Seguridad del paciente ¿una moda?
En los últimos años, la Seguridad del Paciente se ha convertido en un tema de rigurosa actualidad en el sector Salud por diferentes motivos, entre ellos y el más importante, que hay personas que mueren por descuidos en la seguridad del paciente.
La Alianza Mundial para la Seguridad del Paciente fue puesta en marcha por el Director General de la Organización Mundial de la Salud en octubre de 2004. Desde entonces se han generado diferentes iniciativas y proyectos en relación a este asunto: se han planificado Estrategias, puesto en marcha Programas y Observatorios, realizado Jornadas, formado pacientes, creados listados de verificación y programas acreditación de Centros Sanitarios. Sin duda, todas estas herramientas nos están ayudando a tomar conciencia de que la Seguridad es algo que nunca debemos olvidar, aunque a mí hay un par de cuestiones que me preocupan.
Primero, que todo esto se convierta en una moda. Y ya sabemos que pasa con las modas. Si un centro sanitario tiene un Listado de Verificación, el de al lado hace otro mucho más bonito (aunque luego sean iguales y no se utilicen bien). Si en un centro los profesionales se lavan las manos, en el mío, por supuesto, se las lavan mucho más. Que un listado de verificación se convierta en un papel más para rellenar o que lavarse las manos se convierta en un sello que obtener (y cuando lo tenga, “paso del tema”), pueden resultar actividades de dudoso beneficio si no se evalúa el proceso, se miden resultados en salud, se planifica de manera correcta y por supuesto, se implica a los profesionales. A veces da la sensación, de que hablamos más de campañas de marketing que de una Seguridad efectiva, que es lo que queremos conseguir, ¿no?
Cuando escuchar, se convierte en una recomendación.
Y por otro lado, ahora resulta que nos estamos olvidando de lo básico, de lo elemental en la relación (profesional) entre dos personas (la que necesita cuidados y la que los facilita): ESCUCHAR.
Gracias al Observatorio para la Seguridad del Paciente, he tenido acceso al informe Una promesa de aprender – Un compromiso de actuar: mejorando la seguridad del paciente elaborado por El Grupo asesor para la seguridad del paciente del Reino Unido, como respuesta a las investigaciones en el hospital de Stafford, donde se registraba una mortalidad muy superior a la esperada según las estadísticas.
Entre las recomendaciones de este grupo se encuentran el situar la seguridad del paciente y la calidad de la atención por encima de todos los demás objetivos; escuchar a pacientes y personas cuidadoras en todo el sistema, en todas las ocasiones; además de otras recomendaciones, tales como impulsar el desarrollo profesional, insistiendo en la capacidad y apoyo para mejorar los procesos en los que trabajan; fortalecer la transparencia, la responsabilidad, la confianza y ética del aprendizaje.
Si un servicio como el NHS (Sistema Nacional de Salud Británico), tienes que emitir un informe donde se recomiende que uno de los 10 elementos claves para mejorar la seguridad del paciente es escuchar a los pacientes y cuidadores, lo mismo es que algo no estamos haciendo bien.
Desde mi punto de vista, la personalización de la asistencia sanitaria jugaría un papel esencial en todo esto. Esa atención centrada en el paciente de la que se llevamos tanto tiempo hablando, y que conlleva la importante participación e implicación de los pacientes en su salud y la mejora de la relación entre profesional y paciente.
Por eso está genial que fomentemos las estrategias, listados, programas y el resto de herramientas que conocemos, pero no olvidemos, que sin la implicación de los pacientes y sobretodo, sin escucharles, nada de todo eso, tendrá sentido.
Como dice el NHS en su informe, se trata de aprender de nuestros errores y de actuar para cambiar, ¿no crees?.
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Con todos los respetos, de todo se aprende, pero el Sistema de Salud Británico no me parece el mejor maestro, ni ejemplo. Y no pretendo hacer apología de la senofobia británica. Aprender de nuestros errores para corregirlos, es una de las premisas fundamentales, o si lo prefieres la naturaleza, de la Seguridad del Paciente como cultura sanitaria. Y no lo han inventado los británicos, sino que configura el ideario de dicha cultura desde sus origenes en el seno de la O.M.S. en cuya Asamblea General del Año 2002 se creó esa Alianza Mundial a la que se refiere el artículo. Pero al margen de disquisiciones menores, yo creo que hay que entender que la Seguridad del Paciente es una Cultura, no una Moda, que utiliza intervenciones multimodales y unas determinadas herramientas que reducen o eliminan los efectos adversos derivados de la asistencia sanitaria. Como toda Cultura requiere generar hábitos entre los profesionales, que se mantengan en el tiempo. Estoy de acuerdo que no sirve el lanzar una campaña o dar un curso puntual para decir que el profesional se lave las manos. La dificultad viene al tener que buscar herramientas que consigan generar un hábito permanente de correcta higiene de manos entre los profesionales.
Los que nos dedicamos a la Seguridad del Paciente no tenemos las dudas que se reflejan en el artículo, pero si la preocupación por las dificultades que encierra la implantación de una Nueva Cultura Asistencial y la generación de nuevos Hábitos de trabajo. Escuchar al paciente siempre es interesante, tratarle bien, una obligación, pero no está demás, no tanto escuchar, sino hacer caso a los profesionales de la Seguridad del Paciente. Principalmente porque se salvan vidas, y nadie que busca Asistencia Sanitaria debería sufrir un efecto adverso ocasionado por la asistencia que recibe.
Hola Luis Miguel, como siempre es un placer leerte por aquí. En primer lugar, quiero dejar claro que la Seguridad del Paciente me parece esencial en la Asistencia Sanitaria, pero pienso que todos (administración y organizaciones, profesionales y pacientes) podemos aportar un poco más. Vayamos por partes:
Respecto al NHS, independientemente de que “todo es mejorable”, pienso que las conclusiones de este informe pueden ayudarnos a reflexionar. Por otro lado, soy consciente de que la cultura (que no moda) sobre Seguridad del Paciente es el objetivo que se persigue, pero ¿lo estamos haciendo bien? ¿Estamos evaluando resultados?¿Hemos implicado a los pacientes en todo esto?¿Esta cultura, esta calando en los profesionales?
Personalmente creo, que escuchando a los pacientes, también se salvan vidas y además, ya sabes que la participación de estos en la Cultura de la que hablamos, es imprescindible.
Resumiendo: Creo que hablamos de lo mimo, pero desde diferentes óptica.
Un placer, nos vemos pronto.
Magnifico blog. En mi desempeño profesional (farmacéutico de hospital) estamos haciendo un esfuerzo en potenciar la seguridad del paciente, pero asociada al CONTACTO DIRECTO con él, además de personal médico y de enfermería. Creo que el contacto directo a veces es mejor para solventar algunos problemas de seguridad que los soportes electrónicos como prescripcion electronica asistida, historia digital, etc. No debemos olvidar el trato directo con el paciente.
Gracias por tus palabras y por la reflexión. Como bien dices, nunca debemos olvidar el contacto con el paciente. Un saludo.
Pues… en nuestro servicio de radiología estamos usando un listado de verificación desde hace un año. La primera ventaja observada ha sido, el orden en nuestra actuación y la segunda, curiosamente, hay mejor comunicación con el paciente y con el resto del equipo intervencionista. Resta decir que proporciona mayor seguridad a todo el procedimiento (si algún ítem no está dentro de los parámetros o se intentan modificar en el momento o…se cancela el procedimiento hasta que se ha corregido). Realmente estamos todos los enfermeros y radiólogos encantados con él y ya no hay procedimiento de riesgo en el que no se emplee.
¡Cuánto nos puede aportar una medida simple en toda nuestra atención!
Hola de nuevo Charo. Como me gusta ver que la utilización de herramientas que mejoran la seguridad se hace en equipo. Así es como debe ser. Un saludo.
Hola a todos. Yo quería compartir mi experiencia como enfermera de quirófano de las ventajas por un lado y de las dificultades que encontramos por otra, en la utilización de la lista de verificación. Decir desde el principio que todo lo que se haga en favor de una mejor atención (y la verificación sin duda lo es) me parece una estupenda elección. Ahora bien, como experiencia debo decir que, al menos en mi hospital, la concienciación de que la lista de verificación es importante y puede minimizar complicaciones e incluso salvar vidas no está para nada instaurada. La mayoría de los profesionales piensan que es una pérdida de tiempo, y los que piensan que es bueno como se hace mal piensan que no termina sirviendo para nada: conclusión: la verificación se termina haciendo mal, es una simple herramienta de valoración en lo que lo que al final lo único que interesa es que se haga, vamos, más concretamente, que QUEDE REGISTRADO, el cómo lo hagas o si lo haces bien o mal no parece importar demasiado. En mi hospital cuando se instauró se empezó a hacer sólo en algunos quirófanos. Lo registra enfermería aunque ya nos dijeron que la responsabilidad de hacerlo era de todos (jeje, me rio yo, qué bien quedan las palabras pero qué pocos hechos se hacen de ellas). Qué ocurre a día de hoy? el personal no se suele implicar, como lo registra enfermería es a nosotros a quien nos “penalizan y persiguen” para que se haga, pero insisto, no interesa si se hace bien o no. Te “buscan” cuando no lo has registrado, no te preguntan si tiene dificultad en hacerlo, si se hace bien, …. En los quirófanos donde se empezó a hacer se implicó bastante al principio al personal y lo hacían más o menos correctamente, al cabo de unos meses más de lo mismo, se dejó de hacer correctamente. Cuando digo que no lo hacemos bien me refiero a que no lo hacemos como debe hacerse. Preguntamos el nombre del paciente, sitio quirúrgico y poco más. No hay comunicación con el equipo para ver qué problemas pueden surgir, cuanta tardará la intervención, si hay algún problema con instrumental o equipos….
Yo hablando de manera personal, me parece muy útil esta herramienta. Además he comprobado que verdaderamente es muy útil. A veces cuando he pregunto a anestesia… se ha administrado la profilaxis correspondiente? ellos se habían “olvidado” y al decirlo en alto se acuerdan. Esto pasa poco pero alguna vez ocurre y sólo por esa vez, ya merece la pena. O por ejemplo, al llamar para comprobar en banco de sangre si está todo correcto… con la carga de trabajo que a veces tenemos, cuando me siento a escribir y leo la verificación me acuerdo! ah! banco de sangre!! y llamo, cosa que a lo mejor sin lista de verificación en otras ocasiones se me hubiera pasado. Todas estas cosas en pequeña escala (también hay anécdotas a gran escala y con repercusiones más importantes) me parecen imprescindibles para que hagamos una buena utilización de la lista de verificación, ahora bien, yo la hago también poco correctamente y es que es muy complicado cuando se tiene que trabajar supuestamente en equipo pero cada uno va a lo suyo. Al final como en nosotros se delega el registro y en cierta manera la responsabilidad de que quede hecho, somos enfermería los que más nos involucramos. El resto, en mi experiencia y en mi hospital, para nada se involucra. Y nosotros terminamos por cansarnos de estar detrás de cada uno de ellos para que nos responda y además tenemos que tragarnos burlas. Realmente no lo toman en serio.
Para finalizar y perdón por mi extensión, al paciente no se le hace apenas partícipe, le seguimos tratando como en el modelo biomédico de yo soy el profesional que sabe y usted el que calla y sigue las directrices. En el listado de verificación el paciente tiene un peso fundamental y sin embargo no se le da su sitio.
Me gustaría poder trabajar más en equipo, donde todos busquemos lo mejor para el paciente y no el bien individual de cada especialidad (anestesia por una lado, traumatólogos por otro, cirujanos por otro… y a veces enfermería también por otro).
Me encanta la iniciativa mírame diferénciate porque en mi área parece todo muy técnico y que no tenemos relación apenas con el paciente, y sin embargo no es así, podemos hacer tanto! y una mirada…. una mirada en un momento como es el quirúrgico es fundamental, como hablar, preguntar, escuchar….
De acuerdo con lo escrito en el artículo, me parece que el listado de verificación (al menos el quirúrgico) es una moda, mientras nuestros superiores tenga un recuadro que rellenar para “objetivos conseguidos” del hospital porque hacemos un listado (que realmente no se hace bien) no importa lo demás. El cambio de mentalidad es importante pero es tan difícil de hacer!
En mi opinión intento que esto no me desmotive y aunque no se haga correctamente lo intento hacer lo mejor posible dentro de mis posibilidades porque creo en ello, en su importancia y porque quiero lo mejor para los pacientes.
Un saludo a todos.
Hola Mª José. Agradecer el que hayas compartido esta opinión con nosotros (casi parece un post). Lo que comentas es algo sentido por muchas enfermeras. Ese sabor agridulce que provoca hacer algo que sabes que puede ayudar a mejorar la asistencia sanitaria y que por otro lado, termina convirtiéndose en una labora más que no todos saben valorar.
Desde mi punto de vista, la aplicación de una manera correcta de este tipo de herramientas mejorará, sin ninguna duda, la calidad de los cuidados que prestamos.
un cordial saludo.
HOLA, HOLA ¡ BUENAS TARDES , QUISIERA SABER SI EXISTE O ME PUEDEN ORIENTAR EN COMO PODRE IMPLEMENTAR AL PERSONAL DE ENFERMERÍA LA BUENA PRACTICA DE TRANSFERENCIA DE LA INFORMACIÓN DEL PACIENTE UTILIZANDO LA HERRAMIENTA SBAR .
GRACIAS …
Hola Julia. Gracias por pasarte. Respecto de tu pregunta, voy a facilitarte información relacionada con este tema, que procede del Observatorio de Seguridad del Paciente de Andalucía, por si te resulta de utilidad: http://www.juntadeandalucia.es/agenciadecalidadsanitaria/observatorioseguridadpaciente/gestor/sites/PortalObservatorio/practicasseguras/index.html Espero que te ayude! Un saludo.