando el trato de tres enfermeras en los últimos días de la enfermedad de su padre, a todos se nos hinchan los pulmones de satisfacción hacia la profesión. Ese es el camino, queremos más sirenas; y no digo que no las haya, sino que nos se les saca del fondo del mar.
¿Nos ayudas a encontrarlas?
Iñaki González. Técnico de Gestión de RRHH. Editor del Blog “SobreviviRRHHé!“.
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