Ya lo decía ayer Enfermera Saturada en su post de Navidad, “Una de las características de un buen contrato navideño es que llega con el sorteo de la lotería y se va con los Reyes Magos”.

Derechos de Foto de ShutterStock
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El contrato de mi amiga Laura también es así. La han llamado para trabajar al 75% estos días. Comienza el 23 y termina el día 6, aunque ella está encantada porque lleva sin trabajar desde finales de septiembre.

Estas navidades tiene que trabajar bastantes días. Su supervisora le ha puesto a trabajar la noche de Nochebuena y la tarde de Navidad. También el día 31 de tardes y el 1 de mañanas. En Reyes tiene más suerte porque solo se pierde la cabalgata del día 5, pero el 6 por la mañana estará en casa para ver como sus peques abren sus regalos.

Trabajar estos días es normal para una persona que la contratan en un periodo tan corto, ya que “los viejos del lugar” suelen pedirse esos días. Por lo que se ve, esto se va heredando conforme van pasando los años y llegará un tiempo donde Laura haga lo mismo (pienso yo).

El caso es que Laura, a pesar de tener que trabajar estos pocos días es feliz. Mucho tiempo de su vida dedicado a ser enfermera, a formarse, a estar actualizada, para dar lo mejor de si misma haciendo lo que más le gusta: cuidar.

Cada vez que se pone sus zuecos rojos, piensa que son unos patines, con los que se mueve por la planta. Unos patines que le ayudan a sentirse enfermera al menos durante 15 días. Con los que “baila” por la planta cada mañana, cada tarde y cada noche. Con los que corre cuando alguna persona la necesita. Con los que escucha las opiniones de sus compañeros. Con los que enseña a las alumnas cuando vienen de prácticas. Los que lleva puestos, mientras saca un ratico de madrugada para revisar algunos artículos… con los que escucha a Mario, mientras éste le cuenta porqué está triste.

Lo único que desearía es tener los patines rojos puestos toda su vida.

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5 comentarios en “La enfermera de los patines rojos”

  1. Zuecos rojos… que son mágicos: tal como llegan se van, casi casi sin dejar rastro, que se diría que fueron un sueño, no más…!
    Mis mejores deseos para todos y todas, sobre todo salud y trabajo… permítanme que sea en ese orden.
    Besos miles por doquier y feliz vida… más allá de las pastelosas navidades! -¡No dosifiquemos el amor, por favor, que también hace falta el resto del año…!-

  2. Hola Serafín:
    En mi entorno laboral (seguro que no ha sido el único) ha ocurrido que además la planificación de contratos para las sustituciones de esos profesionales “viejos del lugar” que se piden días libre para la Navidad, ha llegado a cuenta gotas e incluso hasta bien avanzado diciembre, no se sabía en contratación desde instancias centrales del SAS si habría disponibilidad de recursos para cubrir horas “súper-infladas” de profesionales que venían previamente haciendo turnos todo el año (y en parte con la idea de poder pedirse días en Navidad) sobre todo por un otoño nulo de contratos laborales. Es decir, la bola se ha inflado y ha estallado. Pero ha ocurrido una cosa que yo entiendo perfectamente, y es que muchos profesionales como podría haberle ocurrido a tu amiga Laura, han renunciado a esos contratos precarios, después de conocer a pocos días del día de Navidad sus horas de contrato al 75% y turnos a realizar, ¿sorprende? A mi no.
    Y claro, para los gestores de recursos humanos ha sido increíble intentar cubrir lo que se ha podido cubrir (supongo que apenas nada o lo mínimo), pero yo me cuestiono: ¿como es posible que las políticas de contratación hayan llegado a estas situaciones? ¿cómo es posible que se adelgace el presupuesto tanto por un lado y se estire tanto por otro? ¿es justificable la necesidad de tensar estas situaciones laborales para profesionales y gestores? ¿hasta cuándo los profesionales van a seguir confiando eternamente en poner su tiempo y su dinero a disposición de la empresa para la que trabajan?… y podría seguir preguntando, aunque lo único que deseo para 2015 es que se estimulen y mejoren las políticas de contratación para disponer de plantillas al 100% y adaptadas realmente a las necesidades reales de cuidados de la población sin tener que dejar que los enfermeros/as marchen a otros países o tengan que renunciar anteponiendo sus vidas personales y familiares a la precariedad laboral improvisada. Un abrazo cargado de esperanza, a pesar de todo.
    Virginia Salinas.

    1. Gracias Virginia por pasarte y compartir estas reflexiones sobre la política de contratación con nosotros.

      Deseo, al igual que tú, que estas situaciones se corrijan, ya que no tienen ningún sentido… Quizás, como decía Salvador Casado, tengamos que resetear y comenzar de nuevo. De esta forma, no vamos a ningún lado…

      Un abrazo querida amiga…

  3. enfermera eventual

    Hace unos días leí este antiguo post. Yo fui una de tantas enfermeras con contratos en navidad, unos días si, pero con ilusion. Ahora miro atrás y no keda nada de aquella ilusión se la han llevado los doblajes, los años con turnos a golpe de telf., el ayudar a la compañeros a cambio de q te roben un zapato ( si si un zapato)
    Me encanta mi profesión pero cada día m planteo mas seriamente dejarla porque aunque en tds estos años ha habido momentos buenos, también he perdido muchos momentos personales irrecuperables apostando por un futuro que por lo que intuyo va a ser volver a ser la enfermera de los patines rojos y sin ilusión n podría soportarlo

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