Postureo EnfermeroEl postureo enfermero está de moda. Osea, me explico…

Llego al vestuario, aseadito y bien peinado (el que pueda…). Abro la taquilla, cojo el pijama. Me lo pongo. Si puede ser ceñido mejor, así se marcan los abdominales y los bíceps (el que tenga).

Puesto el pijama, toca ponerse los zuecos (azules, rosas, verdes, amarillo, morado,…). Cualquier color menos blanco (no se lleva…). Ups, se me pasaron los calcetines: De listas, dibujos, Pepa Pig, Bob Esponja, Jhaiver… Si puede ser a juego con los zuecos y el color del pijama, mejor. Uno no puede ir de cualquier forma a trabajar.

Aún nos faltan algunos complementos. Si es invierno, camiseta térmica, con un color fosforito (que se note que la llevas). Si eres de Quirófano, te puedes poner un gorro de esos de colorines, de dibujos, de piratas, de elefantes rosas… (se de un compañero que se los puso y un paciente en reanimación le dijo a su enfermera: Ainss la anestesia, que cosas, cuando me desperté vi elefantes rosas). Eso es caché y lo demás es tontería.

Perdonen, que todavía nos quedan cosas. Tenemos que rellenar los bolsillos. Una enfermera siempre lleva los bolsillos llenos de cosas, eso sí, todo ordenadito. No se lo puede usted imaginar. Los bolsillos son cómo los cajones y clasificadores del ikea:

Bolsillo de la parte superior del pijama (al lado del pecho izquierdo): Bolígrafos de colores: negro, rojo, azul yyyyy…. verde. Si, las enfermeras llevamos bolígrafo de color verde. Da igual si pasas las constantes al ordenador, pero una enfermera siempre lleva un bolígrafo de color verde. Por si acaso. Al lado de los bolígrafos, un rotulador fosforescente,  para marcar la planilla y hacer los cambios de turno. Así es, porque un buen enfermero, siempre lleva su fotocopia de la planilla doblada en cuatro partes en el bolsillo superior, por si en algún momento surgen hacer algún cambio. Aunque ahora, lo que se lleva de verdat es poner tu planilla en el móvil y compartirla con tu pareja, pero esto ya lo tocaremos cuando lleguemos al bolsillo izquierdo del pantalón. Al lado del bolsillo, un muñeco o muñeca, que supuestamente eres tú, personalizado, con tu flequillo o coleta y que muestra a todos los pacientes que eres… ¿enfermera?¿o vendedor de manualidades?

Bolsillo derecho del pijama, en la línea de flotación derecha: Este el bolsillo que contiene tres de los instrumentos básicos de una buena enfermera: esparadrapo (sirve para miles de cosas, no se lo puede usted imaginar), tijeras (cortamos de todo con ellas) y el famoso rotulador con tinta permanente (que tu supervisora nunca te quiere dar, “porque nunca tiene”). El próximo programa de cuarto milenio irá destinado a averiguar este curioso enigma: ¿cómo tienen las enfermeras rotulador permanente si nadie se lo da?

Bolsillo izquierdo del pijama, en la línea de flotación izquierda: Este bolsillo guarda todo lo relacionado con la vía intravenosa; agujas (de todos los calibres), tapones para vía seca, jeringas de 5cc, alguna llave de tres vías, y el compresor. Pierde el compresor y perderás tu vida, porque nunca encontrarás uno igual que el tuyo. Los compresores se heredan y al igual que el rotulador permanente, nadie sabe donde hay más. Quizás algún sindicato ofrezca alguna promo de compresores, pero te puedes fiar solo en año de elecciones sindicales. Si no puedes encontrar uno, siempre podrás “robárselos” a los de la otra planta.

Bolsillo izquierdo del pantalón: ese es el bolsillo del móvil. Porque ahora sin el móvil, ni eres enfermera ni eres nada. Los cambios de turno se piden por guasap, las guías de antídotos de los medicamentos las puedo consultar por el móvil, recibo el correo de la empresa en el momento (aunque esté librando) y sobretodo me permite jugar a algún jueguecito si la noche se hace muy larga (la noches me confunden).

Bolsillo derecho del pantalón: lo interesante de los pantalones es buscar siempre un pantalón con dos bolsillos, porque si no estarás perdido, ya que irás todo el turno girado hacia un lado (el del móvil), por lo que en este bolsillo hay que poner algo que pese. Lo ideal es llevar esa libreta de cuando empezaste, con las hojas amarillas, donde apuntabas que medicación cargar, cómo hacer una valoración, las interacciones de los medicamentos. El caso es que no te hace falta la libreta para nada (porque llevas el móvil) pero acompaña. Es como un amuleto. “La libreta de la suerte” la llaman algunos.

A todo esto, siempre se puede llevar algún complemento que nos haga más bellos o “guapas”; collar, pulsera (de todos los modelos, ahora de gomas de esas…), anillos, pendientes, otra pulsera, otro collar… no sé, algo que acompañe al brillo de tus ojos y que pueda servir de transporte de algún bichito.

Antes de salir del vestuario, unas gotitas de perfume o desodorante (del bueno). El caso es que cuando salgas del vestuario, tus compañeras te vean bien guapo o guapa, y los pacientes vean que eres una enfermera de los pies de la cabeza, con todos tus accesorios preparados y lista para cuidar al 100%.

Eso sí, si algún paciente me pregunta algo, la respuesta estandar es…”Eso se lo pregunta al médico cuando pase”. Uf, y de evidencias y de investigación no me digas ná, que eso es muy complicado, para eso hay que valer y te tiene que gustar…

Si es que nos tenemos arreglo. ¡Viva el postureo! (pero con evidencias).

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68 comentarios en “De la Cofia al Postureo Enfermero [monólogo]”

    1. Me ha hecho reir un rato..totalmente de acuerdo e identificada…sobre todo con el rotulador, la planilla, el esparadrapo…ah¡¡¡ los tapones de las llaves de 3 vias (bien guardaditos y conservando asepsia..jajaja)
      Los zuecos, esos si que no existian en mi periodo hospitalario…
      Lo del compresor…. salvavidas…
      Me gustaaaaaa
      Un abrazo
      (creo que entra dentro del “manual enfermera” de un futuro)

  1. jesus martinez

    Perdida de la identidad enfermera o adaptacion a un sistema universalidad de salud ? Cualquiera que sea la respuesta. Existe un cambio en la vestimenta pero la caludad y ser enfermero no debe cambia.
    Es un articulo muy bueno.

  2. Creo que sé el origen de este monólogo… te pasas al humor (también)… eres multifacético¡¡¡ Por cierto, a mí no me dejan usar los gorros de tela en quirófano… dicen no se qué de su limpieza… como si teniendo 50 diferentes me fuera a quedar con uno sucio…

    1. Yo también tengo una buena colección de gorros, y tampoco me los puedo poner.
      Nos dijo «el de preventiva» que hay una ley de seguridad de vestimenta sobre personal expuesto a vectores riesgo biológico que prohíbe expresamente llevarse uniformidad o prendas expuestas a lavar a casa.

      1. Que digo, claro que los lavamos y en casa que le sale gratis a la empresa…

        Arturo, a mí lo que me J**e es que mientras yo callo y acato otr@s siguen usando los gorros de tela (y sin lavar, me consta)… y más me J**e que un montón de médicos y personal responsable se pasea por los quirófano SIN gorro… pero esto es siempre así: miramos el dedo del tonto y no la luna.

        Por cierto Serafín…. ¿y las chapas?¿no son postureo? desde chapas con el nombre hasta chapas reivindicativas… yo veo todo tipo de chapas ahí en el bolsillo superior izquierdo…

        Un abrazo.

  3. Que buena entrada Serafín, aunque la lista de cachivaches con la que salimos del vestuario es interminable: fonendo, chicles (a mi nunca me faltan), post it (yo los encuentro en el mercado negro), cosas que no sabes como han llegado a tus bolsillos (clips, nolotiles, alprazolanes)…

  4. Jajajajaja!! Que buen articulo!! yo todavia no he caído en la moda de los zuecos (llevo los verdes que te da el hospital cuando firmas el contrato) pero lo de los gorritos de tela si, las matronas tienen que darle algo de alegría al paritorio, además de que recogen mejor el pelo XD.

    Con respecto a los rotuladores, a mi me gusta llevar dos: uno gordo para los sueros grandes, y otro para rotular jeringas de medicación en bolo, que con el grande no se entiende la letra en estas últimas, jejejeje.

    Además os cedo un truqui: enrollad el compresor e introducirlo en el hueco del esparadrapo, tenemos nuestro combo para fijar vías listo para ser usado!

    Me ha encantado, de verdad.

    1. Antonio Jesús Ramos Morcillo

      Hombre, como me gusta este comentario. Que digo yo que puedes innovar tumisma también y decir de donde esta “copiado…” por innovar y ser más de acción que de opinión ¿no?
      MUCHA SUERTE

  5. ¡Qué bueno! ¿Cómo no vas a ser famoso? 😉 Que tiemble Dani Rovira.

    Añado otro, llevamos el fonendo en el cuello porque mola un montón. Eso sí, la TA la medimos con el tensiómetro digital, que somos muy modernos.

    Yo tampoco tengo bolígrafo verde, el primero y único me duró hasta que se gastó el azul del mítico de cuatro colores, jajajaja.

    Un beso.

  6. Muy bueno de verdad, solo falta el “litman ” alrededor del cuello ( si puede ser a juego con los suecos) y el pequeño reloj colgando del bolsillo superior con segundero y una pequeña cruz roja. Por lo demás….buenísimo.
    Aunque Ahora hay que se apunta a la ropa interior de colores llamativos a juego con el resto….

    Saludos canariosssss

  7. Debo ser la enfermera atípica. Odio llevar cosas en los bolsillos. Parece que nadie odie eso de que te agaches y se caiga todo. O nadie se agacha?.Sólo la tijera y poco más. Para que están los carros de curas o de medicación? . A veces parecemos un árbol de Navidad. Seré tb ya muy mayor, pero lo de las joyas era lo primero que nos prohibían en la escuela, aparte de incomodo es un vehículo para todo.

  8. Muy bueno el artículo y muy real, me ha encantado. Con lo que no estoy de acuerdo y casi se me salen los ojos de las órbitas con algunos comentarios respecto al fonendo. No quiero que nadie se sienta ofendido, no es mi intención. Trabajo en un hospital grande en el servicio de Urgencias y creo que somos los únicos enfermeros del hospi que vamos con el fonendo al cuello y suelen ser buenos, de las marcas de laS que habláis. Es necesario para nuestro trabajo ya que no tomamos tensiones digitales habitualmente. Sí tenemos monitores que miden TA y, a no ser que el paciente esté estable o que nosotros tengamos mucha carga de trabajo, sí los usamos, pero no de manera habitual. Tampoco tenemos en todos los boxes monitores y no tenemos aparatos digitales. En pacientes críticos las tomamos de las dos maneras. Muchas veces es imperceptible por la máquina,y manualmente sí oímos latidos aproximados para intuir por donde oscila. Por otro lado ponemos SNG que precisan de fonendo, sobre todo en las intoxicaciones con lavado gástrico que son recibidas y se inicia la atención por parte de Enfermería. Por no decir, en casos de intubación, que en ocasiones, enfermería ha comprobado si ventila…Hay más circunstancias en las que los usamos pero creo que mencionar estas es suficiente. Me ha dolido un poco, por parte de enfermería, con todos mis respetos de verdad, pq el cachondeito o comentarios jocosos son habituales cuando sales de urgencias y te mueves por el hospital, sobre todo con algunos médicos. Como sabéis, se identifica el fonendo al cuello con un médico y, cuando llegas con un grupo de gente que conoces, más de una vez alguien que no te conoce te pregunta ¿quién es esta doctorina?, alguien que si sabe que eres enfermera ni se hubiera acercado. Cuando les digo que soy enfermera, la siguiente matización partido de risa por su parte es… ¿qué haces con un fonendo en el cuello?… Yo no me callo y la segunda parte os la podéis imaginar…; por esa razón me duele un poco que, por parte de la propia enfermería se piense que llevamos el fonendo de adorno, pues os puedo asegurar qu es muy incómodo y pesa bastante como para llevarlo por gusto. De todas formas es muy curioso cuando vas por el hospital con fonendo cómo las grandes glorias que te miran por encima del hombro te saludan simplemente por llevarlo al cuello. Es increíble y lamentable. Si me acuerdo me lo quito cuando salgo de urgencias pq no aguanto tanta hipocresía.
    Con todo esto me gustaría que cada vez que veais un compañero con el fonendo al cuello es que es probable que lo use, no hagáis como algunos médicos. Es una forma de empezar a vlorarnos. De verdad, que no he escrito esto para ofender a nadie, simplemente que sirva como crítica constructiva

    1. Muchas gracias Martina, por ofrecer tu punto de vista y experiencia en relación a este tema. Me ha gustado mucho esta apreciación… Este monólogo tiene mucho de autocrítica (con nuestra profesión) aunque solo se vea en las dos últimas líneas. Como dices, crítica siempre constructiva… Un abrazo.

  9. Hola Serafin!soy Amelia, tu compi del hospi!q gracioso!m lo han enviado por facebook una amiga, y cuando he leido cuidando.es…..digo, pero si es mi compi de la Sierra!un besitooo desde Montilla

  10. Soy raro.
    Los zuecos gris plata para las guardias. No llevo libreta y el móvil está en la taquilla. No llevo muñecos ni rotulador. Lo que pincha está en el carro y la planilla está en una carpeta.
    No soy enfermero convencional.
    Soy raro. Lo repito.
    A veces tengo alumnos y otras hago cursos y voy a congresos. Investigación no es mi fuerte pero se intenta hacer algo.

  11. Si eres de quirofano imprescindible una botellita de H2O en el bosillo izdo de la camisa que te lleve desequilibrado todo el turno

  12. Muy bueno, en plan comico, vale!. El dia a dia cambia muxo. “Te cambias rapido xk vas a contrareloj, en los bolsillos llevas de todo para evitar paseos ( y ademas: pinzas tapones 2tipos d esparadrapo, guantes, agujas, medicamentos orales x supuesto el compresor, etc………). Cuando finaluzas el turno: Te duele todo……hasta el alma y n da tiempo a pensar pues otra vez a correr pues t espera la familia y moentras comes o cenas t acuerdas d cosas. Coges el trlefpno para asegurarte.

  13. ¡Excelente! Mientras iba describiendo cada cosa en los bolsillos me identificaba más. Para mi la tijera es mi “amuleto” aparte de ser salvavidas, porque ayuda para todo. Por eso siempre digo a mis nuevas colegas que: Enfermera (o) sin tijeras no es enfermera (o).

  14. ¡Buenas! Vi esta entrada a través de una amiga que la compartió en Fb.

    Mi pijama es ancho, nada pegadito. Uso calcetines blancos de algodón, cómodos y de los que ni rozan ni se clavan en los tobillos, con mis zuecos blancos de los de toda la vida que me dieron en mi primer contrato. Jamás llevo camiseta debajo, ni en invierno, soy demasiado calurosa. En el bolsillo llevo, eso sí, el famoso boli azul y el rotring negro grueso, además de las tijeras (enganchadas con un colgante al cuello). El bolsillo derecho de la blusa lo suelo reservar para llevar la hoja de papel donde me apunto los pacientes que lleve ese día, patologías y todo lo que esté asociado a ellos, sus incidencias, etc. En los pantalones llevo móvil y un monedero, pero porque no tengo taquilla y no me fío. No llevo nada más encima, salvo que me guarde de forma ocasional alguna jeringa en un bolsillo si preveo que voy a hacer algún lavado de vía. Para evitar peso y trastos encima que me van a molestar todo el día, cojo solo el fonendo cuando toca tomar tensiones o si hay que hacer alguna técnica como poner una SNG.

    En resumen, y visto lo visto, cumplo algunas cosas de la lista. Y de lo último, de las preguntas de los pacientes, procuro contestar siempre a sus dudas. Y si por mi corta experiencia no sé algo seguro, consulto antes de informar.

    Un saludo, nos leemos.

  15. Muy bueno el monólogo. Con respecto a los zuecos de colores, me viene a la mente la propuesta que hicimos en mi unidad (trabajo en Oncohematología Pediátrica) sobre ponernos ese tipo de calzado para restar seriedad a nuestra indumentaria y nos lo denegó la supervisora de entonces por no cumplir la normativa (calzado blanco reglamentario vs sanción).
    Eso sí, luego nos introdujeron unos pijamas de “muñequitos” que alientan horrendas pesadillas entre niños y mayores.
    Yo sí llevo boli verde (para anotar TA en gráfica y para distinguir la QT en la notación de fluidoterapia) y rotu permanente de dos colores.
    Yo sí voy cargada en todos los bolsillos, amén de cargar con un estuche escolar que parece una maleta de cabina.
    Lo que no he hecho nunca ni haré es pasearme por el mundo vestida de pijama. Horror de los horrores. Falta de higiene y de cordura tienen aquellos sanitarios que van y vuelven del hospital a casa, enfundados en pijama y parka de plumas (éste sólo en invierno, claro está).

  16. Madre mía me identifico al 100% con el monólogo. La verdad es que está bien reirse de vez en cuando de una misma. A veces no nos damos cuenta de que nos hemos convertido en una especie de “caricatura” de nosotros mismos.

    Saludos!

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