Tremenda responsabilidad la que ponen en mis manos los amigos Serafín y Antonio, Antonio y Serafín (monta tanto, tanto monta…) y es que quieren que hablen dentro del proyecto #24h24p de trabajo en equipo en salud.

Así que me remango y vemos a ver que nos sale, que el nivel está muy alto y no es cuestión de desmerecer el interés.

Cuando hablamos de trabajo en equipo en salud, una palabra me viene a la cabeza: HIBRIDACIÓN!

La primera vez que oí hablar de este concepto fue en el Blog de Amalio Rey y aunque va enfocado en principio a la idea de forzar combinaciones, conexiones y complicidades entre piezas que nunca colaborarían entre sí de forma natural porque no se reconocen como complementarias, creo que puede ser perfectamente aplicado al entorno sanitario.

Hay conexiones que parecen más lógicas, aunque la realidad a veces sea un poco más tozuda y nos encontremos más barreras de las que en principio deberían darse entre personal sanitario como médicos o enfermeras.

Pero la magia se da cuando perfiles totalmente antagónicos, profesionales que en principio no hablan un mismo lenguaje ni comparten mismo esquema mental, cuando juntas sanitarios con no sanitarios, cuando metes en un grupo de trabajo médicos con economistas, enfermeras con informáticos, licenciados en derecho con fisioterapeutas.

Si agitas bien la mezcla y das voz y voto a todos ellos en igualdad de condiciones, cuando creas un clima de confianza y respeto, ahí es cuando consigues “intersecciones donde se cuecen las mejores oportunidades para innovar, las ideas más rompedoras.”

Dediquemos un momento a reflexionar sobre esto, nuestros iguales poco pueden aportarnos, abracemos al diferente porque es entonces cuando conseguiremos las mayores sinergias colaborativas.

No podíamos terminar sin un tema choni de esos que tanto gustan por aquí, jajaja… Paloma San Basilio – Juntos: