La comunicación y registro de información enfermera ha cambiado algo desde que hace 30 años, mis primeros pasos en la profesión, usábamos el libro de incidencias en formato papel para registrar los cuidados realizados por turno de trabajo.
Hoy día darle la espalda a las nuevas TICs, es un suicido profesional le pese a quién le pese. Y es que los blogs, las redes sociales, las webs, nos interconectan y nos mantienen actualizados para prestar cuidados a partir de la mejor evidencia disponible. El desarrollo de las web 2.0 hace realidad la interacción y creación de contenidos por parte de comunidades virtuales para beneficio de colectivos profesionales como el de ciencias de la salud. También las nuevas TICs han propiciado que el rol del profesorado de CC de la Salud haya cambiado hacia la figura de facilitador de entornos de aprendizaje en detrimento de una posición dogmática del conocimiento, la ciencia y el conocimiento deambulan e interactúan en la red, se trata de saber discernir entre lo bueno y lo malo y aquí son importantes las orientaciones que el profesorado da a los estudiantes. Se trata de aprender a aprender con herramientas 2.0 y con el docente como guía y asesor.
Las herramientas informáticas, la red de redes nos permiten al instante buscar una sigla que han escrito en la historia y que no recordamos, como ejemplo, CPIA, rápidamente la red nos dice que se trata de contrapulsación intraaórtica. Que socorrida es la red con el vademécum on line para consultar una medicación que no recordamos.
El planeta se ha “achicado” con la era digital a la vez que la información se ha multiplicado exponencialmente, todo lo tenemos al alcance de la mano, eso sí, no sólo hace falta tener los recursos, sino tener el conocimiento para utilizarlos y sacarle el máximo rendimiento. Con recursos y sin las habilidades necesarias se corre el riesgo de quedar “al otro lado” de la brecha digital.
Sumando más bondades de las TICs, la evaluación, el seguimiento, la continuidad y mejora de los cuidados, han experimentado un salto cualitativo importante a través de herramientas informáticas como Diraya y Azahar (específicas de salud). Son muy potentes cuando el capital humano es suficiente, si no puede ocurrir que ingrese una persona con hemorragia en una unidad, haya que canalizar vía, extraer sangre arterial y venosa, colocar bomba de perfusión, valora in situ al paciente, administrar tratamiento… y luego es complicado sentarse a escribir en la aplicación informática si la actividad asistencial no cesa. Para cumplimentar los campos de la aplicación, la enfermera, a veces, se ve obligada a preguntar a las auxiliares de enfermería desde la silla; ¿cómo viene el paciente?, ¿qué necesidades trae alteradas?, ojo con la atención a los detalles en los cuidados!!!, ¿no tienes tiempo?, mírame, diferencia_T.
Hemos dado unas brevísimas pinceladas de la CARA y cruz de las TICs, tiro la moneda, ¿Qué pides, CARA o cruz? Seguramente saldrá CARA…
Manuel Linares Abad. Profesor Titular de Universidad.
Decano de la Facultad de Ciencias de la Salud de la Universidad de Jaén.
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