Mi desconexión casi total de internet durante una semana dio para mucho. Ya hablamos hace un par de semanas de la teoría de los 10 minutos, en referencia a la necesidad de dedicar cierto tiempo a reflexionar sobre lo que hacemos y cómo lo hacemos.

Hoy quiero contaros una experiencia más. Durante mis vacaciones, fui a un supermercado a comprar algunas cosas. Al ser una zona de playa, el supermercado estaba lleno de gente. Se notaba que había trabajo “pa repartir” y todo el personal andaba corriendo para un lado y para otro. Al llegar a la caja, había una cola de gente considerable y tuve que esperar un buen ratito. Cuando llego mi turno, le día los buenos días a la persona que había en la caja. No me contestó. No me miró. Se limitó a coger cada uno de los productos, pasarlos por el lector del código de barras, darle al “enter, enter, enter” para decirme al final del todo “son tantos euros”. Le ofrecí la tarjeta de crédito y le dije, “Aquí tienes el dni”. No me miró, no me contestó. Cuando me fui le dije de adiós y tampoco me dijo nada. El caso es que todo esto me llamó  la atención, pero como iba con más personas y estábamos de vacaciones no le eché muchas cuentas.

León (Panthera leo) I
Creative Commons License photo credit: María Bueno

Justo cuando llegaba al coche, recibí una llamada, tras la cual tuve que volver de nuevo al super, ya que me faltaba un producto. Entre, y cuando iba a pagar, justamente la caja la que menos cola tenía era donde estaba la anterior cajera, fui a ponerme en ella, y ese momento, sucedió lo que he denominado el “Efecto de la no mirada”. Tome la decisión, casi sin pensarlo, de pasar a otra caja y esperar más cola, con tal de que no volviera a sucederme lo mismo de antes. En este caso me toco una cajera amable, educada, que me miró a los ojos y sonrió.

Y ahora sí, esta situación me dió mucho que pensar (prueba de ello es este post). Me da miedo pensar que algunas de las personas que cuido puedan en algún momento pasar por una situación así. Sé que todos tenemos malos días, que pasamos por situaciones difíciles, pero pensar que una persona no desearía ser cuidada por otra, porque no la miró, porque no le habló, simplemente, porque no fue educada, no me parece adecuado.

Bonill de las Nieves, en una publicación sobre la importancia de las habilidades comunicativas en la humanización de los cuidados, nos habla de la relación entre el trato humano facilitado por los profesionales sanitario y la satisfacción con la atención recibida por parte de las personas que cuidamos. El establecimiento de un buen clima entre ambos es fundamental para facilitar unos cuidados de calidad. Tal y como nos dice la autora, “el cuidado implica respeto y comprensión por el otro y esto puede conseguirse, en parte, a través de la empatía y la escucha activa”.

Por otro lado, debemos entender que el manejo de estas habilidades requiere de formación y entrenamiento previos que debe comenzar en el periodo de formación de las enfermeras, tal y como nos dice Williams. En este artículo, se habla incluso de que la formación sobre la empatía quizás estaría demasiado centrada en aprender técnicas de comportamiento (como demostrar empatía) que en lo que se denomina “Genuine Human Encounter”, encuentro humano original, genuino, puro, natural, ya descrito por la teórica Joyce Travelbee.

Bueno, por hoy ya está bien (ya sabéis que este tema nos encanta), pero quiero terminar este post, citando de nuevo a Bonill, y es que el proverbio árabe con el que finaliza su carta al director es para quedarse un ratito más pensando…

Quien no es capaz de entender una mirada tampoco es capaz de comprender una larga explicación

 

 Y a vosotr@s ¿Alguna mirada os ha dejado huella?.

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98 comentarios en “Mírame a los ojos!”

  1. Ains, Serafín, no sé por qué será pero a mí las cajeras siempre me sonrien, jajaja… que no, que es broma, la pena es que haya trabajos monotonos, que nos hagan encerrarnos en nosotros mismos y ni necesitemos mirar la cara a las personas que tenemos delante. Muy triste y, como dices, solo esperamos que no seamos nosotros los que un día dejemos de mirar a la cara, vosotros a vuestros pacientes, o yo a los trabajadores que os acercáis a RRHH.

    Porque al fin y al cabo, somos personas y no aquella máquina de tabaco que decía aquel mecánico “su tabaco, gracias”.

    Pues eso, “su comentario, gracias!”, jajaja…

  2. La verdat es que veo que al final has demorado unos minutos tu descanso para comentar el post. Como has visto, no ha sido para tanto, una reflexión sobre algo demasiado cotidiano. Nos centramos en las tareas, y no en las personas… y últimamente, nos centramos mucho más en la tecnología que en quien la aplicamos…
    “Gracias por su comentario caballero”. Buenas noches amigasho!

  3. Me enternece la mirada perdida de nuestros mayores con demencia, tanto vivido que se reduzca a eso, a una mirada extraviada. Me ha gustado tu reflexion sobre la tecnologia, yo añadiria que nos sucede igual a la hora de comunicarnos, derrochamos simpatia, abrimos nuestros corazones y contamos nuestros secretos a traves de las redes y somos incapaces de decir nada, ni un saludo, a la persona que tenemos al lado. Me ha gustado mucho tu post. Un abrazo

  4. Cualquier trabajo debe hacerse de forma profesional. No solo la medicina o la enfermeria. Todo el que exija atencion a clientes, pacientes, usuarios… Deberiamos quejarnos mas. Tu actitud, cambiando de fila, un dia llevara a que vayas a otra tienda. Y tienen que saberlo.

    Buena entrada.

    1. Esa es una de las reflexiones que lleva integrada este post, pero no solo en aquellos trabajos que exigan atención a personas… en aquellos que no es así, las personas se relacionan con otras… al fin y al cabo forma parte de las relaciones humanas.
      Gracias por el comentario. Un Saludo!

  5. Lo que comentas es la triste realidad muchas veces por desgracia nos centramos en sacar la “faena” y nos olvidamos de detalles tan importantes como decir buenos días, una sonrisa, mirada etc.. con lo poco que cuesta. En nuestro trabajo estos detalles aun cobran mas importancia ya que normalmente cuidamos a gente enferma que igual de terapeutico puede ser para ellos un tratamiento médico como un gesto de cariño..

  6. De lo que se quejan muchos pacientes es del ordenador, llegar a una consulta y que la persona que te atienda ni te mire y sólo escriba…pasa como con la cajera, a lo suyo y sin mirar.

    El ordenador es una barrera más a superar, a ver si procuramos saltarla…muy buena reflexión.

    Con respecto a esos ojos…Uff, Azucena menuda imagen…pelos de punta…

  7. Hola Inés, respecto del ordenador, que quieres que te diga… una gran barrera, al igual que otras herramientas que se interponen entre las personas cuando hablamos de cuidados. Como decía Mañéz, no se trata de poner más barreras sino de crear herramientas que nos ayuden…

  8. Hace bastantes años, trabajaba en un hospital universitario y siempre me acompañaban estudiantes. Me gustaba mirar a través de sus ojos e imaginármelas en su futuro profesional…
    Pero habían cosas que no podía enseñar…
    Una estudiante de enfermería de último curso se enfrentaba a la prueba que decidiría si le aprobaba o le suspendía las prácticas.
    Le dije: -vamos a hacer un “electro”.
    El electrocardiograma fue realizado de una manera impecable, con sus 12 derivadas y correctamente etiquetado, recortado y grapado en la historia.
    Pero le suspendí.

    La estudiante se acercó con el carrito del electrocardiógrafo y con él abrió la puerta de la habitación con un golpe seco.
    Sin presentarse ni saludar, se acercó a la paciente que le miraba extrañada desde la cama y le subió la bata de hospital desde los muslos hasta el cuello, dejando su cuerpo desnudo.
    Le roció con alcohol el torso y le puso los electrodos.
    Luego le djo un escueto : -“esté quieta”
    Le hizo el electro, le quitó los electrodos y sin bajarle la bata se dedicó a etiquetar los papeles…
    Me miró satisfecha. Y yo le miré con desaprobación.
    Y le suspendí.

    Otra cosa que solía hacer a las estudiantes (muchas me debieron temer!!!) era decirles: -Te voy a hacer una pregunta del paciente X, al acabar el turno te la haré.
    Y se pasaban el turno mirando la historia, explorando al paciente, preguntando a otros compañeros…
    Y siempre les preguntaba lo mismo:-¿Cómo se llama?

    Fallaban todos.

    Ojalá nos enseñaran estas cosas en la facultad…

    Un abrazo!
    Vuestra Turronera Mayor

    1. Antonio Jesús Ramos Morcillo

      Ende luego Rosa eres una fenomena. Son esos detalles los que le dan la esencia a la enfermería.
      Buen método para atender a las personas, para mirar a la globalidat en lugar de al fragmento.
      Beso gordo pa nuestra turronera mayor¡¡
      La verdat es que a mi me pasó un algo así cuando comencé mis prácticas clínicas de estudiante en Traumatología en el año 1997, la enfermera de turno de tarde me dijo “el que me diga el de la 504-B me lo cargo, aquí todo el mundo tiene nombre…”

    2. Como me hubiera gustado tenerte a mi lado cuando estudiaba, me hubieras puesto las pilas de “verdat”. Lo bueno, es que ahora podemos compartir muchas cosas juntos… no sabes cuanto aprendemos de ti, con tus palabras, con lo que haces, no me cansaré de decírtelo.
      En relación a las experiencias que nos cuentas, me las apunto, las pienso poner en práctica…
      Muchos besos!

  9. Gran post y grandes reflexiones.

    Mirar a los ojos no debería ser algo excepcional. Para mí lo es casi todo. Y no sólo en el trabajo, en la vida.

    Con respecto al ordenador, puede ser un obstáculo si vas escribiendo y preguntado a la vez. Pero si hablas con la persona, mirándole a la cara, espera sus respuestas, y una vez finalizadas, las escribes, no hay obstáculo. Quizás sea menos rápido, pero es más humano y no lo cambio por nada del mundo.

    Rosa, sólo te puedo decir una cosa: ¡bravo! Llamar a los pacientes por su nombre y explicarles las cosas tiene unos resultados maravillosos (hay que fastidiarse que dejemos de lado siempre lo más importante, por muy bien que se nos dé realizar las técnicas más complejas). Gracias por ser tan buena maestra!

    Y con respecto a la pregunta final, la respuesta es sí, muchas miradas me han dejado huella. Quizás le doy demasiada importancia a esas cosas…

    Me ha encantado el post, en serio. Enhorabuena.

    1. Pilar, en mi hospital hay muchos que todavía se sorprenden de que me sepa sus nombres y número de empleado de memoria según entran por la puerta (aunque cada vez me cuesta más, será que me voy haciendo mayor, jajaja…) … y es que no hay nada más directo que que te llamen por tu nombre.

      Yo siempre lo hago!

    2. Antonio Jesús Ramos Morcillo

      Realmente eres sabia “no solo en el trabajo, en la vida”. ¿¿¿Cual es la raya que distingue la Pilar enfermera de la pilar persona??

  10. Yo suelo ser el tonto que llega a un museo y le dice hola al vigilante de la sala y le doy gracias cuando me voy… y me miran sorprendidos. Y así con todo, y aunque me miren mal, prefiero eso: mirar, agradecer y sonreir.

    Por cierto, la historia de Rosa me encanta, cuanta verdad y cuanta necesidad de humanizar la atención. Olvidamos lo básico: si la diferencia fundamental entre el ser humano y la maquina la dejamos de lado, al final todo serán maquinas. Deberiamos hacer una campaña o así con el lema: “Diferenciate: mirame a los ojos”

    Saludos turroneros

    1. Miguel, mejor parecer tontos que mal educados… no cuesta nada un Buenos Días y un Hasta Luego, aunque sepas de antemano que nadie te vaya a responder. En fin, nosotros a lo nuestro, que seguiremos durmiendo muy agustito.

    2. Cucha que te diga, de tonto nada, a mi me pasa casi lo mismo… a algunas personas le puede parecer que agradecer y sonreir es un “poco pedante”, nada mas alejado de la realidad…
      Me encanta tu idea, la ponemos en marcha????

      Un abrazo Miguel!

  11. Excelente reflexión Serafín sobre esos pequeños detalles tan importantes de nuestra vida cotidiana.
    Me recuerda a cuando cuidas de pacientes que hablan otros idiomas y entonces la comunicación no verbal todavía cobra más importancia y con una sonrisa y demostrar que esa persona te importa..sobran las palabras.
    Un abrazo fuerte!

  12. Pilar estoy completamente de acuerdo contigo con lo del ordenador…yo no escribo delante de mis pacientes, si hablo mucho escribo apuntes en una hoja y luego paso los datos, eso como mucho. También el tipo de pacientes con el que trato es más “especial”. De hecho una un día, cuando despedí a una señora, fui a apuntar la siguiente cita en el ordenador y me dijo “Mira, ya te pones a jugar en el ordenador” Jajajaja!! Qué pensarán muchas veces que hacemos…

    Respecto a presentarse, me parece fundamental, que sepan bien quienes somos y no sólo en el trabajo, como anécdota diré que cuando voy a una boda,cena con mucha gente,…. lo primero que hago al sentarme en la mesa es presentarme al camarero y preguntarle su nombre, el trato recibido siempre es mejor.

    Rosa, por algo eres la Turronera Mayor, qué suerte han tenido esos estudiantes que han pasado por tus manos…yo es algo que también valoro mucho, no que los alumnos que tengo sepan las técnicas, si no el trato..

    Por cierto, el blog parece de Iñaki! Jajajajaja!!!

    1. Pues si Inés, cuando he visto la cantidad de comentarios, he pensado que estábamos en Sobrevivirrhhé!, pero vamos como Iñaki es la persona que mas comentarios ha dejado en Cuidando, podemos decir que estamos como en su Casa…. jajaja, ya quisiéramos algunos…

  13. Antonio Jesús Ramos Morcillo

    Joes que bien, que animado está esta conversación.

    Si que recordar que estamos hablando de tecnología punta, que una gasometría la se hasta yo hacer…

  14. Después de una mañana de esas toledanas en urgencias, me he parado a pensar a cuántos de los pacientes vistos reconocería si me los cruzase fuera del hospital… Me entristece el resultado… Pero a partir de ahí, miras de otra forma. Es un comienzo…me parece una estupenda iniciativa.

  15. Me sumo a los comentarios de este post que está revolucionando hoy mi TL. Sólo quería decir que estoy totalmente de acuerdo con todos y cada uno de vosotros. En mi trabajo como enfermera, como docente, y en la vida, siempre miro a los ojos de la gente. Es mucha la información que te da una mirada. A veces incluso te cuenta lo contrario de lo que dicen las palabras. Si miras a tus pacientes a los ojos ves el miedo, la duda, la pena, el dolor…aunque no te lo digan. Y de igual forma, ves el confort, el agradecimiento, el alivio…yo me quedo con cualquiera de estas últimas miradas.

    Saludos

    1. Hola Esther!
      La verdad es que llevo un día sorprendido de la cantidad de comentarios sobre algo que debería ser normal y no lo es. En la sociedad en la que nos movemos, y con la cantidad de herramientas que manejamos, nos olvidamos de lo más importante… las personas. Me quedo con una de tus reflexiones sobre las miradas “a veces incluso te cuenta lo contrario de lo que dicen las palabras”. Asi es!
      Un saludo!

  16. Holaaaa, más vale tarde que nunca, aunque seguro que lo leí la primera porque hoy puse las calles yo. Por supuesto estoy de acuerdo al 100%, mirar a los ojos es crucial y siempre he pensado que una sonrisa puede cambiarlo todo. Me sumo a la iniciativa, que me encanta, por cierto, y empiezo a maquinar desde ya. Todos mis esfuerzos y los de la comunidad #teku20 para una cosa que merece la pena y que además, es gratis, que más se puede pedir. Abrazos a todos, cuanto bueno y sabio por aquí hoy.

  17. Esta es una historia que ya publiqué en un post el otoño pasado, pero que no me importa repetir.

    Hubo una vez que en un servicio de ginecología-obstetrícia de un gran hospital barcelonés se recibió una carta, dirigida al jefe de servicio. En ella, una paciente que había dado a luz, expresaba su agradecimiento con las siguientes palabras: “He sido muy bien tratada: médicos, enfermeras, celadores… todos se han portado mu y bien con nosotros. Sólo una cosa: en toda mi estancia aquí nadie ha sido capaz de mirarme a los ojos”.

    Deciros que esa carta cambió para siempre el funcionamiento de ese servicio y que ahora todos miran a los ojos de los pacientes.

  18. Hola
    Cuando alguien no responde a mi mirada o mi sonrisa pienso que seguramente le ocurre algo tan malo o tan triste que le impide sonreir.
    Hay personas viviendo momentos muy duros en sus vidas y a veces los recursos para afrontarlos no son suficientes.
    Debemos pedir un trato amable pero no creo que podamos exigirlo porque hay personas que tal vez no lo pueden dar.

  19. Un post genial Serafín, que pone de relieve la importancia de mirar a los ojos. Siempre lo he considerado el rasgo más importante cuando conectamos con alguien, porque la mirada nos da una cantidad de información brutal.

    Y más importante cuando hablamos con pacientes, que buscan en nuestros ojos una respuesta, comprensión, empatía y en definitiva, salud. A su vez, los ojos de un enfermo nos dan gran cantidad de información de su estado y de las emociones que alberga.

    Personalmente llevo un tiempo jugando con la mirada, intentando darle más significado y aprendiendo a usarla adecuadamente.

    Hace algún tiempo escribí un post invitado sobre este tema. Si me lo permitís, os dejo el enlace por si le queréis echar un vistazo: http://www.uncafelitoalasonce.com/contacto-visual-relaciones/

    Lo dicho, una gran reflexión que guardo en favoritos para repasar de vez en cuando 😉

  20. Buenas tardes a todos y a todas, volviendo de las vacaciones me incorporo a opinar en este magníficico post de reflexión.
    La sonrisa fue un tema que tambien traté y os comparto mi reflexión:
    Proverbio chino: “No abras una tienda si no sabes sonreír”. (cambiar “abrir tienda” por “ser enfermera”)
    Proverbio escocés: “ la sonrisa cuesta menos que la electricidad y da más luz”
    Shakespeare “ para conseguir lo que quieras te valdrá más la sonrisa que la espada”.

    Hoy quiero saludar a las personas que hacen un poco mas fácil el día a día, a las que iluminan el trabajo con su buen hacer, a las que luchan con una sonrisa prendida en la bata blanca, muchas cosas por mejorar…. ¡¡pero trabajando!! .
    Esas personas y esas sonrisas son las IMPRESCINDIBLES 😉

    1. Antonio Jesús Ramos Morcillo

      Ahi está Rosa a la carga… como rezuman enfermería y pasión sus comentarios…
      Sin duda proverbios y frases para la reflexión…
      Un abrazo¡¡¡¡

  21. Os quiero mostrar otro punto de vista. Cada vez hay mas transculturalidad en nuestros hospitales, y eso quiere decir que tenemos que tener presente que hay miradas y formas de entender la enfermedad y la hospitalizacion diferentes a la nuestra.
    Obviando los extremos (como el de la alumna maleducada de Rosa), creo que hay que tener en cuenta que hay pacientes que no quieren que seas cortes, ni simpatico, ni sonriente. Hay pacientes que piensan que las actitudes cercanas enmascaran la falta de profesionalidad. Y hay pacientes que no quieren que le mires a los ojos.
    Pienso que la clave es la empatia.
    Un abrazo para tod@s!

    1. Antonio Jesús Ramos Morcillo

      Bueno Azucena quizá sea interesante tu reflexión, no obstante se me ocurren dos ideas a lo que dices:
      – Existen los universales culturales
      – No existe actividad enfermera en la que no intervengan las manos, los ojos y la palabra y para llegar a usar la empatía y valorar que desea una persona… hay que mirarla….
      Que siga el debateeeeeeeeeeee¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡

  22. Muy buen post, es importante mirar a los ojos. Yo saludo siempre hasta en el ascensor, muchas veces me miran con extrañeza.
    Es difícil explicar algo a un paciente sin mirar a los ojos. Entre otras cosas, porque cuando miras, también puedes observar.
    Un saludo

  23. Con 18 años me ingresaron, en general me trataron como a un mueble, salvo una enfermera que me miró y me sonrió cuando me iban a trasladar de planta.
    No olvido esa sonrisa en mi trabajo diario con los pacientes

  24. Al principio este post me recordaba aquella canción de I. Serrano “Reina del Super”…pero ya entrando en harina y un poco más en serio, diría que hay que desconfiar de aquellas personas que no miran a los ojos… como diría mi abuela, de aquellos que miran “pa la bragueta” (Perdón por la grosería).

    Creo que no es necesaria tampoco una idealización de la mirada, no se trata, al menos creo yo de una mirada mística, ni de escrutar al paciente, compañero,… con una mirada profunda que nos de las claves de su alma…

    Sin duda es una cuestión de simple cortesía, de educación, y por qué no de humanidad. Cada uno somos como somos, pero a mí me preocupa el “porqué” del comportamiento de la “cajera” o de la “enfermera”,…y la razón de esa preocupación no es otra que encontrar las claves para conseguir que todo el mundo se quiera poner en la cola de las enfermeras.

    Supongo que existen muchos factores, el de la educación es importante, muy importante, pero creo que podríamos buscar claves de otro tipo. Supongo que también influye la personalidad (¿Pero tanto?), influye como hemos aprendido (Verdad Rosa?), pero algo que tiene importancia es la cultura organizacional, ya que si es importante en la organización y se explicita así, será importante para los que trabajan en esa organización.

    Nuestra profesión tiene un gran componente vocacional, sin un alto grado de empatía es casi imposible ser enfermera… que nos pasa entonces si no utilizamos herramientas humanas para hacer nuestro trabajo?… cultura organizacional sin duda es importante, y dejarnos de mirar nuestro ombligo también.

    Finalmente, si estas herramientas son tan importantes para nosotros como profesionales de verdad,… las podríamos considerar una intervención de enfermería???

  25. Me ha encantado la entrada y todas las reflexiones… una mirada, un trato amable, es tan importante… Estoy de acuerdo con Azucena, en el trato con los pacientes lo más importante de todo es la empatía. Pero como dice Antonio, para llegar a esa empatía es necesario mirar a esa persona a los ojos y saber qué es lo que quiere, cómo espera que se la trate, qué busca…

    Como médico es lo que intento día a día con mis pacientes. Admito que hay de todo, pacientes cariñosos, amables, simpáticos, con los que enseguida empatizas y pacientes distantes, reservados, que necesitan un trato más “serio y distante” para sentirse en manos de “buenos” profesionales. Con los segundos me resulta más complicado interaccionar pero es darles tiempo, darnos tiempo y, desde mi humilde opinión ya que sólo llevo 4 años y medio en mi especialidad, acabamos teniendo un trato muy bueno. Y, qué queréis que os diga, a mi modo de verlo, en el fondo, todos deseamos que nos traten bien y nos miren a los ojos cuando nos hablan o nos explican un tratamiento, una prueba… no???

    Personalmente, cuando acababa de empezar la carrera de medicina y estaba en 2º (no sabía ni lo que significaba que alguien se pusiera “amarillo limón” a lo Simpson… así que con eso lo digo todo…) viví como familiar una enfermedad larga, dura, con todo tipo de etapas y múltiples ingresos, pruebas, idas y venidas al servicio de urgencias, operaciones, estancias en la UCI … Unos años donde nos trataron y nos dieron todo tipo de noticias de múltiples formas. A lo mejor lo que digo ahora resulta triste, pero es cierto, aprendí mucho, mucho, mucho de lo que es estar en el otro lado, la angustia que es no saber el resultado de una prueba, que no te miren a los ojos cuando te informan y lo mucho que se agradece una buena cara, una sonrisa, un trato amable cuando uno está mal o, como era mi caso, cuando uno está preocupado por alguien muy importante en su vida al que quiere muchísimo. Siempre lo digo, estas cosas me hicieron tal y como soy a día de hoy (admito que me gustaría no haberlas vivido y que no hubieran pasado pero… eso es imposible) y creo que ahora “entiendo” mejor a mis pacientes y sus familiares…

    Como ya he dicho muchas veces, no sólo es importante el trato con el paciente sino que también es importantísimo el trato con sus familiares, éstos son muchas las veces que son los más “difíciles”, los que más se enfadan y peores ratos pueden hacerte pasar. No siempre llevan razón, es cierto, sobre todo en las formas, pero en su situación pensar antes de hablar puede llegar a ser muy complicado y si les miramos a los ojos veremos lo que hay detrás de todo realmente y conseguiremos manejar la situación mucho mejor.

    En fin, me lío y menuda invasión! En resumidas cuentas, mírame a los ojos!!! Gran iniciativa!!!! “Diferénciate: mírame a los ojos!”

    1. Madre mía Tere, en tu línea, jajaja… más que un comentario te ha salido un post, jajaja… Yo creo que tú lo tienes bien claro, y que con el tiempo, sabrás cómo abrirles los ojos a esos que hoy se resisten un poco más. Tiempo al tiempo, chiquilla.

      Pues nada, que como Serafín está un poco perezoso, ya te voy yo contestando, jajaja…

    2. Querida Mari Tere:

      Tus palabras y tu experiencia nos dicen mucho acerca de la importancia de un trato humano no solo a los pacientes, también a sus familiares. En ocasiones suelo escuchar que los médicos siempre tienen un trato más “alejado” con los pacientes del que puedan tener otros profesionales.
      Personalmente creo, que no hablamos de “unos o de otros”, hablamos de personas.
      En demasiadas ocasiones nos olvidamos de que nuestro trabajo lleva implícito el contacto humano.
      Nuestra manera de decir las cosas, la manera de mirar ( o no) a las personas, ponerse en el lugar de otro. Hacer estas cosas no debería ser algo excepcional, tendría que ser lo habitual.

      Me anoto, una de tus reflexiones.. “en el fondo, todos deseamos que nos traten bien y nos miren a los ojos cuando nos hablan o no explican un tratamiento, una prueba…”…

      Un beso Mari Tere!

  26. Me ha gustado mucho el post, y me ha parecido increíble que hablar sobre la necesidad de mirar a los ojos, algo tan sencillo y que creo que debería ser tan natural como respirar, dé para tantísimo comentario enriquecedor. Yo no soy personal sanitario, pero soy paciente, y considero que en los momentos en lo que se pone la salud, el cuerpo, y el futuro en manos de otra persona, se es especialmente sensible al trato que recibe, y una mirada (de las de verdad, a los ojos, cómplice), una sonrisa, que te llamen por tu nombre, pueden hacer que paciente y familiares se sientan más cuidados y seguros. Pero, además, en la vida diaria, tropezamos con muchas personas, a un lado y otro del mostrador, con las que nos comunicamos. Para que esa comunicación se dé también es esencial la mirada. Yo creo en el “Diferénciate: mírame a los ojos!”

    1. Antonio Jesús Ramos Morcillo

      Hola Angélica, muchas gracias por tu comentario, realmente son comentarios como el tuyo el que nos legitiman y animan para la accion.
      Muchas gracias, un abrazo.

  27. Amos a ver: Llego tarde, pero llego,. jaja.
    Yo he sido paciente de GSF durante 8 añacos que se me hicieron interminables. 5 recidivas. empastillada de corticoides e inmunosupresores que cuando tomaba sandimunn parecía Chewbacca..no digo más. Imagínate que esa enfermedad llega a una chica de 24 años, y se ve transformada físicamente por los efectos de las pastillas. Ni un consuelo, ni un ‘no te preocupes que esto pasa’…. Pues durante TOOODOS esos años, mi nefro, una mujer madurita que estaba preocupada porque no controlaba la enfermedad, no me dijo ni una sola vez a qué se debía, por qué las recaídas, cuál era mi pronóstico, qué esperanzas debía tener y cuáles desechar. Y yo le preguntaba: esto acabará en trasplante? ella: jaja noooo. Y ya. eso era todo. Hasta la ultima recaida. Cuando me dijo que la proteinuria estaba otra vez por las nubes y que tenía que volver al tto. Le dije que ni de coña me metía yo mas cortisona en el cuerpo. que habia fracasado 4 veces antes y que ahora por qué iba a ser distinto. Aun recuerdo su mirada atónita (un paciente que me replica) y por supuesto le solté aquello de : ‘tú, la asingatura de psicología del paciente te la pasaste por el forro en la universidad no??’.
    Así que apoyo todo esto. el paciente está ACOJONAITO y necesita que le tranquilicen, fíjate tu, que yo estoy en esto de la salud y estuve a puntico de rechazar el tratamiento, imagínate otra persona a la qe no le miran a los ojos y entienden su miedo.
    En fin, que me he pasado. Os dejo mi testimonio por si os sirve para #mirame.
    Enhorabuena Nenes!!!

    1. Hola Laila, nunca es tarde para comentar…
      Gracias por contarnos tu experiencia, creo que este tipo de situaciones serían muy interesantes poder dejarlas reflejadas en el blog/web de la iniciativa. A los profesionales nos ayudaría muchísimo, empatía en estado puro…
      Gracias por tu participación!

  28. excelente post! excelentes comentarios!! me habeis hecho pensar en uno de los temas que mi padre me repitió muchas veces cuando yo era “mas joven” que ahora: “cuando te dirijas a alguien: mirale siempre a los ojos, esboza una sonrisa, saluda con afecto y que el apretón de manos sea firme, sin titubear mostrando seguridad y proximidad”. Me alegro de haberle hecho caso! y me alegro de compartirlo con vosotros! Os adjunto una foto que mi hija ha hecho de “mi Ojo”, ella dice que en los ojos estan los sentimientos de las personas… por qué será?? saludos a tod@s!!!

  29. Ruth Molina Fuillerat

    Bueno primero felicitar a todos por las reflexiones,os voy a contar mi experiencia hace unos días,estuve cubriendo en Hospital de día de mañanas,a primera hora una paciente ontológica qué venía de lejos se encontró indispuesta,con causas,vómito,temores,pálidez,el oncologo prescribio miles de pruebas,tratamiento en fin …….Yo entre qué desconocía el servicio,la paciente,entré en la habitación,ella estaba sola sin acompañantes,un poco nerviosa,asustada,me senté en la cama,mientras le cogía la mano le pregunté Su nombre,de donde venía,me presenté,mi ojo clínico me dijo está señora Lo qué está demandando más qué nada es calor humanidad,escucha activa,y así hice pospuse la retaila de prescripciones médicas,la señora empezó a confiar en míy me contó Su larga y dura lucha de la enfermedad,a medida qué la paciente me contaba sus síntomas mejoraban,al final ella venía un poco sugestionada a la cita de hiy durmio poco esa noche,luego el viaje largo hacia aquí,y por último la preocupacióny el desasosiego de recibir a Lo mejor una mala noticia en Su evolucion,al final pasado dos horas la mujer estaba sentada en la sala tratamientos desayunando como los demás días.

  30. Buenas tardes:
    En primer lugar felicitar por el post y las reflexiones, todas ellas muy interesantes. Quizás estamos fallando en lo básico y es una buena educación de base. Desde mi punto de vista se están perdiendo valores y se olvidan muchas cosas como pueda ser el respeto a los demás. Hablaba Miguel de la necesidad de humanizar la asistencia; sí claro que sí, ahora la educación se ha deshumanizado y eso luego revierte en nuestro día a día, desde la enfermera a la cajera.

  31. Quizas el trabajar tanto con maquinas nos conduce a comportarnos como ellas, y lo que es peor, a veces a sentir como ellas.
    Un beso muy fuerte y gracias por tu tiempo.

  32. Hola a tod@ y en especial a los compas de cuidadando.es!

    En primer lugar felicitaros por este post y a tod@s por la movida que se ha generado a la que quiero incorporarme.

    He tenido unos días a tope de trabajo, pero pude leeros el día de la publicación. Indiscutiblemente ha despertado miradas, muchas miradas.

    Hace falta que levantemos ese aspecto humano, fundamental en nuestro trabajo, porque da y nos da sentido al mismo.

    Participo de todas las aportaciones y me incluyo en la reflexión y proyecto.

    Muchas gracias por despertad miradas.

    Un abrazo, besos y miles de sonrisas!

  33. Hola, he llegado hasta aquí porque @tekuidamos lo ha puesto en twiter, y me ha hecho pensar
    “lo poco que cuesta hacer feliz a alguien, solo con una mirada amable le puedes alegrar el dia”.
    Saludos y Buen domingo a todos 🙂

  34. Maravilloso!! Para mi la mirada es imprescindible. Guardo en mis recuerdos miradas profundas, sinceras, sensuales, coquetas, tiernas, insidiosas…. que han explicado más que lo que han dicho!
    Como enfermera miro, veo y sonrio todos los días, trato con educación y respeto y me disculpo por las prisas. Puedo no terminar a tiempo, mis técnicas no siempre son perfectas ni puedo hacer todo lo que quiero (por desgracia….) pero no dejo una lágrima sin consuelo, una mirada sin respuesta ni una pregunta en el aire… para mi eso es el cuidado, lo que llena mi dia y mi trabajo de felicidad!!!

  35. Juego con la ventaja de haberos leído a tod@s antes, lo cual también es un handicap.
    Impresionante reflexión colectiva. Me gustaría aportar 2-3 anécdotas más:

    -durante los años de Facultad, unas de las clases que más llamaron mi atención fueron un par sobre comunicación y entrevista clínica; tengo la impresión de que para mucha gente pasaron como dos clases de relleno, pero ahí estaba una de las claves de una forma de entender esta profesión (en mi caso la pediatría, pero seguro que serviría para cualquier otra especialidad, para tod@s l@s que os dedicáis con esmero a la enfermería y para el resto de personal que tiene relación con l@s pacientes/usuari@s/clientes, términos ahora tan de moda): “NADIE NOS HA ENSEÑADO A L@S MÉDIC@S A COMUNICARNOS, aspecto este muy trabajado por ejemplo en profesionales dedicad@s a las ventas. Podemos tener la tentación de creer que viene por añadidura, por ciencia infusa, por ósmosis al contacto con otr@s médic@s más veteran@s… pero no es así; A COMUNICARSE SE APRENDE”.

    -creo que me impactó tanto el VOLVER A comprender (ya en 6º de carrera, si mal no recuerdo), que en los años de especialidad me interesaron más los cursos sobre comunicación, entrevista clínica, aprender a dar malas noticias… que las comunicaciones “a propósito de un caso” (de esos que profesionalmente no veré nunca jamás, supongo…).

    -quizás fuese uno de los momentos álgidos del período formativo junto con la cuestión sobre qué tenía mayor impacto en salud, un médico en un Centro de Salud atendiendo 600 casos de gripe en plena epidemia o el TAC helicoidal que acababa de estrenar el hospital y del que se podía hacer uso limitado entonces…

    -y, si bien no directa o exclusivamente con la mirada, sí creo que tiene relación con el espíritu de la entrada una anécdota vivida hace unos años en la consulta de un cirujano infantil (a punto de jubilarse ahora…); a veces bromeamos o etiquetamos a l@s cirujan@s como más frí@s (saben cortar, no hacer historias clínicas o relacionarse…), pero sus palabras ante un niño de unos 9 años se me quedaron grabadas (bueno, si no en lo literal, sí en su espíritu): “a pesar de no ser psicólogo y no saber muy bien cómo contarte determinadas cosas sobre tu futuro, vas teniendo edad de que no hable sólo con tus padres, así que aunque lo mío es trabajar con las manos más que con las palabras, lo haré lo mejor que pueda…”; mirar a l@s pacientes l@s incluye en la relación, y eso es terapéutico de por sí; algun@ habéis hablado de pacientes crónic@s, quizás demenciad@s, pero hay otras formas de exclusión (deformación profesional…), no contar al/a la menor las cuestiones que le afectan “porque para eso están su padre y su madre”.

    -en el otro extremo, recuerdo un psicólogo que trabajaba en la planta de Oncología Infantil, dando una charla a adolescentes que quizás nunca hubiesen visitado un hospital; contaba que, a raíz de su trabajo con menores con cáncer, le habían pedido en varias ocasiones que acudiese a hablar con adultos con cáncer ingresados en el Servicio correspondiente… a lo cual terminó negándose, porque l@s pacientes negaban/desconocían su situación (dobles informes, información a la familia y no al paciente…): “los menores (con cáncer) saben más sobre su enfermedad que los adultos (con cáncer)”.

    Perdón por el rollo, 😉

    1. Hola Rubén
      Me alegra ver que el post nos sigue proporcionando comentarios tan interesantes como el tuyo.
      La formación es fundamental en mucha áreas, y como no, en la comunicación. Tal y como nos dice el artículo de Williams, esta formación debe empezar en la Universidad. Tenemos que aprender a dar malas noticias, a transmitir la información de un informe de alta de manera correcta, a informar a las personas de los cuidados que se van a realizar.
      Respecto del Impacto en Salud, ya nos lo decía Javier Padilla en el 2º Congreso de la Blogosfera Sanitaria, a raiz de un tweet de Rafa Cofiño: hablamos de enfermedades, hablamos de tratamientos, y se nos olvida la importancia que tiene el agua, el medio ambiente, etc sobre la salud de las personas. La salud de las personas va mas allá de un grupo profesional…
      Por otro lado, y respecto de las experiencias que nos cuentas, coincido y esa era la finalidad del post, en que no hablamos solo de miradas, hablamos de mas cosas: comprensión, empatía, humanización… y estas, son independientes del grupo profesional.
      Gracias por compartir con nosotros tus palabras y tu reflexión. Un abrazo Rubén!
      Pd, Y de rollo nada, ya quisiera un servidor, jeje

  36. Hola chicos, me incorporo hoy de las VACACIONES (sniffff) ¿y que me encuentro??? este debate tan interesanteeeeeee.
    Creo que lo habeís dicho casi todo y yo poco tengo que aportar pero si quería poner otra variable en el debate de mírame a los ojos : PRESENCIA, si es tan fácil y tan díficil como ESTAR CON. Y en este caso con el paciente.
    La presencia hasta laClasificación de intervenciones (NIC) la reconoce como una de sus intervenciones. Y en una mirada esta esa presencia de enfermería…..
    Animo chicos y creo que ya me habeís dado una idea para mi primera entrada postvacacional.
    Un abrazo y hasta pronto :)))

    1. Estoy contigo Manuela, en demasiadas ocasiones nos olvidamos que la presencia es una intervención igual o más importante que una extracción de sangre, explicar un tratamiento o informar sobre el estado del paciente… Un abrazo y bienvenida!

  37. VirginiaSP Forero

    Hola a todos: La verdad es que llevo poco en esto de la 2.0 y de pronto me he encontrado con todo un mundo desconocido, salvo pequeñas referencias, lo que me ha producido un vértigo increíble, porque me ha hecho pensar en todo lo que llevo perdiéndome como profesional sanitaria y como persona para enriquecer mi conocimiento y poder compartir reflexiones. Me ha encantado la iniciativa que estáis desarrollando, me uno a ella de cabeza y sólo quería aportar una cuestión que llevo dándole vueltas desde que he leído vuestras aportaciones y los comentarios. Opino que no sólo tenemos la “obligación” (por educación y respeto) de mirar a la gente cuando interactuamos entre seres humanos, sino que deben ser miradas “cualitativas”, es decir, con la cualidad de encontrar el reflejo del otro en nuestro cuidado, eso nos indicará que la calidad de nuestro cuidado empieza por la mirada del otro. Es fácil, creo, reconocer cuando la mirada de la otra persona rechaza lo que hacemos, pero eso sólo lo podremos saber si miramos a los ojos de la gente.
    Bueno, que me enrollo. Me gusta lo hallado y muchas cosas más, enhorabuena.

    1. Hola Virginia, Bienvenida!
      A veces da la sensación de que “esto del 2.0” va muy deprisa y asi es, pero no hay que agobiarse. Lo bueno es, que la información queda guardada, casi que para siempre, por lo que, podrás consultarla cuando quieras. No se puede estar en todo, porque entonces ocurre la tan temida “infoxicación”.
      Respecto al post, comparto tu opinión de que “la mirada” no incluye solo, el hecho de mirar, sino que debemos entender también el significado de la misma.
      Un saludo Virginia y espero leerte más por aquí!

  38. Hola; aún creo que no he aterrizado de todo de las vacaciones (una vuelta muy densa en sucesos) pero no puedo dejar de lado esta entrada porque, sin yo saberlo, para las pocas horas que pasé “al otro lado” me ocurrió básicamente lo mismo.

    El caso es que en la unidad donde estábamos siendo atendidos la atención fue técnicamente impecable y humanamente excelente sobre todo con la enferma pero esos factores, bien lo sabemos en esta profesión, no van siempre unidos a los resultados clínicos deseados y esa circunstancia hay que informala como cualquier otra que pasa durante la atención. El caso es que allí, “al otro lado” te sientes muuuuy pequeño, minúsculo esperando que alguien te diga qué ha pasado, cual ha sido el resultado y todos sabemos a quien le corresponde por ley esa información; pues a mí la información me la dieron las compañeras “sin mirarme”, esto es; por cómo esquivaron mi mirada supe que la cosa no fue como quisiéramos.

    Allí mismo no pensé en ello; fué al volver a casa el propio 24 de Agosto y leer la entrada que mi primer pensamiento cayó en cuenta… así que el plano no verbal trabaja y a tope en momentos de ansiedad.

    Sugerencia: en las actividades de formación continuada he visto alguna vez cursos de comunicación, incluso talleres de comunicación de ‘malas noticias’ creo que esto ya debería formar parte de la formación pregrado.

    Por cierto, el médico SI me miró a los ojos cuando me informó sobre la prueba.

    Un abrazo.

    1. Hola de nuevo Salva! He tardado un ratico en responder (ya sabes el motivo)… El caso es que cuando los profesionales cambiamos de registro (pasamos a ser familiares o pacientes) hay cosas que se entienden mejor, y esta puede ser una de ellas. Como tú dices, te sientes “muy pequeño”… y a nadie, le gusta sentirse de esta manera.
      Hablamos de algo más que mirar a las personas, queremos mirarlas en todos los sentidos… Y como ya dije en un comentario anterior, no hablamos de grupos profesionales, hablamos de personas…
      Un abrazo Salva!

  39. Hola! Me gustaría aprovechar esta oportunidad que brinda Serafín, espero no sea demasiado tarde! Serafín me ha encantado tu post, y todos los comentarios. Yo me “cuelo” en este foro como paciente, o mejor dicho, madre de la paciente. Una niña de 4 años recién cumplidos, que desde que nació ha necesitado mucha atención médica, muchos especialistas diferentes, pruebas y más pruebas, terapias y más terapias, alguna cirugía que otra, y lo que queda por venir, ojalá que con tanto éxito como hasta ahora.
    Con el ánimo de contribuir y construir, comparto mi vivencia personal. Así lo expresaba en una ocasión en la que me invitaron a una sesión clínica del Hospital 12 de Octubre:
    “…lo que hace más llevadero todas nuestras idas y venidas por los hospitales, son ustedes, los médicos, las enfermeras y los profesionales en general que trabajan en el hospital. Tanto unos como otros, pueden hacer sin darse cuenta, muchísimo por nosotros los padres. Nos dan como yo llamo “soplos de aire fresco”, que nos dan fuerza y ánimo.
    …son pequeñas palabras, que acompañadas de una actitud cercana, en un momento me han hecho sentir que mi día a día tiene sentido, que además de ser la madre de Paula, soy yo, Ana, que también cuenta aparte, y necesita cuidarse.
    … si ustedes son capaces de detectar cómo estamos los padres, seguramente con pequeños gestos y alguna palabra oportuna, nos den el “empujón” o “soplo de aire fresco” que tanto necesitamos.
    Y esto, por lo que he ido comentando desde el principio: cuanto mejor nos encontremos los padres, mejor podremos ayudar a nuestros hijos…”
    Gracias!

    1. Hola Ana!
      Gracias por compartir tus palabras y experiencia con todos nosotros, que sin duda no dejan de confirmar, y de primera mano, que hay cosas que importan y mucho y la atención que prestamos a las persons que cuidamos.
      Hace relativamente poco tiempo, cambiamos el nombre de nuestro blog (pasamos de ser un “espacio de encuentro para enfermeras” a “un espacio de encuentro para reflexionar de salud”), ya que en este pequeño espacio virtual todas las personas podemos opinar (pacientes, profesionales y organización).
      Tu reflexión nos confirma la importancia de informar, comunicar y relacionarnos con las personas que cuidamos. Desde mi punto de vista, no concibo el cuidado sin la relación, para mi, estan intimamente relacionados, van de lamano.
      Te invitamos a que participes activamente en esta y otras conversaciones que te resulten de interés. Para nosotros, tu opinión y experiencias son muy importantes, nos enriquecen y nos enseñan… Muchísimas gracias Ana!

  40. Me programaron cesarea. Me prepararon y entré al quirófano. Soy enfermera, sabía lo que había allí, pero esta vez iba de usuaria y estaba -como no- algo asustada. Me iban a administrar la anestesia epidural. El anestesista me advirtió: no te muevas, será sólo un pinchazo. Sentada en el borde de la camilla, con las piernas colgando y la espalda al aire, mi vientre abultado, me sentía pequeña, indefensa. Una mujer se puso delante mío. Llevaba puesta una mascarilla, así que sólo veía sus ojos. Me miró y colocó sus manos sobre mis muslos, sin presión. Sin hablar sus ojos y sus manos me dijeron: estoy aquí, no estás sola, todo marcha bien, te regalo la fortaleza que ahora te hace falta. Todo eso con una mirada y un gesto. sus ojos sonreían dulcemente. Increíblemente maravillosa intervención terapeútica ante una situación -no formalmente diagnosticada, claro, pero claramente previsible- que me aportó el confort humano que en ese momento necesitaba. Por su labor en el quirófano supe que era una auxiliar de enfermería. Esa intervención me ha servido de ejemplo cuando he formado a profesionales en comunicación terapeútica. Mejor que el mejor medicamento. Te lo digo porque lo sé, y de primera mano.

    1. Antonio Jesús Ramos Morcillo

      Yo añadiría a tu “Te lo digo porque lo sé, y de primera mano” y “porque lo vi”.
      Te agradecemos que compartas con nosotros tu experiencia. Como comentaba en otro blog, esto no es poesía, es un importante aliado terapeutico que permite traducir éstas intervenciones en resultados en salud… y asi lo debemos entender.
      Un abrazo.

    2. Exactamente!!! enfermeduca. Limpiando el correo acabo de ver este comentario a esta entrada, en la cuál hice también mi comentario en su día, pero ya sabes lo que dicen “nunca es tarde si la dicha es buena”. Espero que todo saliera bien. No he tenido por menos que responder a este comentario pues yo ya tengo tres cesáreas, dos con anestesia general y la tercera fue con epidural, y te digo que sentí exactamente lo que tu has explicado :)) solo le vi los ojos al anestesista mientras me decía que no me moviera y que apretase su mano muy fuertemente, así lo hice. Al final todo salió bien, hubo alguna complicación en la operación pero en fin todo salió bien. Las enfermeras se portaron genial y es lo que yo sentí. “Estamos contigo, te vamos a ayudar”.
      Saludos. 🙂

  41. ‘La fuerza de la sonrisa’
    Una sonrisa nos puede transformar nuestro estado de ánimo, sin embargo a muchos seres humanos les cuesta un trabajo sorprendente el sonreír, esto por diversos motivos, pero lo cierto es que todos deberíamos reflexionar y darnos cuenta de que con una sonrisa incluso podemos suavizar el dolor propio y ajeno.

  42. En cualquiera de los casos: sea cuidadores, enfermeros, e incluso cajeras de supermercados o similares,en una palabra personas que de un modo u otro estén cara al público, todos necesitamos tener humanidad y eso no se estudia ni se prepara. con eso se nace. Desde aquí mi enhorabuena por esta magnífica página.

  43. De hecho en algunas disciplinas de la salud vemos como la callidad en la relacion profesional-paciente puede ser muy relevante para un buen tratamiento, muy buen post, enhorabuena!

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