Ayer por la noche estaba inspirado (bueno, no se si esa es la palabra mas adecuada). El caso es que publiqué tres tweets, relacionados con algunos aspectos cotidianos del día a día de pacientes y los profesionales sanitarios. Estas reflexiones se alinean con la típica cita del “paciente es el centro del sistema”. Y sí, sobre el papel suena muy bien, pero en la práctica, hay algunos elementos que impiden que esto se haga realidad.
Comparto estas reflexiones:
Fruto de estos tweets, muchas personas han comentado sus opiniones (a favor o en contra) a través de redes sociales, pero concretamente, Raquel Franco y Francisco J. plantean, ¿y ahora que? ¿cuales serían las soluciones?¿Y las propuestas? .
Aquí van las mías (como verás, mis soluciones son “fáciles”, espero las tuyas).
- Respecto del primer tweet: entiendo que cada hospital es diferentes y que depende de la organización del mismo, pero ¿no podrían hacerse las extracciones a partir de las 08.30 h?. En el caso de las comidas, podrían retrasarse hasta las 14.00 h. Es cierto que estas medidas podrían ocasionar conflictos organizativos en el centro, pero es cuestión de plantearlos y ver como puede resolverse.
- Respecto del segundo tweet: en el caso de los “politonos bailongos”, “ruiditos del Whatsapp” y demás, se trata de poner en móvil en silencio o en modo avión, como quieras.
- Respecto del tercer tweet: hablar más con los pacientes y sus familiares; hablar en un idioma en el que sean capaz de entendernos; pedir su opinión y tenerla en cuenta; compartir las opciones y decidir entre todos; informarles de manera adecuada sobre los cuidados, tratamientos; básicamente, escucharles.
Y ahora que escribo esto, pienso que también deberíamos preguntarles si desean que les hagamos la analítica a las 07.00 h, si les parecen bien comer a las 13.00 h, o si les gusta escuchar a todas horas el Bailando de Enrique Iglesias. Pues yo, “…ya no puedo más”.
Un saludo y al turrón.
[youtube youtubeurl=”NUsoVlDFqZg” ][/youtube]
2,591 visitas
Buenos días, estoy absolutamente de acuerdo , hace tiempo pase una encuesta para un trabajo en mi Hospital , esta encuesta valoraba la percepción el ruido en la unidad ,se pasaba a los profesionales, pacientes y familiares . Me sorprendió que el resultado fuera que el ruido procedía en un 67% del personal sanitario,y entre las medidas para solucionarlo se proponía concienciar al personal sanitario . No nos damos cuenta que el confort es también el silencio dentro de lo posible. Lo de la analítica y la comida creo que es un problema de horarios y cargas de trabajo . La opción a opinar sobre el tratamiento ,los cuidados … en este caso tenemos que aprender mucho me acuerdo cuando trabajaba en el NHS no se podía hacer nada sin consultar al paciente ¿ Puedo sacarle sangre ? ¿ Para que ? se le explicaba y el decía si si o si no , pero lo mismo pasaba con enfermería a veces llegaba al turno y me decían hay que sacar sangre, yo preguntaba porque,porque la enfermera que había ayer no creía que podía sacarla , otra porque pensaba que le podía hacer daño…..Para mi en ese momento me parecía incomprensible ahora lo valoro de otra forma . Un saludo
Gracias Auxi, por compartir esta reflexión. Como dices, la planificación de las tareas es importante. Lo que comentas del ruido es verdad. A veces no somos conscientes de esos momentos de conversación, que sin duda, producen disconfort en las personas que cuidamos…
Un abrazo.
– Respecto al primer tweet, no creo que sea un problema de organizacion, exclusivamente. Tambien dependen de los recursos humanos de los que se dispongan, y usando tus ejemplos como ejemplo (valga la redundancia). no es lo mismol que repartan las dietas 8 personas que 5 (o menos); a la planta que lleguen primero comeran a las 13H y los ultimos comeran a las 14H. Igual que si vas a un evento familiar (BBC-> Boda, Bautizo, Comunion) donde tienen que repartir a 200 personas, y solo tienen 4 o 5 camareros, cuando les llega la comida a los ultimos, los primeros ya han comido!!!.
Con el tema de las extracciones pasa más de lo mismo; depende del numero de analiticas que haya en un dia concreto, de cuantas personas se encargan, de la carga de trabajo existente…
– Respecto al segundo tweet, no es tampoco cuestion de pedir silencio, si no RESPETO por las personas que se encuentran hospitalizadas; y ese respeto se consigue pidiendo silencio a las visitas que entran en bandadas por tener hospitales de puertas abiertas, o silenciando los telefonos en cuanto entramos a nuestro puesto de trabajo, que para eso nos pagan.
– Respecto al tercer tweet, depende de cada personal (médico o de enfermería) y de las ganas de implicarse junto con los pacientes y cuidadores principales en los cuidados de salud, tanto en Especializada como en Primaria.
Si uno de los mayores problemas de la sanidad publica actual, que es la falta de recursos humanos se solucionase (digamos de ponernos en la media europea de Ratio Enfermera/pacientes), 2 de estos 3 problemas ya podrían tener solucion; el tercero de ellos solo depende de cada uno, habrá que poner nuestro granito de arena.
Saludos turroneros!!
Muy buenas PitiDUE,
Es cierto que faltan recursos humanos, para estos casos concretos y para todo. Pienso que no debemos excusarnos en eso (aunque tenga gran parte de culpa) para asumir ciertos errores de planificación, por un lado, y por otro, como dices de Respeto por nuestro trabajo y por las personas que cuidamos. Creo que a veces somo incapaces de cambiar escudándonos en ciertas cosas que quizás podamos cambiar nosotros (el equipo) mismos. Muchas gracias por pasarte y comentar!!!!
¿Sabéis? Cuando me tropiezo con alguna ilustración de Wally el parafraseo me sale automático: “¿Dónde está el paciente?” (sobre todo cuando es un/a paciente de hospital). ¡Qué grandes son las pequeñas cosas (que nos definen/definirían mucho como enfermeras, ¿verdad?)! A ver si no las des-cuidamos.
Gracias Serafín.
Un abrazo.
Me apunto esta reflexión Pedro! Creo que la utilizaré en más de una ocasión (por supuesto, referenciada…) Un abrazo.
Creo, y de verdad lo digo con pena, que ahora mismo el paciente no es el centro de nada. Solo interesa el sistema, la organización, el profesional y sus necesidades… en el más amplio sentido de la palabra. Y esa es mi opinión.
Más claro no se puede decir… Gracias, como siempre, Lola. Un besico
Coincido, con lo expuesto. Puntualizo el comentario de @PITIDUE al tercer tweet.
Es cierto que depende del profesional (su implicación) pero no debe ser así.
No es aceptable (aunque lo aceptemos) que existan diferencias en aspectos como contar con el paciente (y familia) a la hora de tomar decisiones sobre SU salud.
Se nos llena la boca de “biopsicosocial y espiritual” cuando contamos qué es la enfermería, pero aceptamos no contar con el prinipal interesado a la hora de tomar decisiones.
Como dice Serafín: #fail
Buenas noches.
Gracias por pasarte Satware…
Supongo que lo primero es aceptar que nos equivocamos. Y en esto, como en todo, los profesionales sanitarios no somos perfectos. El tema está en darse cuenta y en ponernos manos a la obra (aunque esto último lo veo un poco complicado…) Gracias por comentar!
Lo del paciente como centro del sistema sanitario es una “frase tan hecha” que todo el mundo repite con gran solemnidad lo mismo que lo de la Atención Primaria como base del sistema de salud o que los alumnos son el centro del sistema educativo y lo mismo con Enfermería como pilar de la atención y los cuidados. Queda muy bonito decirlo, no importa que seas de la vía izquierda, del camino de la derecha o que te estées quieto nadie reniega de esas máximas y todo gestor siempre lo tiene muy presente cuando redacta esas cosas de “la visión, la misión, metas y objetivos”. Los tres pequeños post que has publicado aunque de temas diferentes tienen ese denominador común de enseñarnos que lo del “paciente como centro del sistema no existe”.
Los horarios de los hospitales como los de los centros escolares y universitarios están diseñados con “el profesional como centro del sistema” y por lo tanto existen situaciones que, producto de esa concepción, vienen como “efectos colaterales”. Así, si “yo soy el rey de la casa” para que voy a pensar que molestan los “poitonos”, las conversaciones amplificadas, las risas desatadas, etc y como va a pensar un sistema en organizar un trabajo en función de respetar los descansos y horas de sueño de los pacientes si ese sistema “piensa” solo por las mañanas y por las tardes se “apaga” en un 90%. El poner unos horarios mas acomodados para pacientes puede tener repercusiones muy negativas en los profesionales y también hay que reconocer que no es facil conciliar, en este caso, ambos intereses pero conozco pocos sitios que lo hayan intentado. Se han dado pasos en algunas cuestiones, existen derechos de los pacientes, hay leyes de protección de datos, hay normas sobre la autonomía del paciente, existen consentimientos informados,,,,,,,pero no “acabamos” de creernos lo de que trabajamos con y para seres humanos, que tienen opiniones y conocimientos que aunque sean muy asimétricos hay que escuchar y dejar hablar. Le damos a firmar cientos de papeles pero de una manera burocrática, eso no es lo que se entiende por “consentimiento informado” Estamos los profesionales dispuestos a tener horarios diferentes de los de 8-15 o de 15 a 22 o de 22 a 8?????? . Estarían los gestores dispuestos a modificar ciertos terminos de jornada, incrementar recursos, etc para conseguir nuevos peldaños que coloquen al paciente como centro del sistema?????
Gracias por plantear debates y contraste de opiniones.
Un saludo
Gracias por contribuir al debate Luis. Planteas un tema interesante, el de los horarios… ¿Estaríamos dispuestos los profesionales a trabajar en un horario diferente? ¿el sistema a contratar a los profesionales necesarios para ofrecer unos cuidados de calidad? Uf,,, ¿quien tiene las respuestas?
Me he leido el post y despues los comentarios.
Está muy bien todo pero… creo que sigo leyendo el “asi se ha hecho siempre…” o “esto no hay quien lo cambie..”. Lo siento pero son criterios que no comparto, he vivido muchas horas de hospitalización, como enfermera, y siempre me ha molestado el ruido que provocamos los profesionales, no nos cuesta nada hablar de “cualquier cosa y de cualquier persona” a voces en mitad de un pasillo.
Lo de los horarios es curioso que digais que no se pueden cambiar cuando en mi hospital y diria “en mi comunidad autónoma” acaban de cambiar todos a los turnos de 12 horas… cambio significativo.
En fin , estoy con Serafin y estoy en que el paciente debe ser el centro del sistema, parece que seguimos siendo nosotros… y creo que nuestra lucha debe enfocarse a ello, quizá esto traiga “un aumento de las plantillas”
Un saludo a todos
Gracias Carmen, por pasarte y dejar tu experiencia por aquí. Un saludo.
Hola; en primer lugar reconozco que paso por la entrada sin tiempo ni de leer los comentarios así que disculpadme si ya se ha dicho lo que escriba.
Los temas que trata esta entrada me preocupan y me ocuparon… hasta la decepción… las cosas que comentas tienen una doble vertiente: por un lado la educación de cada individuo sea o no trabajador o profesional de un centro sanitario y por otro lado… por otro lado está la organización de esa cacareada “atención centrada en el usuario”… que luego… luego resulta que está centrada en… los trabajadores y profesionales de los centros… ¿que para salir a las 22h la cocina ha de servir la cena a las 20h ? pues ya está, se hace ¿que el desayuno no es hasta las 9h? ¿y eso a quien le importa? ¿que con esas “ayunas administrativas” habría que dar ‘refuerzos’ a las 0h? -“pues que los den las TCAE” pero sin recursos….
Esas y otras “bellezas” salen de bocas gestoras y “representantes” que luego dan mítines diciendole a los ciudadanos que trabajan por la sanidad pública ‘de calidad’ centrada bla, bla, bla….
Y no os engañeis los gestores enfermeros solos no pueden hacer esos cambios y les pasa exactamente igual que a vosotr@s en vuestros puestos: no les hacen ni caso.
Un abrazo desde el bierzo.
Gracias Salva. Tal y como comentaban con anterioridad, la falta de recursos humanos es evidente en muchas unidades, pero pienso que plantear este tipo de cuestiones nos ayuda a reflexionar sobre como hacemos las cosas. Coincido en que a los Supervisoras tampoco les hacen mucho caso, porque este tema, al igual que otros, “es lo de siempre”: no se puede. Claro, pero ese “no se puede” tendremos que explicárselo a los ciudadanos… ¿Quien se lo explica?…
¿Cuántas veces habremos escuchado el término “biopsicosocial”? A veces muchos profesionales sanitarios se les olvidan las tres partes a la hora de tratar a las personas que necesitan cuidados y sólo se acuerdan de ese término en clases de formación o para las diferentes OPEs/EIRs.
Respecto al primer tweet, habría que cambiar la conciencia del personal (tanto, asistencial como el de gestión) para empezar a pensar que el “paciente” es el núcleo de la Sanidad por el que todo gira en torno a él. El entrecomillado es por la paciencia que tienen de ver a un sistema sanitario que parece que no se acuerda de él: a menudo pierden su nombre hasta reducirse a un simple número de habitación y cama (como si estuvieran en una cárcel o un antiguo campo de concentración), se le demanda firmar consentimientos informados con prisas y sin dar lugar a explicar el procedimiento quirúrgico, tiene que aguantar el estrés de los profesionales con síndrome de burn-out…
Es curioso observar cómo no nos damos cuenta muchas veces de lo que los profesionales sanitarios hablan (o más bien gritan), ¿cuántas veces hemos escuchado a un compañero vociferar en pleno pasillo sobre algún aspecto personal de un “paciente”? ¿Por qué se explica un relevo en el cambio de turno en un espacio en el que cualquier paciente o acompañante que pase por el control de Enfermería se está enterando de lo que le pase a cada paciente? Debemos practicar con el ejemplo y solo alzar la voz en los casos en el que un paciente presente problemas de audición, nada más.
La cuestión de los horarios es un problema bastante duradero. Es posible adaptar más el horario al estilo de vida del paciente, pero eso implica atrasar un poco los turnos de Enfermería y también depende bastante de los recursos humanos que estén asignados a cada Unidad.
Un saludo a todos.
Gracias Enfuroboros por dar tu opinión en nuestro espacio. ¿Seríamos capaces los profesionales de adaptar nuestro horario laboral al estilo de vida de los pacientes? ¿Retrasaríamos o alargaríamos nuestros turnos?… Interesantes cuestiones.
Vuelvo por aquí porque tal vez no me he explicado bien… no veo que estos aspectos se deban tanto a la innegable fallo al cubrir el ratio necesidades de usuarios/mix profesional disponible sino a la organización “del centro” por lo menos en cuanto al tema de los horarios de ciertas actividades.
También quería añadir que, tal vez, nos haga falta recurrir a herramientas validadas (como las que cita esta revisión) para conocer las percepciones de los usuarios respecto a “cuidados centrados en el paciente”…
Gracias Salva, así lo había entendido yo.
Buenas noches! Una vez más, un tema interesante que origina debate y opiniones.
Parece que todos estamos de acuerdo en que algo está fallando en la atención a los pacientes. Hace falta voluntad para que esa adaptación del sistema al paciente se produzca. Hay servicios que van aportando sus granitos de arena. Por ejemplo, con el asunto de las analíticas. Conozco algún hospital donde las analíticas las hace el turno de mañana, cada enfermero extrae y cursa las suyas después de recoger el relevo y antes de preparar la medicación, en torno a las 8:30 horas. Y si el reparto no es del todo equitativo, se echan una mano unos a otros.
Las comidas. No vamos a entrar en la calidad mejor o peor del servicio de cocina o catering (que de todo hay). Es cierto que hay muchas ocasiones en las que pasa muy poco tiempo de una comida a otra, por ejemplo del desayuno a la comida o de la merienda a la cena. Pero ¿qué me decís de aquellos pacientes a los que hemos dejado en ayunas para hacer una prueba y resulta que la espera se prolonga… se prolonga… y se prolonga… y al final la prueba se la hacen rondando las dos o las tres de la tarde? En estos casos vendría bien coordinar con el servicio que hará la prueba para concretar una hora aproximada. Un paciente que se hará una prueba a las 14:00 horas bien podría tomar un pequeño desayuno a las 7:00 horas. Particularmente, yo estoy cansado de, cuando un paciente me pregunta “a qué hora me harán la prueba”, tener que contestar eso de “pues no se sabe, sólo sabemos que será a lo largo de la mañana”. Después, si intentas contactar con el servicio que hará la prueba para informarte, te toman como bicho raro y te sueltan eso mismo de que “no se sabe, en función de las complicaciones que haya”…
La cuestión del silencio. Comparto opiniones anteriores, se trata de una cuestión de educación y respeto. De nada me sirve pedirle a la familia de un paciente que no entren 20 a la vez o que no hablen en los pasillos si yo después, en el control o en el mismo pasillo, me río a carcajadas de la última ocurrencia que han colgado en el grupo de “Güasa” de la planta (por cierto, odioso silbidito de notificaciones).
El personal no es consciente de que todo lo que hablamos o reímos se oye más de lo que creemos. Y en el caso de los pacientes, ya conocemos aquello del “oído de tísico”. Cualquier comentario o cotilleo que hagas en el control o en el pasillo que crees que no se escucha podrá ser utilizado en tu contra.
Personalmente, siempre me cuido de no hablar de temas delicados o personales en el control o en el pasillo. A veces incluso alguna compañera me ha querido comentar algo de un paciente mientras estaba curando a otro y la he “invitado” a que me lo cuente después, cuando ningún otro paciente esté escuchando.
Y mi reflexión final. El paciente debiera ser el centro del sistema sanitario, pero no lo es, es un medio para conseguir los objetivos de productividad establecidos por la correspondiente Dirección. A veces me imagino los ojos de los jefazos haciendo chiribitas $_$ cada vez que ingresa un paciente que cumple el perfil idóneo para cumplir esos objetivos. Unos objetivos que, dicho sea de paso, se cumplen gracias a las espaldas y al sudor de los otros números que componen el sistema sanitario: los profesionales.
¡Un saludo!
Coincido con Lola y Salva. Sanitarios y pacientes no somos un binomio simétrico. Nos creemos, los profesionales y organizaciones, el ombligo del mundo. Todo se arreglaría poniéndonos en el lugar del otro: a nadie le gusta que le despierten cada dos horas para poner medicación, traer pastillas para luego, tomar la temperatura, traer la comida, llevarse la bandeja, limpiar…a nadie le gusta no poder dormir porque los de al lado estén haciendo ruido o suenen los polígonos y wasaps constantemente en el silencio de la noche, a nadie le gusta que entren sin llamar en su habitación, a nadie le gusta compartir el cuarto y menos aún el aseo con un desconocido máxime cuando sendas personas están enfermas o sangrando o …. Todo, todo, se puede cambiar, cuando se quiere.
Tengo dos posibles razones para no tener en cuenta al paciente:
– nos creemos los reyes del cortijo y el pacinte en verdad es un ser pasivo sobre el que profesionales y organización tenienen-mos el poder, y nos gusta por motivos patológicos y la satisfacción del “aquí mando yo” y el “aquí se hace así o hay unas normas ” que en verdad es “se hace lo que yo digo”.
– o, lo que yo creo que ocurre incluso tras la actitud anterior, no queremos ponernos realmente en el lugar de los clientes, porque ponernos en el lugar de nuestros clientes suele significar enfermedad, dolor, malestar,… O riesgo de padecerlos. pensar que todo lo que vemos nos puede pasar hace difícil plantearse seriamente la empatía Igual por una cuestión psicológica de autodefensa el paciente a veces es un objeto o el enemigo.
Luego están, estamos, los que no nos atrevemos a decir a esas personas a la cara, compañeros o de rango superior, que lo que hacen no les gustaría a ellos.
Soluciones: como dicen arriba mucho es educación individual así que yo lo abordaría desde la educación colectiva, la cultura de la empresa hacia el cliente y la concienciación mediante campañas.
A nivel individual, intentemos no hacer a los demás lo que no nos gusta que nos hagan e intentar, como dijo el sabio, ser nosotros el cambio que queremos en el mundo.
Lamento posibles faltas, es lo que tiene el móvil.
Una futura paciente; y madre, hija, esposa y amiga de futuros pacientes
Ah, y lo de cambiar todos la del equipo en tromba a la misma hora…. Pues no lo veo imprescindible.
Gracias Alicia por pasarte y compartir tu experiencia. Me ha gustado mucho uno de tus últimas frases: “Tenemos que ser nosotros el cambio que queremos en el mundo”… Me la apunto!