Hola a tod@s, continuamos con nuestra sección habitual de Evidencias para aplicar en la práctica clínica. Hoy hablados de cuidados relacionados con la atención al paciente quirúrgico.
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Cada año se opera a nivel mundial a uno de cada 25 ciudadanos. En España, en el 2008, se realizaron más de tres millones de procedimientos, equivalente a una tasa de 7.027 intervenciones quirúrgicas por cada 100.000 ciudadanos. Hasta un 16% de estos procedimientos quirúrgicos deriva en una complicación relacionada con la morbilidad de los pacientes o de eventos adversos, con consecuencias graves en cerca del 1%.
En este sentido, una revisión sistemática sobre la incidencia de eventos adversos relacionados con la atención hospitalaria mostró que cerca del 40% de eventos adversos recogidos en los diferentes estudios sobre el tema estaban directamente relacionados con procedimientos quirúrgicos. El hecho de que la mayoría de estudios que estiman la tasa de eventos adversos derivados de la cirugía coincidan en el hecho que entre un tercio y la mitad de estas complicaciones son evitables, pone de manifiesto hasta qué punto la seguridad quirúrgica debe ser un tema de salud pública prioritario (1).
Recomendaciones (1)*:
- Se recomienda a los pacientes realizar una ducha o un baño con jabón como mínimo la noche antes de la intervención quirúrgica (Fuerte).
- Se recomienda, cuando sea conveniente rasurar, utilizar una maquinilla eléctrica con cabezal de un solo uso el mismo día de la cirugía. No se recomienda el uso de cuchillas para el rasurado, porque aumentan el riesgo de IHQ (Fuerte).
- Se recomienda no utilizar la preparación mecánica del intestino de forma rutinaria para prevenir la IHQ (Fuerte).
- Los profesionales deben lavarse las manos antes y después de cada episodio de contacto directo con el paciente y después de sacarse los guantes. Las manos visiblemente sucias o potencialmente contaminadas con suciedad o material orgánico deben lavarse con agua y jabón. Por conveniencia y eficacia, se prefiere el uso de un gel de base alcohólica a no ser que las manos estén visiblemente sucias. Las manos deberían lavarse con agua y jabón después de varias aplicaciones sucesivas de gel de base alcohólica (Fuerte).
- No se recomienda administrar insulina rutinariamente en pacientes no diabéticos para optimizar la glucemia en el postoperatorio para reducir el riesgo de IHQ (Fuerte).
- Los antibióticos profilácticos endovenosos deberían darse entre los 30 y 60 minutos antes de la incisión (Fuerte).
- Todo paciente que va a ser intervenido quirúrgicamente y va a permanecer en el hospital tras la cirugía, debe recibir algún método eficaz de prevención de complicaciones trombóticas (Fuerte).
- En todo paciente que va a ser intervenido quirúrgicamente y va a permanecer en el hospital tras la cirugía, se recomiendan las medias de compresión, preferiblemente las graduadas hasta la cadera o el muslo, si no existe contraindicación (Fuerte).
- Se deberían implantar el “Listado de Verificación de Seguridad Quirúrgica” en cualquier procedimiento quirúrgico para mejorar la seguridad de las intervenciones quirúrgicas y disminuir las complicaciones evitables (Fuerte).
(1) Fuente: Grupo de trabajo de la Guía de Práctica Clínica para la Seguridad del Paciente Quirúrgico. Centro Cochrane Iberoamericano, coordinador. Guía de Práctica Clínica para la Seguridad del Paciente Quirúrgico. Plan de Calidad para el Sistema Nacional de Salud del Ministerio de Sanidad, Política Social e Igualdad. Agència d´Informació, Avaluació i Qualitat en Salut (AIAQS) de Cataluña; 2010. Guías de Práctica Clínica en el SNS: AATRM Nº 2007/24.
* Calidad de la Evidencia y Fuerza de la recomendación FUERTE, según GRADE. En este caso, la implicación de una recomendación Fuerte para los Clínicos, se traduce en que la mayoría de los pacientes debería recibir la intervención recomendada (Pag. 155 de la GPC)
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