Es verdad; la enfermería ha permanecido oculta tras la sombra del Modelo biomédico; y caracterizada por el desempeño de tareas delegadas y de colaboración, lo que ha obligado a permanecer en la invisibilidad durante mucho tiempo.
Aunque se me ocurren algunas estrategias para hacer visible lo invisible:
- Utilizar los recursos mediáticos: televisión, radio, prensa, etc., e informar a toda la población de los servicios que se ofertan y para qué sirve la Enfermería (por poner un ej. “servimos para que las personas no mueran y/o ayudarles a morir con dignidad”)
- Ser conscientes del poder que tienen las enfermeras, entendido como capacidad de influir en la toma de decisiones sobre el cuidado de las personas. Pienso que es una pieza clave el que nos creamos lo que hacemos.
- Otra cuestión, no menos importante, es la de saber aprovechar todas las oportunidades que se les está brindando a la profesión, como la prescripción enfermera, la especialidad, la acreditación profesional de competencias, el grado, el doctorado, etc.
- Otra pieza, clave, es la de trabajar con un Modelo de Cuidados enfermero, evaluando el impacto de nuestras actuaciones, implantando prácticas basadas en la evidencia, implementando guías de práctica clínica, personalizando nuestros cuidados y desarrollando sistemas de información para plasmar nuestras actuaciones
Hacer visible lo invisible no resulta fácil, al principio; cuesta demostrar que los cuidados tienen sentido, que nuestras intervenciones están dotadas de contenido y que garantizamos unos servicios que darán respuesta a las necesidades de la población, que es nuestro objetivo principal.
Leyendo a Burns y Dietz (Burns 1992)[1], observo similitud con hacer visibles nuestros cuidados y las condiciones que estos autores consideran necesarias para atribuir agencia a un actor social (a veces de forma individual, a veces colectiva):
1- Que la acción tenga algún resultado transformativo, lo que depende del grado de poder del actor (en este caso de los profesionales de enfermería)
2- Que la acción sea intencional, excluyendo los efectos perversos o no deseados de las prácticas)
3- Que exista algún tipo de elección entre varias posibilidades
4- Que el actor ejerza algún tipo de reflexividad sobre su práctica y, monitorice y anticipe de alguna manera las consecuencias previstas de su acción.
photo credit: Gabriela Sellart
El secreto está en ser buenos profesionales, ser reflexivos y preguntarnos constantemente si lo que hacemos es lo correcto y lo mejor. Como dice Albert Einstein
“Lo importante es no dejar de hacerse preguntas.” Y hacerlo con entusiasmo como de nuevo comenta en una frase célebre el mismo autor: Albert Einstein
“El que no posee el don de maravillarse ni de entusiasmarse más le valdría estar muerto, porque sus ojos están cerrados.”
Un besico y ¡al turrón!
JOSEFINA ARBOLEDAS BELLÓN (CLÍNICA)
Enfermera ZBS Villacarrillo(Jaén)
[1] Evolución, cultura y complejidad. La humanidad que se hace a sí misma. Eugenia Ramírez Goicoechea. Editorial Universitaria Ramón Areces Madrid 2006.
6,996 visitas
Hacernos preguntas, ser curiosos, aprender, escuchar, observar… En definitiva, mantener viva la profesión.
Y conocer las demandas de la población, para que nuestros servicos se adecuen a ellas.
Gracias Josefina por hacernos reflexionar