Comenzamos el día en Cuidando, y además, estamos de Enhorabuena, ya que una buena amiga por fín se ha decidido a escribir unas líneas para uso y disfrute de los presentes. Se trata de nuestra amiga Josefina Arboledas, enfermera, antropóloga, (“masteranda y doctoranda”). Muchas gracias por tu reflexión. Ya nos contaréis que os parece.
¡Te la llevas: ahí llevas!
Por fin me he animado a escribir algo más que unas cuantas líneas, que más que una opinión se trata de una reflexión. Es algo que no se compra, ni se vende, sino que te la puedes llevar; hay personas que tras estar ingresado/a se las llevan de regalo, es como la prueba de que ha pasado por un Hospital.
Me refiero a las úlceras por presión. Si Pam Hibbs en 1987 afirmó que el 95% de ellas se pueden prevenir y hoy tenemos evidencias de que este indicador asciende a 98%, ¿por qué aún hay que resignarse ante su aparición?
Desde el domicilio también el panorama es desolador, ya que quien debe afrontar la problemática en prevención y tratamiento de estas heridas es la persona cuidadora, alguien que anteriormente, quizás, no haya visto nada parecido, además desde el sufrimiento, ya que la mayoría de las veces se trata de un familiar con elevado vínculo afectivo, lo que le conlleva, además, una carga emocional. Sería interesante valorar los conocimientos de estas personas sobre úlceras por presión y poder rellenar dichas lagunas; Pero ¿cómo hacerlo si ni siquiera muchos profesionales conocen lo que es o no correcto?, ¿cómo podemos encontrarnos, aún en los domicilios el “rosco”?, si está más que demostrado que no sólo no previene sino que favorece la aparición de estas lesiones,¿ cómo aún aconsejamos a nuestros mayores que se laven con jabón casero, si existen mil evidencias de que es perjudicial para la piel, o frotar las prominencias óseas con alcohol?…..(sin comentarios) y un largo etc… de atentados contra la Salud Pública.
No comprendo cómo en ciertas cosas que manejamos a diario no nos reciclamos, es más estamos anclados en el pasado, en lo que me han enseñado, sin conocer si es o no lo apropiado. Pensemos, por un momento que somos pacientes, como tales, y ante varias opciones terapéuticas, vamos a preferir aquella que haya sido ensayada con éxito, en cambio descartaremos la que esté basada en la tradición o en la opinión, siempre limitada del profesional.
Va a ser necesario que los profesionales nos paremos a pensar sobre lo que hacemos diariamente e impulsemos una formación que no trate únicamente los “hechos” sino que recoja también los valores, porque nos debe de preocupar no solo los conocimientos de nuestros pacientes sino también sus preocupaciones, sus experiencias y sus propias vivencias, porque solo así, desde su lenguaje podremos llegar al “buen cuidar”
¿O existe alguien que quiera usar jabón “El Lagarto?
Un abrazo
Josefina Arboledas Bellón Enfermera ZBS Villacarrillo
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Hola
Yo soy Angel Melero y me gustaría decirle a nuestra compañera que !tiene más razón que un santo!, pues Ya P.Hibss en1987 denomina a las UPP como una epidemia bajo las sábanas y J. Waterlow en 1996 demostró se pueden prevenir en un 95%.
El GNEAUPP desde 1994 ha estado dimensionando Este problema en nuestro país.
Realmente,¿ estamos ante una problemática?.Yo creo que no. Si estas lesiones que generan tanto mal y se pueden prevenir en un 95% de los casos, estamos hablando de negligencia…Pienso que si caemos en las garras de unos buenos abogados, las implicaciones legales que se nos pueden presentar pueden adquirir límites insospechados.
¿Cómo luchar contra este tipo de heridas y sus consecuencias?
– Sensibilización por parte de las administraciones.
– Incidencia en la prevención.
– Formación. En las Escuelas de Enfermería si se aborda este tema es de manera superficial y a menudo equivocada.
La formación postgrado es un recurso de elección para cuando terminamos puestos estudios y ya trabajando, levantamos una sábana y vemos la confirmación de la epidemia.
Todo esto de la formación está muy bien, pero opino igual que Josefina: si es básico enseñar a los cuidadores, es fundamental que nosotros estemos bien formados.
Como decía un compañero en un foro, está claro que las curas es una cuestión de Enfermeria, pero hay que demostrarlo.
Un abrazo !y que sga el debate!
Angel Melero López
Enfermero Hospital San Juan de la Cruz de Úbeda
Hola Angel, que alegría leerte por Cuidando. Que te voy a contar yo de las UPP, tanto tú como Josefina sois expertos en el tema. De los tres aspectos que has comentado en relación a la lucha contra este tipo de heridas, personalmente me quedo con la Prevención. ¿Realmente, se dedican todos los medios y recursos disponibles a prevenirlas?
Muy buena pregunta, si, hoy sabemos cómo prevenirlas, y que existe una relación de 1 euro en prevención y 12 en tratamiento, pero creo que no se ponen los medios necesarios para ello, porque aún no ha existido una demanda en la que se le hayan sacado los “cuartos” a una Institución, porque aún existe muy pocos casos de personas afectadas que denuncien, aún se piensa que es algo inevitable y que vá unida a la inmovilidad, ancianidad, deterioro nutricional, etc..(eso pensamos: Josefina y yo)
Pues nada que siga el debate
Por cierto Enhorabuena por cuidando.es